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Harlem y su gastronomía

Texto y fotos: Sofia Verzbolovskis

Harlem es conocido por su increíble jazz y soul food, pero este barrio de Manhattan (que va desde la calle 110 hasta la 155 y cubre toda la isla del este al oeste) se está transformando en una de las zonas culinarias más diversas de Nueva York.

A partir de 1920, a raíz de la llegada al barrio de intelectuales, artistas y músicos afroamericanos, como Ella Fitzgerald, Duke Ellington, Nat King Cole y Josephine Baker, y el poeta Langston Hughes, Harlem vivió su primer renacimiento y surgió como la cuna del movimiento artístico afroamericano. El Cotton Club y el Teatro Apollo se volvieron epicentros culturales que aún son legendarios. El talento se desbordaba, las fiestas eran de envidia y el ritmo, perpetuo. El jazz y el blues, además de importantes creaciones literarias y artísticas, impulsaron uno de los períodos más trascendentales para una comunidad que hasta ese momento había sido marginada. Sin embargo, décadas después, durante los años 70 y 80, Harlem pasó por momentos lamentables de su historia, convirtiéndose en sinónimo de delincuencia e inseguridad.

Con la rehabilitación de viviendas, nuevos comercios, centros educativos y galerías de arte, Harlem atraviesa por una ola de gentrificación (proceso mediante el cual la población original de un sector es progresivamente desplazada por otra de un mayor poder adquisitivo). Su arquitectura ahora es una mezcla de los brownstones históricos del área con reinterpretaciones de estos o incluso de edificios grandes y modernos. Como esta zona se está diversificando con rapidez en el aspecto cultural, social y económico, hoy es una gran fusión de culturas y tradiciones, desde la afroamericana y la senegalesa hasta la puertorriqueña y otras. Esto ha originado un abanico de opciones gastronómicas para la comunidad local de Harlem y para quienes visitan esta multifacética área de Nueva York.

Aquí les comparto algunos de mis restaurantes favoritos, que no solo destacan por la comida, que es deliciosa e innovadora, sino también porque son lugares que reflejan la historia y evolución del barrio.

Sylvia’s 
328 Malcolm X Blvd. New York, NY 10027 

“Brazil, France, Liverpool, Israel, Spain, New York in the house”, canta una mujer mientas pasa de mesa en mesa preguntando la procedencia de la clientela ese “domingo de góspel y brunch”. Mientras tanto uno puede deleitarse con la comida típica sureña, como los waffles con pollo frito, mac and cheese, costillas a la barbacoa, pie de manzana y la red velvet cake. Sylvia’s, llamado así por su fundadora Sylvia Woods, la “Reina del Soulfood”, abrió sus puertas en 1962 y se ha convertido en el corazón de Harlem. A pesar del éxito y de ser un restaurante muy turístico, sigue siendo un establecimiento familiar.

Red Rooster 
310 Lenox Ave. New York, NY 10027 

Si tuviera que recomendar solo un restaurante que represente lo que es Harlem actual, esa confluencia de culturas, sin duda alguna me inclinaría por Red Rooster. El chef Marcus Samuelsson abrió Red Rooster en 2010 con el propósito de mezclar las tradiciones culinarias afroamericanas con sus propias raíces —Samuelsson nació en Etiopía, pero creció en Suecia. Desde entonces, se ha convertido en una celebridad en Nueva York y es adorado por la gente en Harlem, ya que sus restaurantes crean nuevas oportunidades de empleo para la comunidad. ¡Ni hablar de la comida! Las albóndigas Helga —plato inspirado en su abuela Helga, quien le enseñó a cocinar— es uno de los más populares. El Fried Yardbird, su interpretación del típico pollo frito, es una delicia y viene acompañado de ñame rostizado. Y no puede faltar el pan de maíz que traen como entrada: ¡es espectacular! Si van a cenar, recomiendo bajar al Ginny’s Supper Club, en el sótano, donde podrán disfrutar música latina, jazz, blues y muchos otros géneros.

Chaiwali 

274 Lenox Ave. New York, NY 10027 

Chaiwali es uno de esos lugares adonde vale la pena ir, tanto por su comida como por su decoración ecléctica, peculiar y divertida. Anita Trehan nació en Nueva Delhi (India) y en 2015 abrió Chaiwali, su primer y único restaurante, en parte porque quería un lugar donde se hiciera un auténtico té chai, no esos chai lattes diluidos que se encuentran en cada esquina de Nueva York. Para ella, “la comida es el lenguaje más importante mediante el cual se forman vínculos perennes”. Eso fue lo que la impulsó a abrir este lugar. La comida es variada: puedes empezar con las samosas de papas y después comerte un delicioso naanwich de pollo tandoori. A los vegetarianos les recomiendo la hamburguesa de kale, acompañado por unas papas de okra. Para terminar, no se olviden del té chai. ¡Es imprescindible!

Maison Harlem 
341 St. Nicholas Ave. New York, NY 10027 

Si estás por Harlem y buscas un lugar donde te puedes comer una clásica y deliciosa hamburguesa mientras lees tu libro, o un lugar donde te puedes sentir relajado, debes ir a Maison Harlem. Este restaurante fue abierto en 2013 por dos franceses: Samuel Thiam, quien vive en Harlem hace más de quince años, y el chef Romain Bonnans, de Toulouse. Maison Harlem es muy conocido por sus platos típicos franceses, como el Croque Monsieur, el Coq au Vin y el Couscous Royal, plato proveniente de Túnez. Una mujer que estaba en la esquina de la barra me comentó que para ella Maison Harlem es como su segunda casa, un lugar donde siempre se conoce gran diversidad de gente y surge una conversación o conexión memorable.

Safari 
219 W 116th St. New York, NY 10026

Safari —ubicado en una calle conocida como Le Petit Senegal, por la plétora de comercios senegaleses— es el único restaurante somalí en Nueva York. Abrió sus puertas en 2015 y fue un éxito inmediato. Somalia, en la punta oriental de áfrica, fue una colonia italiana hasta 1941 y, por ende, allí es muy común almorzar o cenar un plato de espagueti con carne a la boloñesa. Pero en esta ocasión decidí probar el Hilib Ari: un cabrito asado con arroz basmati y una salsa llamada BizBaz. También probé el Chicken Suqaar: pollo marinado con jengibre, pimentones, paprika, cúrcuma y otras especias somalíes. Terminé la comida con un café típico somalí con sabor a jengibre. Me cautivó una de sus paredes de madera, con el alfabeto somalí tallado en ella.

Sushi Inoue 
381 Lenox Ave. New York, NY 10027

Sushi Inoue abrió sus puertas en julio de 2015 y sin duda fue una adición inesperada al barrio. Rodeado de bodegas, iglesias, supermercados y restaurantes latinos, Sushi Inoue sobresale como pez fuera del agua, pues nadie se hubiera esperado que alguien abriera un restaurante japonés en esa esquina; sin embargo, ha sido un gran complemento para la oferta gastronómica de la zona. El chef Shinichi Inoue practicó el arte del sushi por más de veinte años en Japón antes de abrir Sushi Inoue, su primer restaurante. Se ha destacado por servir omakase, una comida compuesta de cinco platos escogidos por el chef, en donde resaltan los ingredientes frescos, el arroz y la atención a los cortes. En 2017, la prestigiosa lista Michelin le otorgó una estrella, siendo el único restaurante de Harlem que ha recibido este célebre reconocimiento.

Para terminar, si desea tomar un buen espresso recomiendo tres lugares que se especializan en servir diferentes tipos de café del mundo, desde Etiopía y Papúa Nueva Guinea hasta Latinoamérica: Lenox Coffee (60 W. 129th St.), ACP Coffee (2286 Adam Clayton Powell) y, por último, Harlem Coffee (151 Lenox Ave.). Estos tres lugares muelen su café allí mismo y el aroma que producen lo enganchan desde el otro lado de la calle.

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