Barquisimeto: sinfonía de colores, sabores y pasiones
Si viaja a Barquisimeto, nuevo destino de Copa Airlines, prepárese para enamorarse de los crepúsculos, allí son una sinfonía de colores.
Por Martha Beatriz Rodil
Fotos: Rodolfo Pimentel y Héctor Segura
Barquisimeto, capital del estado de Lara, es la Capital Musical de Venezuela, la tierra de los guaros (gentilicio larense), donde no nací, pero sí me sembré. En este rincón del planeta podrá enamorarse de los crepúsculos, una sinfonía de colores que solo hace música en el cielo, y con una varita mágica podrá elegir el clima que le provoque, verá paisajes de radicales contrastes (desde minidesiertos hasta montañas de la cordillera andina) y podrá sentir la explosión de mil sabores en su boca. Todos le hablarán del equipo campeón de béisbol: los Cardenales de Lara, y de regalo, para que su viaje sea perfecto, tendrá la bendición infinita de la Divina Pastora; la Virgen que inspira la mayor procesión mariana de América Latina, donde tres millones de feligreses recorren ocho km cada 14 de enero. A escala mundial, solo es superada por la Virgen de Guadalupe, México, y la Virgen de Fátima, Portugal.
Capital musical
Barquisimeto es la Capital Musical de Venezuela, porque las notas musicales lo sorprenden, y es que las ve saliéndose del pentagrama, saltando tremendas por todos los rincones del estado de Lara. Aquí, entre los años 70 y 80 del siglo pasado, se realizaron los mejores festivales de música y canto. Lara es cuna de destacados músicos y grupos de talla internacional; por ejemplo, el maestro Alirio Díaz, uno de los más influyentes guitarristas del mundo en el siglo XX.
Usted escoge el clima
¿Qué desea? ¿Un ambiente frío, templado o caliente? En Lara, usted decide. Sale de Barquisimeto, tierra calurosa, y en menos de una hora siente el fresquito de las montañas de la cordillera Andina. O si prefiere se va a territorios semiáridos, como Bobare. También puede llegar en treinta minutos al minidesierto rocoso Minas Blancas de Yay, de unos 10.000 metros cuadrados. Incluso, desde Barquisimeto, a dos horas vía terrestre, puede disfrutar de las espectaculares playas del Parque Nacional Morrocoy, en el vecino estado de Falcón.
Barquisimeto monumental
Una ciudad como Barquisimeto, tan centrada, muy plana, ordenada y estructurada, tenía que contar con obras monumentales, del tamaño de su gente y sus expresiones culturales. Por ello, en 1952 construyeron, en el oeste de la ciudad, el Obelisco, una torre rectangular de 75 metros de altura, con un ascensor interno que le permite llegar al mirador para que contemple la ciudad completa. Este monumento tiene un gran un reloj externo superior que solo marca los buenos tiempos de la historia regional.
En pleno centro de la ciudad puede visitar la espectacular catedral de Nuestra Señora del Carmen, una estructura arquitectónica de gran magnitud y extrema precisión. Obra singular del año 68 que une dos alas en una torre central y cuyo techo está cubierto de paneles acrílicos. Vista desde las alturas es una flor invertida. Cada 14 de enero recibe a la Divina Pastora.
Al este de la ciudad podrá disfrutar del monumento la Flor de Venezuela, Patrimonio Cultural del país. Se trata de una superobra de metal, con 16 pétalos de diez metros cada uno, que se abren y cierran. Fue el stand de Venezuela en el Festival Expo Hannover, en Alemania, en el año 2000.
Muy cerca del pueblito de Santa Rosa, al este de Barquisimeto, está la iglesia Casa de la Divina Pastora, nuestra patrona, donde se alza el imponente monumento Manto de María. Es una inmensa escultura tridimensional de la Virgen, en arte cinético inédito, realizada con más 3.700 piezas de tubos de aluminio que cuelgan y le dan movimiento; se ve desde todos los ángulos y se puede divisar a 70 km de distancia. Es la escultura metálica religiosa más alta del continente americano, con un más de 62 metros de altura.
Si viene a Lara, coma chivo
Uy, solo de pensar dónde puede ir a comer ¡se me derriten los sabores en la boca!
El plato típico más divino y suculento es el mondongo de chivo, una sopa de textura espesa que se prepara con el espinazo, la panza, las patas y la cabeza del chivo (ganado caprino) y verduras, la que podría acompañar con jugo de semeruco o guarapo de caña con limón. La mejor ruta para ir a comer chivo es por Pavia, a unos quince minutos en auto de Barquisimeto.
El licor artesanal de Lara es el cocuy de penca, bebida de los destilados del agave que ha ganado festivales internacionales, incluso, en algunas ocasiones, por encima del tequila.
Sanare, montañas de neblina con olor a café
Al final de la cordillera andina está Sanare, parte de los andes larenses, a noventa minutos de Barquisimeto, con una elevación de 1.358 metros sobre el nivel del mar. Esta población andina está llena de café con neblina y un sinfín de cascadas frías de manantiales. Es el jardín de Lara y hasta tiene su propio volcán. Son gente buena y su mayor algarabía son las fiestas de los Santos Inocentes o “Zaragozas”, donde los danzantes, disfrazados de “locos”, bailan y asustan a los visitantes. Sanare cuenta con hermosísimas posadas familiares, entre otras, El Encanto, Altos de Veracruz, Casa Campo y El Rincón de las Golondrinas.
Carora, colonial
En una hora llega en carro a la segunda ciudad más grande de Lara, declarada Monumento Nacional por sus ocho hectáreas de casco histórico. Tierra caroreña de casas y calles coloniales. Es centro ganadero, con su propia raza carora, muy resistente y de altísima producción de leche. Luego de apreciar la ciudad, no se puede retirar sin probar la suculenta tostada caroreña, que puede acompañar con un rico vaso de leche fría de la localidad o, si prefiere, una copa de vino tinto, pues allí funciona la principal empresa productora de vino del país.
Quíbor, artesanía ancestral
A solo veinte minutos de Barquisimeto encontrará el pueblo artesanal de Quíbor. Localidad de yacimientos arqueológicos, inspiración de sus pobladores, quienes ofrecen sus artesanías de barro y réplicas de enseres aborígenes como reminiscencia del rico pasado indígena. A lo largo del borde de su carretera están los artesanos y su mercado, donde también podrá darse un festín de sopa de res.
Tintorero textil
Es un caserío quieto y multicolor de artes textiles. Tintorero se encuentra a menos de treinta km de la capital larense. Es un punto de vanguardia en artesanía de telas, hamacas, mantas, manteles y telas decorativas. Todos sus pobladores tejen y tejen… Una vez entrevisté a una anciana que solo tejía con lana blanca. Le pregunté: “Abuela, ¿por qué no tejes de colores?”. Me respondió, con sonrisa detenida: “El blanco tiene todos los colores, muchacha, y yo los veo”. ¡Claro! El blanco no es un color, es la sumatoria de todos los colores del espectro. En agosto, Tintorero realiza su famosa Feria Internacional, adonde asisten los mejores artesanos textiles del planeta; referencia obligada mundial en telas manufacturadas.
¡Vámonos de rumbita!
¡Uf! ¡Ah mundo, Barquisimeto! Nuestro territorio tiene variados sitios para la fiesta, pero antes de comenzar la rumbita seguramente deseará deleitarse con eventos culturales, artes escénicas, conciertos, danzas, ballet, ferias de libros, recitales de poesía en el Teatro Juárez, museos, recintos culturales y galerías.
En la noche, Barquisimeto le ofrece las barras, bares y tascas para disfrutar de un apasionado bolero y catar un buen vino, ir a discotecas para el baile o puede probar su suerte en los casinos del este de la ciudad: Tiuna y Royal.
Definitivamente, todo en Lara es color, música, fiesta, sabor y cultura.
¡Anímese y venga, lo esperamos!
Vámonos de compras
En Barquisimeto puede disfrutar de tres modernos centros comerciales, con cientos de tiendas, cafeterías y restaurantes. Al oeste, el C.C. Metrópolis y al este el C. C. Las Trinitarias y el C. C. Sambil, este último con una arquitectura en forma de cuatro, nuestro instrumento nacional, en honor a la musicalidad de los guaros.
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