Los diez de Toronto
La capital de la provincia de Ontario, ciudad multicultural, destacada por su tolerancia ante la diferencia, abre sus puertas plenas de lugares de interés para el visitante y actividades al aire libre. He aquí diez ideas para aprovechar esa escapada que tanto hemos estado esperando.
Por: Julia Henríquez
Fotos: Javier Pinzón
1. Centro de Ciencia de Ontario
Este santuario del conocimiento surgió para comprobar que la ciencia es divertida, y sumerge a sus visitantes en una experiencia multimedia e interactiva. El edificio, con el atrevido diseño de Raymond Moriyama, tiene seis pisos de exhibiciones cautivadoras, demostraciones en vivo, documentales para ver en IMAX y, por supuesto, medidas sanitarias científicamente comprobadas.
2. Casa Loma
La casa soñada del magnate “sir” Henry Pellatt, inaugurada en 1914, es uno de los atractivos más llamativos de la ciudad. Luego de ser abandonado a causa de la mala fortuna económica de sus dueños, el hermoso castillo estuvo a punto de ser demolido. En manos de la ciudad de Toronto y manejado por Liberty Entertainment Group encontró su destino final como sitio de interés turístico y eventos especiales. Para los paladares más finos, allí hay dos de los más exclusivos restaurantes de Toronto.
3. CN Tower
Debido a un problema de comunicaciones, la ciudad de Toronto enfrentó un reto nunca visto: crear una torre-antena de 553,33 metros. La construcción, que tardó cuarenta meses, estuvo a cargo de 1.537 trabajadores cinco días a la semana 24 horas al día. Hoy invita a jugar con la adrenalina en su mirador a 447 metros del suelo, sus pisos de vidrio, ascensores de gran velocidad, restaurante giratorio y, ¿por qué no?, un paseo por la plataforma, ¡por fuera de la torre!, a 356 metros de altura.
4. Museo Real de Ontario
Tiene 21 salas de historia, arte, arquitectura, ciencia y biodiversidad. Su amplísima colección es digna de varias horas, así que la recomendación es elegir un par de temas y dedicarles el mayor tiempo posible. El edificio, además, es una joya de la arquitectura ecléctica, en donde lo moderno ha intervenido lo clásico, resaltando en el paisaje citadino.
5. El puerto
No hay mejor manera de volver a la normalidad que visitar el puerto de Toronto, comer disfrutando de la vista al lago Ontario, abordar el ferry o un velero para disfrutar del horizonte citadino, montar en bicicleta o hacer un picnic en algún parque frente al agua. Es todo lo que se necesita para disfrutar de un hermoso día de sol.
6. Museo de Ilusiones
“Una foto vale más que mil palabras; una ilusión vale un millón”. Estas palabras bien podrían describir el sitio más “instagrameable” de Toronto. Las salas del Museo de Ilusiones le harán volar la cabeza a usted y sus seguidores, usando ciencia y algo de magia para entretener a quien se atreva a pensar fuera del parámetro. El Museo tiene una sala de juegos para descifrar acertijos juguetones que incluso podrá llevarse casa.
7. Mercado St. Lawrence
No hay mejor forma de conocer a un pueblo que alrededor de su mesa; por tal razón, este mercado histórico, que data de 1850, es un infaltable. St. Lawrence esconde los mejores rincones gastronómicos de la tradición local. Entre tiendas de artesanías y comida, podrá catar lo mejor de la mesa canadiense: quesos, tocino, “bagels” y mucho más. Además, ahora en The Market Kitchen (la cocina del mercado) podrá tomar clases con los mejores cocineros y llevarse a casa las recetas de estos increíbles platillos.
8. Salón de la Fama del Hockey
Cuando se habla de Canadá es imprescindible hablar de hockey, pues este deporte hace parte de su historia. Pero no se preocupe, aunque usted no tenga idea de este deporte, al salir de la ciudad algo habrá aprendido. Y el mejor lugar para apreciar el deporte nacional es el Salón de la Fama del Hockey.
9. Distillery District
Hace poco más de veinte años, un grupo de jóvenes visionarios se juntaron frente a un edificio industrial de arquitectura victoriana y soñaron con una comunidad de artistas, diseñadores, chefs y pensadores que le dieran vida a una posible restauración excepcional. Así fue como en 2003 abrió el Distillery District, conservando la historia arquitectónica por fuera y la modernidad puertas adentro. Sus “boutiques” y su gastronomía hacen de este el lugar perfecto para ver cómo el arte y la cultura local brotan por entre los ladrillos.
10. Parques y playas
En cada temporada hay una excusa para salir y disfrutar de los festivales y actividades al aire, practicar “paddleboard” o jardines y playas para descansar. Island Park, High Park (la joya de la ciudad) y las riveras y parques naturales con lagos glaciares, pinos y atardeceres de ataque, alrededor de la urbe, serán lugares ideales para hacer un picnic.
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