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Entrevista Olivier Polge

Dans les champs de Chanel con Olivier Polge

Con una rica herencia en la perfumería y un legado familiar en la industria, Olivier Polge, perfumista de Chanel, ha desempeñado un papel crucial en la creación de algunas de las fragancias más icónicas de la marca. En esta entrevista le revela a Kelly Talamas su pasión por los aromas, su habilidad para evocar emociones mediante fragancias y su enfoque en la sostenibilidad en la industria de la perfumería.

Por: Kelly Talamas

Fotos: Cortesía Chanel

Es una fresca y soleada mañana de septiembre en la Riviera Francesa cuando llegamos a los campos prístinos de Chanel, en Grasse. El impactante contraste del cielo azul cerúleo contra el mar verde de los campos de jazmín es abrumador.

Un regalo para los sentidos. Observo sombreros de paja dispersos en medio del paisaje natural, señalando la presencia de trabajadores diligentes, que inician su labor a las cinco de la mañana, ritual durante la cosecha anual de jazmín.

La escena, aún más paradisíaca y utópica de lo imaginable, resulta imposible de capturar con la cámara de mi teléfono, a pesar de mis mejores esfuerzos. Decido apartarla para grabar este momento en mi memoria.

Una vez preparados para la salida, nos recibe Joseph Mul, el encargado de estos fragantes campos, que han estado en su familia desde 1840. Lo que comenzó como un jardín y una operación lechera es ahora un santuario de flores y plantas aromáticas dedicado a la perfumería.

La interconexión de la herencia de la familia de Joseph con la de Chanel comenzó en 1987 a través de una colaboración para preservar el ingrediente vital: el jazmín. Esta asociación ha fomentado campos prósperos que ahora también producen rosa de mayo, iris, nardo y geranio. Aquí nada se deja al azar; cada elemento está impregnado de intención y legado.

Durante nuestro recorrido, Joseph comparte su pasión por la cosecha y los tesoros que estas hectáreas producen. Rápidamente nos familiarizamos con la naturaleza delicada de la flor de jazmín y el rico aroma cítrico de la planta de geranio, un aroma que perdura en mi memoria mientras escribo estas palabras. Aprendemos que las familias Mul y Chanel han optado por recolectar a mano cada flor destinada a sus fragancias. Su renuncia a los métodos industriales busca asegurar la máxima calidad del aroma. Es todo un empeño si consideramos que se necesitan mil flores de jazmín de Pégomas para una botella de treinta mililitros de Chanel N.° 5. En Chanel, cada detalle es una elección intencionada destinada a salvaguardar la calidad, la herencia y la artesanía.

Este tema se convierte en motivo de discusión en mi encuentro con Olivier Polge, perfumista creador de Chanel, a quien conocí en Buenos Aires a principio de año en su última parada de su primera visita a Latinoamérica.

Entrevista Olivier Polge

Grasse, sin duda, sirve como epicentro de la industria de perfumes; sin embargo, más allá de estos ingredientes esenciales, ¿qué aspectos de esta región te cautivan?

Bueno, hablamos de fragancias, pero creo que lo que es muy especial para nosotros, aún más cuando vivimos en París, es la luz. Creo que esta es una región donde la luz está presente la mayor parte del año, siempre hermosa, obviamente muy brillante, pero hay algo que no encuentras en todas partes. También hay algo en la naturaleza mediterránea que realmente me gusta, lo siento como parte de mi personalidad o cultura, aunque lo asocio más con mis vacaciones.

Hoy presenciamos cómo es un día durante la cosecha de jazmín, pero aquí tienen lugar otras cuatro cosechas. ¿Hay alguna que disfrutes más?

Hay dos períodos muy agradables, que son mayo y septiembre. En cuanto a la cosecha, me costaría elegir, pero creo que la mejor época es septiembre, porque en mayo suele llover con frecuencia. Para mí, septiembre es la mejor época.

A pesar de tener un padre perfumista, no tenías intención de seguir una carrera en esta industria. ¿Qué fue lo que finalmente despertó tu curiosidad y te llevó por este camino?

Cuando tenía veinte años, hice una pasantía durante el verano en el laboratorio de mi padre, y fue realmente entonces cuando descubrí que tenía gusto por los perfumes y la creación de fragancias. Me gustaba la artesanía, el aspecto práctico, el que, al final de la transformación, la creación se convierta en algo completamente inmaterial con un impacto tan fuerte.

Entrevista Olivier Polge
Entrevista Olivier Polge

Mencionaste cómo el perfume tiene el poder de evocar emociones y recuerdos. ¿Puedes compartir una historia personal que haya tenido un profundo impacto en ti?

Bueno, más que un perfume, pienso en ciertos aromas. Tengo un cariño especial por los aromas de mi infancia. Recuerdo el olor de la casa de mis abuelos, donde pasaba la mayor parte de mis veranos; era el aroma típico de las hierbas mediterráneas. Ya sabes, esas pequeñas colinas en el sur de Francia donde uno encuentra salvia, lavanda, tomillo…, todo secado por el calor del verano.

Por otro lado, en tu papel de perfumista, has mencionado la importancia de “considerar el aroma sin la influencia de los sentidos”. ¿Cómo logras mantener ese nivel de desapego y objetividad?

En primer lugar, hay que ser sensible y consciente de todos los aromas que nos rodean, todo el tiempo. La segunda etapa es oler todas las materias primas y memorizar todos los aromas que van en la creación de un perfume. Hago una distinción entre los perfumes y los aromas que percibo en la calle, así que tengo dos facetas: soy como cualquier persona, disfruto de los aromas que me rodean, y cuando se trata de perfumes, dado que conozco todas las materias primas, intento analizar…

¿Cuál es tu enfoque al crear una nueva fragancia? ¿Comienzas con un concepto en mente o con un ingrediente específico?

Depende. Diría que se necesita un pequeño clic que comience a activar tu fantasía, ¿sabes? Luego, es posible que lo relaciones con una combinación de aromas, por lo que puede surgir a partir de una idea, un color o una materia prima. Cuando se tiene una mentalidad creativa, todo te inspira. A veces, el detalle es el inicio de una larga historia.

¿Hay una etapa en el proceso que más disfrutes?

Esta primera etapa. Me gusta cuando sucede ese clic, cuando sientes que tienes la historia. Por lo general, hay algo que te hace ver la forma que tomará. Lo importante en este momento es que, con suerte, no seas el único en sentirlo…

Hablando de la creación, ¿existen desafíos específicos o, por el contrario, oportunidades únicas que se presentan al crear una fragancia para una casa con tanta historia y un legado que mantener?

Creo que es una ventaja. Lo veo más como una riqueza de posibilidades, la riqueza de la historia. Tenemos una historia con ingredientes. Tenemos una historia con estilo. Tenemos tantos elementos que son útiles para ese clic necesario para comenzar.

Lo que me gusta de Chanel es que, detrás de lo que creamos, integramos todo el proceso detrás de ello, y gracias a eso ganamos mucha libertad.

Esta es de alguna manera la historia de Grasse. Nuestra implicación comenzó con el contacto directo con los agricultores. Fue por la necesidad de la tradición y la necesidad de esta flor para crear el N.° 5. Si no hubiéramos comenzado con esta extracción tradicional, no habríamos construido el conocimiento para innovar en sistemas más técnicos y nuevos.

Entrevista Olivier Polge
Entrevista Olivier Polge

Mencionaste el estilo. Así como elegimos deliberadamente la ropa que llevamos, creo que la elección de una fragancia personal tiene igual importancia. ¿Qué consejo tienes para alguien que busca la fragancia perfecta?

Estoy de acuerdo contigo en tu pregunta. Hiciste una afirmación que sigo completamente, que es que el perfume es una declaración bastante fuerte sobre tu personalidad y tus gustos de una manera que no es visual y es tan difícil de captar. También, porque hay ciertos aromas que reaccionarán o se adaptarán mejor a ciertas personas.

Así que, en un mundo perfecto, me encantaría que las personas tuvieran un par de días para digerir y convivir con el perfume.

Mirando hacia el futuro, ¿cómo te imaginas la perfumería en términos de sostenibilidad y abastecimiento ético?

Bueno, hay un gran futuro para ambas. Creo que, aunque había formas de tener la misma ética hace treinta años, las personas lo hacían de manera intuitiva. Hoy en día, se convierte cada vez más en una necesidad. Creo que necesitamos no solo hacer las cosas bien, sino encontrar formas de demostrarlo. Uno no puede autoproclamarte sostenible y ético; debe estructurar todas las fuentes y seguir ciertas reglas.

También debemos ser muy cuidadosos porque todo lo que avanza cambia, y lo que es cierto un año, quizá no lo sea el siguiente. A veces, ciertas cosas no son sostenibles a lo largo del tiempo. Así que hoy siempre debes considerar lo que funcionará en los próximos diez o veinte años.

Bueno, parece que aquí en Grasse lo están logrando.

Entrevista Olivier Polge
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