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Playa Venao: En plena ebullición

Playa Venao, el nuevo paraíso turístico de Panamá, situado en el distrito de Pedasí, es el corazón de un complejo de más de cincuenta kilómetros de playas que se perfila como la costa del wellness y del surf y atrae con la misma intensidad a aventureros, familias recién conformadas e inversores internacionales.

Por: Margarita de los Rios

Fotos: Luis Zamora @luis_zamorav

Esta mañana madrugamos para seguir los pasos de Assaf Allouche hacia una sesión de sound healing en lo alto de la Montaña Mágica. Bajo las profundas vibraciones del gong y las melódicas palabras de Kate Edelstein —la curandera de Playa Venao—, me dejo llevar a una especie de éxtasis que penetra mis huesos y todos mis sentidos. Arriba luce la estructura de madera característica del Reactor de Playa Venao mientras el sol, en frente, va desplegando poco a poco el día.

Cierro los ojos y dejo que los 200 Hz del gong hagan lo suyo mientras intento captar lo que mis anfitriones llaman el “espíritu venao”: una especie de alma libre, que está a medio camino entre el hippie de los años 60, el yuppie de los 80 y el emprendedor de los 2000. Es una especie de “forma de ser” que en Venao ha ido conformando una comunidad de amigos, la mayoría de expatriados en edad media (entre los treinta y los cincuenta), cuyos orígenes se amplían cada vez más, y un incipiente grupo de locales que han elegido este lugar como su habitación.

Playa Venao Wellness
Surfista-en-Venao

Hace veinte años, Playa Venao no era más que una playa con la mejor ola de surf de toda la región. Las tierras pertenecían en su gran mayoría a un latifundista dedicado a la ganadería y la playa era aprovechada por aventureros que habían ido regando la voz entre los aficionados al surf sobre esta ola, larga y constante, tibia todo el año y con suelo de arena, que además es fuerte a un lado de la playa, ideal para los profesionales, y suave y gentil al otro, como la desean los novatos.

En Venao se ha conformado una comunidad de amigos, la mayoría expatriados en edad media, y un incipiente grupo de locales que han elegido este lugar como su habitación. 

Cuando los surfistas se volvieron adultos e hicieron sus propios capitales, comenzó el gusto por establecerse en el lugar y el propietario tradicional decidió venderles su terreno. Los primeros inversores solo querían capitalizar, pero luego se enamoraron del lugar y se convirtieron en verdaderos colonos. Se mudaron allí con sus familias, sin que hubiera una gasolinera, un banco ni mucho menos una escuela, supermercado o un hospital. Y literalmente araron en el desierto.

Entre ellos está Assaf Allouche, nuestro líder de la mañana, dueño de uno de los lugares más célebres de la playa: El Sitio, y creador del Reactor Venao, fiesta de tres semanas que se celebra una vez al año y atrae a jóvenes del mundo entero para escuchar la magia de la música electrónica de los treinta DJ invitados.

En la línea de playa de Venao existe un conjunto de hoteles y habitaciones turísticas además de escuelas de surf y talleres de bienestar.

Assaf Allouche, promotor del Reactor Venao
Assaf Allouche es el promotor del Reactor Venao, una fiesta de tres semanas.

Durante la fiesta hay sesiones de yoga, meditación y sound healing como resultado de esta especie de santuario para el equilibrio emocional que se fue creando entre la comunidad, en donde también hay maestros de kundalini yoga, hatha yoga, yoga aéreo o animal flow. Según Eryka Hordyshava, una de las extranjeras con mayor amor a esta tierra y autodeclarada “embajadora de Venao”, “este es un espacio donde tu alma puede descansar, tu cuerpo puede rejuvenecer y tu creatividad puede fluir”.

Yoga-Sessions

Entre los más activos desarrolladores de Venao está Ilan Shatz, empeñado en hacer de Venao una ciudad adonde los panameños quieran ir a echar raíces, tener hijos y correr sus negocios. Por ello es uno de los impulsores de la nueva escuela y una clínica adonde vengan especialistas de forma alternada. “A mí me gusta surfear y montar bicicleta, y quiero seguir haciéndolo”, por eso eligió vivir e invertir en un área como Venao. Por eso también planea el impulso de una zona libre para atraer empresas de tecnología, donde se produzca conocimiento para exportar.

The Creator Center, la nueva escuela, que tiene la misma dirección y el mismo currículo internacional de Playa Buenaventura, apenas abrió hace unos meses y ya tiene más de cincuenta alumnos. Daniel Moreinis, nuestro anfitrión, presidente de la Cámara de Turismo de Pedasí e inversor de Playa Venao, nos explica que Venao sufrió un segundo boom a partir de la pandemia.

Ilan Shatz es un empresario empeñado en que Playa Venao sea una ciudad adonde los panameños quieran ir a echar raíces, tener hijos y correr sus negocios.

Muchas familias pasaron la cuarentena en la zona y decidieron quedarse, y llegó también una nueva ola de inversores que le están imprimiendo un nuevo dinamismo. Otros de los pioneros, que aún adelantan proyectos y están empeñados en sacar adelante a Venao, son Adi Shlush y Daniel y Michael Rudasevski, quienes fundaron Selina, célebre marca de hostales que le dio la vuelta al mundo. Hoy Michael avanza con el proyecto Blue Venao, un desarrollo de casas, apartamentos y un hotel frente a la playa. Según Michael, “nadie en el mundo dice quiero ir a vivir a Venao. Pero llegan de vacaciones y todos quieren quedarse. Todos quieren hacer parte de esto que está sucediendo aquí”.

El Sitio se ha ido constituyendo como el lugar más célebre de la playa y es sede del Reactor Venao, multitudinaria fiesta de tres semanas. 

Sebastián Comte es muy joven. Llegó apenas hace unos años en el segundo boom de Venao y en compañía de sus hermanos desarrollaron el hotel de retiros Alaya. Nos cuenta que visitaron toda Panamá, pero eligieron Venao por ese factor especial que le da la comunidad. El hotel, primer glamping de lujo en Panamá, fue diseñado sobre el principio de sostenibilidad. Tiene un restaurante de calidad para el cual no importan ningún insumo, pues “la idea es crear una economía circular y por ello compramos la carne de Las Tablas y el pescado directamente a los pescadores”. Su esposa, Natalia de Diego, es profesora de yoga y una de las líderes de las prácticas de bienestar en la región.

Tuira Torrijos llegó a Venao enamorada del chef Andrés Morataya, quien había tenido un éxito inusitado con el restaurante Panga, en Pedasí. A ellos los afectó la pandemia y el restaurante cerró, pero ahora Tuira se beneficia de este segundo auge representando el concepto de Wao. Esta marca, que utiliza contenedores reciclados en su arquitectura, tiene cuatro desarrollos, entre los cuales se cuenta un hotel en la playa y otro apenas a unos pasos: el Jungle Venao, además de la escuela Manglares, la primera que hubo en la zona, también con currículo internacional.

Alaya Glamping

Elad Asiag es otro ejemplo de emprendedor que eligió a Venao para quedarse. Llegó en 2008 y años después conoció a Maya Tavares, quien fue a Venao en sus vacaciones para ver ballenas. Se enamoraron y se casaron. Ahora están diseñando un centro de eventos en el terreno que adecuaron para su boda y una piscina con olas. Fueron ellos quienes desarrollaron las canchas de pádel, que ya funcionan y serán el corazón de un centro comercial abierto, con senderos para caminar y mucha sombra. “Estamos enamorados de este lugar y queremos que crezca bonito”, dice Maya.

También para los ambientalistas

Canopy Venao.
Caroline Howell, en compañía del consultor César Zambrano en medio del proyecto del Canopy Venao.

No todo lo que brilla en Venao son modernos desarrollos hoteleros o de vivienda. En la parte alta de la carretera, Caroline Howell trabaja de sol a sol para restaurar el bosque seco tropical en un área devastada por la ganadería intensiva y la antigua tradición de roza y quema, que dejó la tierra muerta. En compañía del filántropo Omani Carlson, crearon Canopy Venao y ahora trabajan en colaboración con Pro-Eco Azuero. La idea es restaurar el corredor forestal a Cerro Hoya, de casi 20.000 hectáreas, y así salvar el hábitat del mono araña de Azuero, especie endémica en vías de extinción. Ya sembraron 25.000 árboles de 76 especies nativas con la ayuda de 250 voluntarios de diez países. Pero la idea va más allá: se trata de actualizar las técnicas de agricultura a unas más sostenibles y hacer reforestación y agricultura regenerativa, para que haya más retención de agua y más recursos para las generaciones futuras. “Con un poco de inversión y mucho esfuerzo, es posible hacer grandes cambios”, dice Caroline.

Eco Venao

A mitad de camino entre el hospedaje turístico y el proyecto puramente ecológico está Eco Venao. Situado sobre 140 hectáreas, es un proyecto de reforestación que también busca restaurar el ya escaso y casi desaparecido bioma del bosque seco tropical. En los últimos quince años, el Proyecto Eco Venao ha reforestado más de treinta hectáreas de terreno con la siembra de más de 50.000 árboles. Eco Venao es también un desarrollo turístico con cabañas frente al mar y tiene un vivero en donde resguardan los huevos de tortuga, para ponerlos a salvo mientras llega la hora de liberar a los neonatos, una actividad muy popular entre los turistas. Es así como Venao lo reúne todo: playa, yoga, hierbas medicinales, excelentes hospedajes, muy buena comida, ecoturismo y un espíritu libre que de alguna manera contagia.

Tanto los desarrollos de playa como las cabañas en la montaña componen el “espíritu Venao”.

Qué hacer en Venao

Clases de surf 

Kahuna Surf, El Sitio. 

@kahubavenao 

 

Clases de yoga 

Consulte el calendario: https://venaoguide.com 

www.venaolife.com/bienestar 

 

Tienda de hierbas medicinales y sanación con sonido 

@serprana, cel. 6565 2565. 

 

Pesca 

@playavenaofishing 

 

Observación de tortugas 

https://tortugasplayavenao.com 

 

Dónde comer 

Con recomendaciones de Erika Green. 

Cantina: tapas, improvisación del chef Eric. 

Hummusería: el mejor hummus. 

El Sitio: con DJ al atardecer. 

Selina River: con muchas opciones veganas. 

La Quincha: comida gourmet española-panameña. 

Wao Venao, Motek: dulces, helados y café. 

Hotel Alaya: exquisita comida en un escenario inmejorable para una cena de lujo. 

Rubén: restaurante interior con vista al mar. 

 

Vea la lista completa de restaurantes en https://venaolife.com&restaurantes 
Vea la lista completa de opciones de hospedaje en https://www.venaolife.com/where-to-stay-in-venao 

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