Los puños de Atheyna Bylon
La primera mujer en darle una medalla olímpica a Panamá tiene un físico imponente. También es una mujer de risa amplia y fácil, tranquila y con un espíritu que ella misma catalogaría como chévere. Atheyna es la prueba de que no hay manera de lograr la cima sin una mentalidad positiva y ganadora.
Por Alexa Carolina Chacón
Fotos: Paul Castillero
Llegamos antes del mediodía al gimnasio de la Policía Nacional en el corregimiento de Ancón, Ciudad de Panamá, donde nos esperaba Atheyna Bylon y el equipo que la acompaña para realizar la entrevista. Tres semanas han pasado desde que se alzara con la medalla de plata en la categoría de 75 kilogramos en el deporte de boxeo, en los Juegos Olímpicos de París. En estos 21 días Atheyna ha vivido lo esperado: decenas de entrevistas, apariciones con patrocinadores y miles de fotos con niños y adultos que quieren un recuerdo con una grande del deporte panameño.
Se nota que, aunque no está acostumbrada, lo disfruta. No le gusta perder tiempo, por lo que es eficaz en cada movimiento frente a la cámara. Una vez sentadas frente a frente, veo a una mujer con una confianza en sí misma arrolladora. Mira a los ojos y ríe mucho… A todo sabe sacarle algo bueno. Habla segura, pero con un tono de voz amigable. Ella misma lo dice, es de amigos y de estar rodeada de gente que la quiere. Después de leer la entrevista y escucharla en los videos de nuestras redes sociales @panoramadelasamericas, usted, como yo, también querrá ser amigo de Atheyna Bylon.
Vestuario Atheyna: Conjunto pantalón blanco en técnica artesanal de pasamanería. Colección SS’19 Peace, MOISÉS SANDOYA Brand.
Maquillaje: Romina Pitti
P. Han pasado tres semanas desde la medalla de plata. Viendo hacia atrás, ¿qué pasa por tu mente ahorita?
¿Qué sientes?
R. La verdad, he vivido muchas cosas, estoy disfrutando cada momento, cada día. Ha sido cansón, no lo voy a negar, pero pienso que todo ha valido la pena. El sacrificio que hice hace muchos años ha valido la pena. El sacrificio de representar a mi país me hace sentir muy orgullosa y dejarlo en alto aún más. No fue fácil, pero al llegar a Panamá y ver el cariño de la gente, el recibimiento que me dieron, definitivamente digo: valió la pena. Estoy cosechando los frutos de tanto
P. Cuéntanos de tu infancia. ¿Siempre soñaste con ser boxeadora?
R. La verdad no, yo empecé boxeo a los 24 años por la Policía Nacional, donde mis compañeros me motivaron. Al principio yo no quería, pero una vez arranqué ganó mi mentalidad de que, si voy a hacer algo, tengo que hacerlo bien. Pasados un par de meses ya estaba en la selección nacional representando a mi país. Fue en la Policía que me convencieron de que tenía el biotipo, que tenía el alcance y la contextura física. Al principio tenía recelo, porque es un deporte que catalogan como de hombre, pero una vez vi que podía, el resto es historia.
P. ¿Cómo fue el lugar donde creciste? ¿Qué recuerdas de tu infancia?
R. Crecí en San Miguelito, entre Torrijos Carter y Mano de Piedra. Mi abuela vivía en Mano de Piedra, en el Valle de Urracá, y mi mamá en el Mirador, en Torrijos Carter. Siempre fui una niña activa, que le gustaba estar jugando en la calle con todos los vecinos. Si mi mamá me decía que no podía salir, yo igual buscaba la manera. Siempre fui de hacer amistades, una niña bien social, también competitiva con mis vecinos. Yo jugué todos los juegos de mi generación, no me perdí nada. Disfruté mucho mi infancia.
P. Tu madre es un pilar grande en tu vida, ¿cuáles fueron las lecciones de vida que te dio ella que sientes te tienen hoy donde estás?
En casa de mi mamá éramos mi hermana y yo solamente. Mi hermana me lleva tres años, así que ella mandaba, porque mi mamá trabajaba. Siempre me inculcaron respeto, sobre todo a las personas mayores, también la mentalidad de que todo se puede lograr. De que hay que sacrificarse si uno quiere algo, me enseñaron a ganarme las cosas en mi hogar. Mucha educación. Con solo la mirada de mi mamá ya yo estaba en cintura (ríe). Con mi abuela era lo mismo, ella ya no está, pero lo es todo para mí. Crecí rodeada de puras mujeres, somos puras tías y primas. Muy unidas, trabajadoras, siempre me hicieron saber que las cosas no llegan fácil, que hay que trabajarlas. Yo empecé a trabajar a los 17 años, gracias a Dios no por necesidad, sino porque quería tener lo mío. Siempre hemos sido de la idea de que uno tiene que construir las cosas uno mismo, que no necesitas un hombre para tener lo tuyo. Con todo y que estoy casada, siempre trabajé desde pequeña por tener lo mío.
P. Atheyna Bylon, sargento primero. ¿Por qué decidiste entrar a la Policía Nacional y que significa esta institución para ti?
R. Significa mucho porque fue la que me inculcó el boxeo. Sin la Policía Nacional no hubiera encontrado el deporte; significa todo, mi vida como deportista. Yo misma me pregunto a veces como llegué aquí y por qué. Un día estaba en casa viendo la televisión con mi mamá y salió un anuncio de la Policía, y yo dije “me voy a meter”. Y al día siguiente fui yo solita a llenar los papeles, mi mamá pensó que era mentira. Y aquí estoy, quince años después como sargento primero y con una medalla olímpica.
Si tuvieras que decirle a alguien que no te conoce una sola cosa sobre ti, para describirte, ¿qué le dirías?
Que yo soy bien chévere (ríe). Que yo disfruto la vida, que soy buena amiga. A mí me gusta ser y hacer equipo. Yo siento que uno hace su vida solo, y eso es importante, pero uno siempre necesita alguien para cuanto te caigas, te levantes, para que te dé un consejo, alguien con quien reírte, en las buenas y en las malas. Le diría que yo soy chévere en todos los sentidos.
P. ¿Cuál es tu ritual antes de cualquier pelea importante?
R. Siempre escucho música, pero no tengo muchos rituales, la verdad. De hecho, no me gusta que me traten como si fuera un momento especial, como si fuera un día diferente. A veces la gente a mi alrededor piensa que tienen que dejarme tranquila, dejarme meditar… pero me va mejor viviendo el momento y siendo yo misma. Para mí, es mejor cuando se trata como un día normal, quiero que la gente disfrute el combate y el resultado.
Eres una mujer panameña que pasará a los anales de la historia por muchas razones, ¿qué le dirías a un visitante que nunca ha pisado Panamá?
Qué es el país más bonito del mundo. Yo siempre cuando viajo le digo a la gente, ven a visitarnos; es más, te quedas en mi casa (ríe). No cambio Panamá por nada del mundo. Gracias al boxeo he visitado gran cantidad de países, pero cada vez que puedo invitar a alguien a mi país lo hago. La verdad, Panamá tiene todo; no hay que envidiarle nada a nadie.
P. ¿Qué hay en el futuro para Atheyna Bylon?
R. Quiero llegar a los próximos Juegos Olímpicos, una vez más voy por ese sueño. Trabajar duro para eso. Cuatro años de inversión nuevamente, con la disciplina que siempre me caracteriza. También quiero abrir un gimnasio, una fundación, son tantas cosas… pero al final logro todo lo que me propongo, gracias a Dios, espero poquito a poquito llegar.
Deja una respuesta