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ReportajeEl regreso de Carlos Vives

El regreso de Carlos Vives

Por: Rodrigo O. Sánchez
Fotos: Cortesía de The Dream Team Agency

Hace veinte años era prácticamente imposible no escuchar o ver a Carlos Vives. Después de lanzar tres álbumes de balada con poco éxito, su música se volvió omnipresente en Latinoamérica gracias al género que lo acompañó cuando niño: el vallenato. Interpretando al compositor Rafael Escalona (una de las principales figuras del género) en la pantalla chica en la novela colombiana Escalona, Vives grabó dos discos con las canciones que interpretaba en la producción televisiva, titulados Escalona: Un canto a la vida y Escalona: Vol. 2. En medio del apogeo de la novela y los dos discos, lanzó en seguida el álbum Clásicos de la provincia (1993), en el cual fusionó el vallenato con el pop. El éxito rotundo de este trabajo tomó a todos por sorpresa, incluyendo a Vives, cuya compañía disquera descartó su esfuerzo como algo de potencial apenas “local”. El tema más exitoso fue “La gota fría”, que se convirtió en un clásico; ese disco le valió el premio Billboard al mejor álbum del año.

Siguieron más éxitos, diversos premios incluyendo premios Grammy, giras de lleno total y la aprobación del público y crítica. Después de un periodo de ausencia, en 2012 volvió a las pantallas de televisión cuando fue invitado a ser juez del programa La Voz Colombia. Este año regresa con su primer álbum desde 2009: Corazón profundo, cuyo lanzamiento al mercado se espera en abril. El tema principal “Volví a nacer” es ya un gran éxito y debutó en la posición número 1 de la lista Hot Latin Songs de Billboard (la cual mide la popularidad de todas las canciones en el mercado latino); y al cierre de esta edición aún permanecía entre las diez primeras luego de trece semanas al aire. Veamos lo que contó en exclusiva para Panorama de las Américas.

¿Cuál es la inspiración tras el tema “Volví a nacer”?

Ese tema fue escogido por mi equipo de trabajo para hacer parte de mi nueva producción titulada Corazón profundo. La inspiración empezó cuando mi equipo me dijo que era hora de hacer un nuevo álbum para la industria y empecé a escribir canciones y volver a escuchar otras que ya había escrito pero no había lanzado. Al final escogí muy pocas de esas que había escrito con anterioridad, pues sentía la necesidad de componer material nuevo para estar más en el momento y poner en práctica toda la experiencia que adquirí tocando con la banda. Quise hacer canciones muy frescas. Estaba aquí en Santa Marta, frente al mar, cuando llegó la orden de que tenía que presentar un álbum y empecé a componer. Entonces le escribí “Volví a nacer” a mi esposa Claudia, no pensando que iba a ser el primer sencillo del disco, sino simplemente dejando que las cosas fluyeran, hablando un poco de amor y al estilo nuestro, teniendo algo de tradicional pero bastante modernidad a la vez. El tema fue muy inspirado en ella y en el amor. Sentí que ella formaba parte de la oportunidad que la vida me daba de hacer otro álbum para mostrar a la industria. Fue una canción que me salió en medio día. Teniendo toda esa información en mi cabeza y sabiendo lo que la gente espera de mí, me fui guiando. Fue mi equipo quien dijo que ése era el tema de punta de lanza para retomar el camino. Tiene todos los elementos esperados y un mensaje muy claro de que ya estoy de regreso.

Tengo entendido que tu hijo estudia producción musical. ¿Cómo te sientes con respecto a los cambios de la industria y del futuro de tu hijo en ella?

La industria cambió en muchos aspectos y la tecnología viene trayendo muchas posibilidades, pero al final siempre continúa siendo alimentada de una raíz espiritual. Cuando hablo con él y escucho su música, siento que las cosas que me muestra son muy modernas, pero siguen siendo folclóricas y muy espirituales. Eso no va a cambiar. Cambian las posibilidades, las alternativas y otras cosas, pero el fin de la industria no cambia. Siempre habrá espacio para las buenas ideas y para la buena música. Esto no significa que no se vayan a colar cosas más baratas o desechables en momentos de economía difícil. Pero al final de cuentas, hoy en día es más fácil producir un disco. Puedes hacer un pedazo en Los ángeles, otro en Colombia y otro en Londres, y luego juntarlo todo en una consola. Sin embargo, lo que prevalece es el artista y su corazón. El corazón de la gente no va a cambiar. Hoy en día hay muchas posibilidades y cosas más baratas que parece que fueran a sustituir a las cosas más finas; pero considero que eso no es así, ya que hay mercado para todo. Siempre habrá un espacio para un buen artista, ya sea que grabe con 18 músicos en un estudio o lo haga simplemente con un teclado en su cuarto.

¿A qué le atribuyes el éxito masivo que tuvo tu disco Clásicos de la provincia?

El Caribe de Colombia es un lugar muy mágico y rico. Aquí se generó un repertorio que fue creciendo y transmitiéndose de forma oral a lo largo de muchos años. Nuestros abuelos nos hablaban de compositores como Carlos Huerta, entre otros, e interpretaban sus canciones. En ciertas reuniones familiares se cantaba esa música y siempre había una relación muy sentimental con ese repertorio y tradición. Era algo muy familiar y todo eso formaba parte de la tierra, de la casa de uno; era algo muy sentimental. Sin embargo, ese folclor tan querido de nosotros no había sido llevado a la industria musical de forma significativa. Empecé a pensar en esto que te cuento y fue así que fui hilando la idea para este trabajo. Mi visión entonces fue no solo hacer lo mismo, sino ponerme en la posición de productor ante esa música y tradición. Quería poder plasmar esa magia y esa emoción que se sentía en la parranda en ese disco. Quería capturar esa emoción de un juglar que se para a cantar sin micrófono, sin luces, sin nada, pero que mueve a la gente de esa manera tan fuerte. Todo eso resultó en Clásicos de la provincia.

¿Cuál ha sido el momento más bonito de tu carrera?

He tenido varios momentos muy lindos. El más bonito de todos fue cuando tomé la decisión de hacer una propuesta musical que en ese entonces la industria musical descartaba como algo simplemente local y sin posibilidades de proyección internacional. Junto con mi equipo armamos aquel proyecto que explotó internacionalmente y fue algo muy lindo de ver y experimentar. Ese momento en que un artista encuentra que su camino lo lleva a lugares impensados es algo muy bonito.

¿Qué ha sido lo más difícil en tu carrera?

La estabilidad en esta industria tan cambiante. Las personas de esta industria son los intermediarios entre el público y yo. A veces no es fácil bregar con eso. Cambian las casas disqueras, cambia su personal, el presidente de la compañía, y siempre hay personas que te apoyan más y otras que te apoyan menos. Navegar por todo eso es un poco difícil.

Después de tanto éxito, ¿sientes que todavía te falta algo por alcanzar como artista?

No quiero perder el público que nos ganamos. Quiero volver a esos lugares en donde nos llamaron y nos quisieron. Jamás pensé en los premios, a pesar de que los aprecio y los agradezco. Quiero que mi familia esté conmigo hasta que sea viejo. Siento que me falta mucho por darle a mi público y quiero compartir muchas cosas nuevas.

Háblame de la labor social que has hecho con UNICEF y demás organizaciones.

Junto con mi esposa Claudia he estado trabajando con la niñez menos privilegiada y todos los retos que enfrenta en países como Colombia. Es una experiencia muy gratificante y hermosa, pero uno quisiera tener recursos mayores y colaborar más. Uno siente que se queda corto de tiempo y dinero, ya que los problemas son muy grandes. La problemática es tan grande que lo que uno hace es solo un granito de arena. Es algo que te llena mucho como ser humano, pero entristece a la vez ver esa realidad tan cruda que enfrentan nuestros países.

¿Qué representa ser jurado en el reality La Voz Colombia?

Este formato en que se da el show es muy hermoso, es un reality pero a la vez no lo es. Es muy divertido y especial. Explora el talento colombiano y seleccionamos 130 voces de un grupo de 9.000. Todo está hecho con mucha ética y es muy bonito. Los demás jurados y yo tenemos la oportunidad de mostrar nuestro lado humano. A pesar de que he trabajado mucho en televisión, siempre fui un personaje, y este show me da la oportunidad de ser yo mismo en la pantalla. Colombia siempre ha sido una potencia musical y esta experiencia solo me lo reafirma. Ha sido algo muy emocionante y divertido.

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