
Panamá, destino de turismo de lujo
En este artículo conocerá la lista de los hoteles que lideran la oferta de turismo de lujo en el país y descubrirá qué los hace únicos: están ubicados en los más paradisíacos y exuberantes escenarios naturales, todos de fácil y cómodo acceso. Junto a la personalización de la experiencia para cada visitante, el resultado es un turismo de talla mundial. En el país canalero el lujo se encuentra mirando hacia lo verde.
Por: Alexa Carolina Chacón
Fotos: Diego Sousa Pitti
¿Qué es turismo de lujo? La respuesta puede variar dependiendo de cada gusto; sin embargo, hay denominadores comunes en la definición: comodidad, exclusividad, atención y personalización de la experiencia, por mencionar algunos. En Panamá la oferta de turismo de lujo incluye todo lo anterior y encuentra en la naturaleza su principal aliado. Lo que hace realmente únicos cada uno de los hoteles de esta lista es que complementan su infraestructura de alto nivel con experiencias de aventura y disfrute en los bosques tropicales más exuberantes, y en aguas llenas de biodiversidad.

Otro elemento importante del lujo en Panamá es la cercanía que hay entre estos sitios y la ciudad. En vuelos de solo media hora desde Ciudad de Panamá, llegará a escenarios completamente diferentes, con playas desiertas o bosques donde la fauna y la flora están intactas.
En un mundo donde el ruido es la constante, en Panamá el lujo baila al ritmo del silencio y la conexión con lo auténtico.

Varias ofertas hoteleras en Panamá manejan el concepto de barefoot luxury, un tipo de lujo que se caracteriza por la simplicidad, autenticidad y conexión con la naturaleza, sin ostentación ni pretensiones. Está pensado para el viajero explorador y curioso, que disfruta de la tranquilidad.
La exclusividad nace en el Golfo de Chiriquí
Islas Secas: Un paraíso en el Pacífico panameño
Ubicado en el Archipiélago de Islas Secas, en el Golfo de Chiriquí, el resort del mismo nombre redefine el concepto de lujo sostenible. El escenario parece sacado de una postal. La costa Pacífica chiricana es de las zonas de mayor biodiversidad del país. Es conocida por ser uno de los mejores sitios para avistar ballenas entre julio y octubre de cada año. El azul de sus aguas es intenso, tornándose turquesa a medida que uno se acerca a la costa. Llegamos en lancha al muelle desde donde zarparemos a las aventuras marinas, que incluyen pesca a bordo del yate Cavada, efoil, seabobs, buceo… Todo forma parte de la estadía.


El hotel está conformado por casas privadas, ocho de ellas con piscina y área de estar. La decoración de madera oscura está perfectamente iluminada por luz tenue. Allí piensan en todo: en el baño hay un ritual de aromaterapia; en el perchero, sombreros de rafia para protegerse del sol; en el escritorio, una botella lista para llenar de agua… En el hotel no se usa plástico. El día comienza con un desayuno frente al mar en el restaurante, que tiene uno de los bares más bellos que he visto en el país. El staff se aprende su nombre rápido, y también su orden de coctel.
Las actividades en tierra son tan diversas e interesantes como las acuáticas. Pronto conocimos a Beny Wilson, director de conservación de Islas Secas. Famoso entre los senderistas y pajarero, siempre lo verá con cámara y un gran teleobjetivo, dispuesto a guiarlo en avistamiento de aves. María Henríquez, otro miembro del staff difícil de olvidar, lo recibirá con su sonrisa cálida y llena de energía antes de la primera clase de buceo. En el safari marino podrá ver tiburón ballena, tiburón martillo, mantarrayas, tortugas y ballenas cuando es temporada. Islas Secas es todo lo que imagina… y luego un poco más.

¿Dónde?
Golfo de Chiriquí, a 299 km de Ciudad de Panamá.
¿Cómo llegar?
Vuelo privado del hotel o vuelo de Copa Airlines a David, luego auto privado a Puerto Tierra y lancha hasta el hotel.
Contacto:
islassecas.com
@islas_secas
Isla Palenque: una escapada salvaje
Otro imperdible del Golfo de Chiriquí es Isla Palenque, un refugio de selva virgen y playas doradas, que invita al contacto directo con la naturaleza. La villa con techo de palma, al nivel de la playa, tiene salida privada al mar. La terraza, con grandes poltronas, está ubicada debajo de palmeras centenarias y almendros por donde se cuela la luz del sol de manera cinematográfica. En el baño encontrará dos duchas al aire libre. La gran protagonista es una tina de baño ubicada en medio del jardín, que prepararán cuando usted lo desee. Al atardecer se escuchan los monos aulladores despedirse del sol y adueñarse de la selva.


Las actividades incluyen clases de yoga y de intervalos de alto impacto, caminatas guiadas por senderos selváticos, avistamiento de aves, recorrido por las islas aledañas o por las siete playas de Isla Palenque, paddle board, kayaking y esnórquel. Uno de los tours más enriquecedores es Secretos de la isla, en donde le hablarán sobre las diversas culturas indígenas que habitaron en la isla en tiempos precolombinos y le enseñarán los artefactos arqueológicos que han sido encontrados en el territorio. Palenque fue un lugar sagrado de encuentro, donde tribus de toda la provincia acudían para celebrar rituales y rendir culto.
Cuando la noche cae sobre el Pacífico es momento de disfrutar del restaurante, donde además está ubicada la piscina. Un gran columpio debajo de un almendro es el marco perfecto para disfrutar de la fogata preparada por el hotel para el disfrute de los huéspedes. La estadía en Isla Palenque se siente cálida y lo transporta a lo simple: ser y estar.
¿Dónde?
Boca Chica, a 315 km de Ciudad de Panamá.
¿Cómo llegar?
Vuelo de Copa Airlines a David, luego auto privado a Boca Chica y lancha hasta el hotel.
Contacto:
islapalenque.com
@islapalenque

El lujo se viste de color y cultura en el Caribe
El Otro Lado: donde vive el color
La picardía de su nombre es indicio de lo que le espera en El Otro Lado. Este hotel boutique está ubicado literalmente en medio de la selva, al otro lado de Portobelo, histórico pueblo costero de la provincia de Colón. No hay mejor manera de describir El Otro Lado que como el refugio del color. Allí el protagonista es el arte congo y afrocaribeño.
Sus villas de lujo no se parecen la una a la otra. Allí todo es único. Los huéspedes pueden disfrutar de una piscina infinita con vistas panorámicas a la bahía, así como de un restaurante que ofrece cocina fusión internacional-caribeña. También destaca su decoración, donde vale la pena perderse, pues El Otro Lado está lleno de secretos emocionantes. Subiendo una colina en la parte posterior del hotel, encontrará un lago artificial, donde podrá realizar un picnic sobre una plataforma flotante mientras admira la flora y fauna del área.
Más que un hotel, El Otro Lado es un sitio que preserva la cultura congo panameña con su retribución a la comunidad a través de la Fundación Bahía de Portobelo.

Otras actividades abarcan la visita a la playa Puerto Francés, practicar paddle board en los manglares o dar un paseo sobre La Faraona, embarcación de fondo plano con sillones y puffs, decorada con guirnaldas y cintas de colores; un regalo a los sentidos y al niño interior. No puede dejar de caminar por el bosque tropical y subir a los fuertes históricos de San Fernando y San Fernandito, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ubicados a metros del hotel.

El gran orgullo de El Otro Lado es la Fundación Bahía de Portobelo, organización sin fines de lucro dedicada a promover y preservar la cultura y las tradiciones locales. La fundación opera iniciativas como la Casa de la Cultura Congo, que incluye un centro cultural, un laboratorio de computación, un estudio de arte y una galería que exhibe obras de artistas locales, y La Escuelita del Ritmo, que ofrece clases de música gratuitas para los niños de Portobelo y proporciona oportunidades de empleo en el sector turístico a los residentes de Portobelo.

¿Dónde?
Bahía de Portobelo, a 65 km de Ciudad de Panamá.
¿Cómo llegar?
Dos horas manejando desde Ciudad de Panamá.
No es Bali, ni las Maldivas… es Nayara
En una de las regiones más bellas del Caribe, Nayara Bocas del Toro es un resort que se escapa de la playa para flotar sobre el Atlántico. La vista de sus bungalows sobre el agua, unidos por una pasarela de madera y rodeados de selva virgen, crea una foto que podría ser atribuida al otro lado del mundo. Cada villa, construida sobre pilotes de madera, ofrece acceso directo al mar color turquesa, con piscinas privadas y terrazas con hamacas que invitan a la absoluta desconexión.

Aparte de las experiencias de aventura y exploración, los hoteles de la lista se enfocan en tener una oferta gastronómica de calidad, caracterizada por sus ingredientes frescos y el concepto del campo a la mesa.

¿Dónde?
Isla Frangipani, Bocas del Toro, a 299 km de Ciudad de Panamá.
¿Cómo llegar?
Avioneta desde el aeropuerto Marcos A. Gelabert.
Contacto:
nayarabocasdeltoro.com
@nayarabocasdeltoro
Sin costa también hay paraíso
La Compañía El Valle: el nuevo vecino
La Compañía El Valle también ofrece una variedad de actividades para sumergirse en la belleza natural del entorno: senderismo escénico, ciclismo eléctrico, paseos a caballo y deportes como tenis, paddle board y pickleball. Ubicado en el cráter de un volcán extinto, el pueblo de El Valle es un destino ideal para quienes buscan una escapada de montaña con clima fresco a menos de tres horas manejando de la ciudad.

La segunda propiedad de la marca La Compañía Hotels & Resorts en Panamá (la primera es una de las más famosas de Casco Antiguo) marca un nuevo estándar de hospitalidad de lujo en el Valle de Antón, un destino de montaña apreciado por locales y viajeros. La Compañía El Valle es hogar de un parque escultórico que alberga más de doscientas piezas y el Elysium Spa de 1.600 m², el corazón del hotel, donde se ofrecen tratamientos naturales y experiencias de sanación.


Inspirado en un refugio toscano, La Compañía El Valle se fusiona armoniosamente con la biodiversidad del entorno, permitiendo a los huéspedes disfrutar de un retiro restaurador rodeado de montañas y exuberante vegetación. Las setenta habitaciones y suites tienen balcones y terrazas con vistas panorámicas. El hotel tiene restaurantes como Fuego, un charcoal house Tierra, el primer restaurante mediterráneo y vegetariano de la zona, y Viento, terraza con concepto pop up, con diferentes activaciones durante el año.
¿Dónde?
El Valle está a 80 km de Ciudad de Panamá.
¿Cómo llegar?
Tres horas manejando desde Ciudad de Panamá. Viajeros pueden coordinar su llegada directamente con el hotel.
Contacto:
hotellacompaniadelvalle.com
@hotellacompaniadelvalle
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