24 horas en Nueva York
Nueva York en apenas 24 horas. ¿Por dónde empezar? ¡Uno podría pasarse 24 horas solo en un barrio de la ciudad! Pero una de las cosas más asombrosas de esta urbe es que es muy distinta para cada persona que la visita, pues cada quien crea su propia experiencia.
Texto y Fotos: Sofía Verzbolovskis
8:00 A.M.
Empezamos en el Upper East Side con un desayuno en Café Sabarsky, en la planta baja del Neue Galerie. Este café te hace sentir como si estuvieras en la antigua Viena y se encuentra en unos de los edificios más admirados de la ciudad, diseñado por Carrère & Hastings en 1914 (los mismos arquitectos de la Biblioteca Pública de Nueva York). Después del desayuno austríaco, nada ligero, un recorrido por Central Park es el paso a seguir. El parque tiene tantas áreas, cada una tan singular, pero una vuelta al reservorio es imprescindible.
10:00 A.M.
El Met es el museo más elegante y majestuoso de la ciudad, donde uno fácilmente se puede pasar un día entero, recorriendo todos los rincones cada uno más mágico que el otro. Pero, para no tener que acabar el itinerario aquí, recomiendo escoger solo una sala del museo; las esculturas del ala griega y romana son mis favoritas.
12:00 A.M.
Washington Square Park es el corazón del Greenwich Village y uno de los mejores lugares para sentarse y ver pasar la diversidad de esta ciudad. Después se pueden dar una vuelta por los barrios de Soho y Nolita, con sus tiendas, librerías como McNally Jackson y edificios de hierro (emblemáticos de esta área).
2:00 P.M.
No hay escasez de restaurantes deliciosos y distintivos en Nueva York, pero Il Buco Alimentari e Vineria es de los mejores restaurantes italianos en la ciudad, con platos creativos pero sencillos e ingredientes frescos; pero, como para gustos se hicieron los colores, otra opción es Thai Diner, que es para mí el mejor restaurante tailandés de Manhattan.
4:00 P.M.
Para los amantes de la fotografía, el International Center of Photography abrió su nuevo espacio en el Lower East Side, con exhibiciones de fotografía antigua y contemporánea. Justo enfrente se encuentra el nuevo Essex Street Market, un mercado culinario estilo europeo, con tiendas de quesos, panaderías, productos japoneses y restaurantes. El Lower East Side es el área más alternativa de Manhattan, donde se toparán con grafitis en cada cuadra y galerías independientes en medio de bares y restaurantes.
6:00 P.M.
Para apreciar Manhattan, también hay que verla de lejos. Por lo que recomiendo tomar el metro hacia Domino Park, un parque peculiar que abrió en 2018 donde estaba antes el Domino Sugar Factory, una antigua fábrica de azúcar del siglo XIX. Todavía se pueden ver los edificios originales de ladrillo donde, hasta el 2004, se procesaba una de las mayores cantidades de azúcar en los Estados Unidos. Con el Williamsburg Bridge a un lado, tendrán una vista privilegiada del Empire State Building y los rascacielos de Manhattan. Un aperitivo con esta vista al atardecer tampoco estaría nada mal. La azotea del Wythe Hotel está a unas pocas cuadras.
8:00 P.M.
Porque después del aperitivo toca comer, pueden simplemente bajar a Le Crocodile, una brasserie francesa en la planta baja del Wythe, o caminar a Café Mogador para deleitarse con tagine marroquí, bastilla y labne. ¡No se olviden de reservar!
10:30 P.M.
¡La noche sigue! No puede faltar una ida al Blue Note, uno de los clubes icónicos de jazz desde 1981. Es un ambiente muy íntimo, animado y con muchísima historia, ya que aquí tocaron destacadas figuras del jazz como Dizzy Gillespie y Ray Charles.
7:00 A.M.
Para despedirse de Nueva York con un sabor auténtico, desayuna unos bagels clásicos de Russ & Daughters, una institución en el Lower East Side desde hace más de cien años.
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