Andrés Parra: en el escenario, como pez en el agua
Conocimos al multifacético Andrés Parra en la piel de personalidades tan complejas como Pablo Escobar y Hugo Chávez. Sin embargo, lo primero que nos sorprende al hablarle es su mirada apacible y su gran sentido del humor. Una de las figuras más solicitadas por las plataformas de streaming, habló a Panorama de las Américas sobre su exitosa carrera y sus proyectos futuros.
Por: Paula Ríos
Fotos: Cortesía
¿Qué hechos o experiencias determinaron su vocación?
El teatro apareció en mi vida de manera accidental. A mis ocho años, entro a la capilla del colegio y encuentro el montaje de una obra. Algo en mí se activó de manera automática: fue una epifanía. Me involucré luego en el grupo y descubrí que me sentía muy a gusto. A lo largo de mi vida tuve que ir a terapia y trabajar mucho en mí mismo, hasta que descubrí que el escenario era ese lugar seguro que buscaba. La vida me dio un regalo hermoso, una profesión en la cual me siento absolutamente feliz. Actuando me siento como pez en el agua, ese es mi verdadero ambiente, mi lugar en el mundo.
¿Cómo impactó en tu vida Pablo Escobar: el patron del mal?
El teatro apareció en mi vida de manera accidental. A mis ocho años, entro a la capilla del colegio y encuentro el montaje de una obra. Algo en mí se activó de manera automática: fue una epifanía. Me involucré luego en el grupo y descubrí que me sentía muy a gusto. A lo largo de mi vida tuve que ir a terapia y trabajar mucho en mí mismo, hasta que descubrí que el escenario era ese lugar seguro que buscaba. La vida me dio un regalo hermoso, una profesión en la cual me siento absolutamente feliz. Actuando me siento como pez en el agua, ese es mi verdadero ambiente, mi lugar en el mundo.
Has sido Pablo Escobar en dos oportunidades, Hugo Chávez en El comandante y uno de los hombres claves del FIFA Gate, en El presidente. ¿Nos cuentas tu experiencia con estos personajes?
También fuiste Chayo en El robo del siglo, la serie que recrea el atraco más grande de la historia de Colombia. ¿Cómo llegó este proyecto a tus manos?
Yo venía de rodar El presidente, en Chile, y en la fila de migración, en el aeropuerto de Bogotá, recibí la llamada de la productora de la serie en Netflix. El proyecto me encantó, era la oportunidad para volver a trabajar con Christian Tappan, diez años después de Escobar. Fue una experiencia maravillosa.
Los protectores es la nueva serie de Star+, en donde encarnas a un representante de fútbol. ¿Qué nos puedes contar al respecto?
Es una serie muy especial para mí, porque me ha dado un respiro. Es la historia de tres mánager de futbolistas que son un desastre. El personaje de Reynaldo me permite jugar, experimentar; él no tiene filtro, es imprudente, dice lo que piensa y esto admite una libertad creativa que valoro mucho y me llena el alma. Hacía tiempo que no realizaba humor del tipo absurdo. Rodar esta serie en Argentina es otra bendición. Yo quisiera que Los protectores durara muchos años; son como unas vacaciones pagas.
¿Sueñas con interpretar algún personaje específico?
Normalmente no me hago esa pregunta, pero llegó a mi vida otro proyecto muy potente. Ahora estoy haciendo dos cosas a la vez: actuando en Los protectores y comenzando a construir este nuevo personaje, del cual todavía no puedo hablar, pero que esperé durante mucho tiempo. Vuelvo a elaborar uno de esos personajes complicados que me gustan tanto: oscuros, sórdidos, que incomodan y despiertan muchas preguntas. A mí me atrae mucho la complejidad humana, y este nuevo trabajo me mantiene desafiante.
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