Todos los caminos llevan a Tulum
La escapada bohemia de la que todo el mundo habla. El Caribe mexicano cobra un aire sofisticado y artístico en Tulum, sitio que hace veinte años era destino solo de locales. Hoy es una de las zonas turísticas más cotizadas del mundo, a la cual podrá viajar en vuelo directo de Copa Airlines desde Ciudad de Panamá desde junio.
Por Alexa Carolina Chacón
Fotos: Rommel Rosales
Tulum se siente
Tulum huele a copal y está hecho de madera. Lo primero es una especie de incienso que los mayas utilizaban para purificar, proteger y elevar el espíritu. Llegar aquí es limpiarse el alma en cada puerta (literalmente, lo prenden en la entrada de comercios y restaurantes). En Tulum entienden que están en territorio sagrado y le hacen respetarlo, así venga a divertirse. Si conoce Cancún o Playa del Carmen, otros populares destinos turísticos del estado de Quintana Roo, encontrará en Tulum un primo muy poco parecido. Estando tan cerca, son mundos diferentes. En este sitio todo ocurre en una calle hotelera donde los visitantes se mueven en bicicleta o moto. Los hoteles comparten estética: usan los mismos colores tierra y dan espacio a una densa vegetación que aporta privacidad.
Tulum se siente como si alguien hubiera tenido un sueño utópico donde veía el futuro, se despertó, lo puso en papel y lo construyó. Ese futuro no es como el de Los Supersónicos. Es uno donde los humanos viven en nidos construidos con bejuco y cemento en copas de árboles, y donde en vez de piscinas se bañan en cenotes. Con una revolucionaria visión de cómo debe verse y, sobre todo, sentirse un destino de playa donde la naturaleza es la gran protagonista, Tulum cautiva a amantes del buen vivir. Permítame contarle como.
Hoteles que cambiaron el mundo
Un título dramático, pero no descabellado. Azulik es prueba de esto. La estética del hotel creado por Eduardo Neira con su firma Roth Architectures es así de reconocible a distancia por la manera tan particular de usar materiales naturales y la presencia indebatible de plantas. Para construir Azulik, ubicado frente al mar al inicio de la zona hotelera, no destruyeron la naturaleza: se adaptaron a sus formas y al cenote milenario que hay dentro de la propiedad. Está construido haciendo formas curvas con bejuco y complementándolo con estructuras casi alienígenas cubiertas de cemento. En la noche, la bruma de la selva se toma las habitaciones. No hay aire acondicionado ni duchas, solo tinas.
Neira llegó hace veinte años a Tulum y visualizó elevar lo que ya ocurría en el lugar. Ahí los locales iban a conectar con la naturaleza virgen de la zona a la luz de velas y la Luna. Azulik es la respuesta hotelera a ese estilo de vida. Seré la primera en aceptar que este hotel es para un tipo de viajero muy específico, pero eso no es problema, pues hay un Tulum para todos. Shibari Tulum está construido alrededor de un cenote de agua color turquesa. Sí: en vez de una piscina gigante, lo que tienen es un cenote. Si esto no es lujo… Ubicado del lado de la selva, el complejo está rodeado de naturaleza virgen que se hace sentir cada amanecer. Los turistas que aman la experiencia de estadías de lujo únicas e irrepetibles sin duda la encuentran aquí.
Azulik
@azulik
azulik.com
Hotel Shibari Tulum
@shibaritulum
shibaritulum.com.
Tulum: el «resort» de los Mayas
El alma de Tulum está en el sitio arqueológico que le da nombre a la ciudad. Viendo su ubicación, es imposible no imaginarlo como el primer resort que tuvo la zona. Su significado es mucho más profundo que esa analogía superficial: ubicado a solo metros del mar Caribe, este conjunto de templos proporcionó acceso a importantes rutas comerciales marítimas a la antigua ciudad maya. Su posición facilitó el intercambio de bienes y cultura con otras civilizaciones mesoamericanas. Los restos arqueológicos revelan la presencia de estructuras ceremoniales, palacios y edificaciones como el Castillo, una pirámide que funcionaba como faro y observatorio astronómico. Le recomiendo hacer este tour temprano, para evitar las largas filas.
En Tulum se come bien
La oferta gastronómica es liderada por Arca, número 29 del Latin America’s 50 Best, donde el chef José Luis Hinostroza agrega sofisticación a platillos populares. Luego de verificar nuestra reserva, el anfitrión nos ubica bajo unas altas palmeras y la luz de la Luna. Tostadas de pulpo en recado negro, trucha y tuétano… todo al centro y para compartir. Cada bocado sorprende y nos deja sin palabras. Mi parte favorita fueron los cocteles. No por nada son el número 23 en la lista de los mejores bares de Norteamérica de 50 Best.
Atta, en Shibari, es otro imperdible. Su visión es darles protagonismo a los sabores mexicanos con un toque moderno. La robata de langosta y el espresso martini con tequila, no vodka (mi orden clásica en cualquier barra), no pagan renta en mi memoria. Lo mismo con Baalmán, ubicado a treinta minutos del centro del Tulum en auto. Este restaurante fue diseñado dentro de la cueva de un cenote, el cual se pude explorar antes de sentarse. Así es todo en Tulum… único.
Restaurante Baalmán
@baalmantulum
baalman.com.mx
Restaurante Arca
@arcatulum
arcatulum.com
Restaurante Atta
@shibaritulum
atta@shibaritulum.com
Naturaleza Viva
Al sur de la ciudad, a solo veinte minutos en auto, está Sian Ka’an, extensa Reserva de la Biosfera que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987. Este ecosistema, con una combinación de ambientes de agua dulce y salada, es una impresionante prueba del poder natural de la Riviera Maya. Partimos en auto de la oficina de Community Tours Sian Ka’an, navegamos luego por la laguna y nos adentramos por los manglares y los sorprendentes canales que construyeron los mayas.
La mejor experiencia viene después: en un pequeño muelle nos entregan salvavidas y nos invitan a nadar. Pronto me doy cuenta de que el agua me lleva. Esta es cristalina y el suelo es calcáreo. El cielo está despejado y se adivina en el bosque la presencia de fauna silvestre. En la reserva habitan jaguares, manatíes, monos araña, delfines y una gran variedad de aves. El recorrido termina con un almuerzo tradicional maya y un bronceado que solo se consigue en el Caribe.
Bacalar: la joya brillante de Quintana Roo
La primera vez que escuché de Bacalar fue en un artículo donde lo vendían como el próximo gran destino del Caribe mexicano. Grata fue mi sorpresa al conocer que está ubicado al sur de Quintana Roo, a tres horas de Tulum manejando. ¿Vale la pena la travesía? No tenga duda. La gran protagonista de este destino tranquilo y menos aglomerado que Tulum es la Laguna de los Siete Colores, nombre que alude a las diversas tonalidades de azul y verde que se aprecian en sus aguas. La zona hotelera está desarrollada a su alrededor, con muelles desde donde se puede ver el agua perfectamente turquesa. Exploramos esta laguna de agua dulce en velero y comprobamos que es seguro bañarse en sus aguas: no hay olas y su profundidad es poca.
La Zona Arqueológica Chacchoben es otro sitio importante del estado de Quintana Roo. Ubicada a unos setenta kilómetros al norte de Chetumal, capital del estado.
Aquí también hay hoteles boutique con exclusivas instalaciones. Amainah nos recibe con su diseño brutalista adaptado al trópico. Grandes paredes que, lejos de abrumar, te hacen sentir tan imponente como ellas. Cada habitación, algunas con piscina privada, tienen vista a la laguna. Desde ahí disfruté de uno de los amaneceres más espectaculares de mi vida. En sus instalaciones puede alquilar kayak o reservar un tratamiento de spa. Las cenas románticas se hacen en el muelle. Tulum y Bacalar son destinos pensados para parejas. Este último es conocido por sus recintos para hacer bodas al borde del agua.
Los rápidos de Bacalar son tan impresionantes como la laguna. Esta atracción es perfecta para pasar el día, como lo hicieron algunos extranjeros durante nuestra visita. Paralelo a los rápidos hay una pasarela de madera que lo lleva al inicio del recorrido. Ahí se pone su flotador y se entrega a la corriente. El agua es fresca y la corriente delicada. Cuando se canse del paseo tome el sol al borde del agua con una refrescante bebida.
Hotel Amainah @amainah.mx amainah.mx
Tour en velero @bakhlalar_Adventures bakhalar.com/bakhalar-adventures
Bodas de destino: @zamiabacalar
Turoperador: @aleanasailingtours
Rápidos de Bacalar @losrapidosbacalar
Arte en cada esquina
Uno de los sitios más populares para admirar instalaciones de arte al aire libre es el Art Park, hogar de la escultura con forma humanoide Ven a la luz, del artista Daniel Popper. Ubicado en el centro hotelero de Tulum, este espacio reúne obras de gran formato pensadas para crear un recuerdo “instagrameable” de su visita.
El espacio artístico más conocido y admirado es sin duda Sfer Ik, museo contemporáneo y restaurante construido por Roth que explora con mayor profundidad la estética y visión de Azulik. Ubicado en la selva Uh May, a una hora de la zona hotelera de Tulum, aquí la línea divisoria entre arquitectura y arte se difumina, creando un espacio místico y disruptivo.
¿Fanático de la Cerveza Artesanal? Pruebe la Tulum
Tulum produce la experiencia del turismo en todos los ámbitos. La Cervecería Tulum —con su lager artesanal, hecha con agua de mar, sin químicos, pura y alcalina— ofrece una degustación que no se compara con ninguna que haya vivido: empieza con una limpieza con copal y lo adentra en el mundo maya, donde actores personifican cada ingrediente y cuentan la historia de la casa cervecera. Al terminar se llega a la planta de producción, donde los expertos le enseñan el paso a paso de cómo se logra el producto final. El tour culmina con una cena de maridaje
@tulumcerveza tulumcerveceriaartesanal.com
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