Temporada de ballenas en el Golfo de Chiriquí
Por: Javier A. Pinzón
Fotos: : Damiano Cavese, Javier A. Pinzón y cortesías Hotel Islas Secas
Recorrido por el Golfo
Quizás usted haya oído hablar del Parque Nacional Coiba y de sus prístinos mares y bosques, pero el golfo de Chiriquí, ubicado al suroeste de Panamá, conserva al menos otros dos archipiélagos, cuya biodiversidad es considerada un tesoro para el mundo.
Grandes extensiones marinas llenas de nutrientes para todo tipo de especies, islas cubiertas de bosques y costas bordeadas por manglares conforman uno de los refugios silvestres, más puros del mundo.
Desde finales de julio hasta mediados de septiembre, cerca de 2.000 ballenas llegan a Panamá provenientes del sur del continente. Vienen a buscar las aguas tibias del trópico para aparearse y dar a luz a sus ballenatos.
Un grupo de científicos nos acompañó en este recorrido por el golfo y sus tres archipiélagos y nos mostró cómo el desarrollo turístico tanto como las excursiones y las diversas experiencias no tienen que reñir con la conservación; al contrario, trabajando de la mano se pueden complementar. En cambio, otras industrias en el área podrían acabar con el delicado equilibrio de este patrimonio.
PRIMERO: La playa
Aun en el continente, en donde el verde se encuentra con el azul profundo, hallamos una de las grandes maravillas del golfo: el Refugio de Vida Silvestre La Barqueta. A esta playa enorme llegan a desovar tortugas verdes (Chelonia mydas), caguama (Caretta caretta) y lora (Lepidochelys olivacea). En los últimos años los conservacionistas han liberado un promedio de 30.000 tortuguitas por año, gracias al traslado de los huevos a un vivero. Normalmente, la temporada de desove comienza en junio y se mantiene hasta enero, y los nacimientos siguen hasta febrero.
Panamá ha implementado estrategias de conservación desde la cuenca alta de las montañas hasta el fondo de los mares. La idea es proteger la suma de ecosistemas que rodean al golfo, y no cada uno por separado, pues es el conjunto lo que ocasiona y garantiza que la biodiversidad permanezca.
SEGUNDO: Los manglares, un planeta entra la tierra y el agua
Ahora vamos remando bajo la sombra de este bosque en donde conviven ocho especies de mangle. Logramos realizar el recorrido porque emprendedores locales como Víctor Díaz y Elvis Villalobos han entrado en la onda del turismo sostenible así que, mientras nos guían, conversan sobre el valor de la zona. Desde nuestros kayaks podemos ver el entretejido de raíces. Estas cumplen la función de filtrar el agua y retener los sedimentos que descienden de las montañas, evitando que lleguen a las cristalinas aguas marinas del golfo. Si las aguas se oscurecieran con la tierra que baja del continente morirían los arrecifes y con ellos toda la cadena trófica que hace de este golfo el paraíso que es hoy.
Los sedimentos retenidos por estos manglares son también importantes depósitos de carbono. Según cálculos de Audubon y Wetlands International, se estima que los manglares del golfo de Chiriquí podrían almacenar más de trescientas toneladas de carbono por hectárea. Esto podría ser clave para un uso sostenible, así como una razón perfecta para restaurar aquellos que lo necesiten.
Estas aguas tranquilas también ofrecen las condiciones adecuadas para el nacimiento y la cría de tiburón martillo y pez sierra, especies en peligro crítico de extinción, y son guardería para otras muchas especies como el pargo y la concha negra. Para proteger este valioso recurso, el Gobierno de Panamá estableció el área protegida Manglares de David, en 2007.
Turoperadores para los manglares
Servicios Turísticos
Maribel Victoria
+507 6384 4948
Costa Trips Panama
+507 6770 3805
Bongo Outdoors Tours
+507 6090 9741
Y DESPUÉS: Al agua, patos
Protegidas por los densos manglares costeros, las más de setenta islas del golfo, distribuidas en los archipiélagos de Las Paridas, Las Secas y Coiba, cuentan con aguas cristalinas que albergan la mayor extensión de corales formadores de arrecifes del Pacífico Este Tropical.
Para visitarlas, salimos del puerto de Bocachica a bordo de una de las embarcaciones de Step by Step Travel. Con solo tocar el agua ya estamos navegando sobre el Parque Nacional Marino Golfo de Chiriquí, un baluarte fundamental para la preservación de la biodiversidad marina y terrestre en la región.
El corazón de este parque es el archipiélago de las islas Paridas: Parida, Paridita, Tintorera, isla Gámez, isla Bolaños y treinta más entre islas e islotes. El conjunto no solo ofrece parajes rocosos y acantilados, sino también playas que albergan una rica diversidad biológica. En sus aguas hay tortugas, delfines y ballenas, y en tierra viven aves como el loro frentirrojo, la torcaza, el perico carisucio, o reptiles como iguana verde, rana verde y negra y la impresionante tortuga baula, que sale con su paso lento a desovar en las islas.
Las aguas cristalinas del golfo de Chiriquí permiten el florecimiento de los arrecifes; las montañas submarinas dan albergue y cobijo a las especies animales, y las corrientes que allí confluyen llegan llenas de nutrientes. La suma de los tres constituye el mosaico perfecto para que la vida florezca.
Visitar las islas Paridas es relativamente fácil, pues en el mismo puerto de Bocachica y en la cercana isla Palenque, al otro lado de la bahía, se han levantado hoteles boutique con ánimo ambientalista y manejo sostenible de los recursos. Y si es aventurero, no lo dude un instante: gozará de un camping en isla Gámez, con una playa más extensa, o isla Bolaños, con aguas más cristalinas.
Una nueva ola de emprendimientos turísticos con mentalidad conservacionista y tamaño boutique se desarrolla en la zona y llama la atención de turistas conscientes.
A un poco más de treinta kilómetros mar adentro está el archipiélago de Islas Secas, paraíso marino que hace parte de este mosaico de vida. Allí los cinco grandes y los arrecifes están protegidos de métodos de pesca destructivos, pues solo está permitida la pesca artesanal sostenible, está prohibido el uso de múltiples anzuelos y redes de pesca, las cuales deterioran el suelo marino y tienen una alta tasa de pesca incidental. En Islas Secas, un hotel boutique de alta calidad recibe a los aventureros más exquisitos.
Nuestra meta final era el Parque Nacional Coiba, una reserva de 216.543 hectáreas marinas en donde se reúnen isla Coiba, con quinientos kilómetros cuadrados de bosque casi intacto, y otras cuarenta islas e islotes. El parque conserva, entre otros tesoros, el arrecife de coral de 135 hectáreas; el segundo más grande del Pacífico centro oriental y el mayor de la región centroamericana. Obviamente, nuestro primer objetivo era lanzarnos al agua con un esnórquel, cosa que hicimos en la playa doble de isla Cocos. El premio fue la visión cercana de tiburones de punta blanca, dos tortugas, un pez globo y una escuela de barracudas.
Quienes bucean con tanque encontrarán uno de los lugares de buceo más espectaculares del mundo. No precisamente por los arrecifes, sino por la gran cantidad de ejemplares de una misma
especie que viajan en enormes familias o por la presencia de los más grandes habitantes del mar: ballenas y tiburones ballena.
Coiba forma parte de la red CMAR (Corredor Marino del Pacífico Este Tropical), que enlaza islas de Costa Rica, Colombia y Ecuador naturalmente comunicadas por las corrientes marinas y los corredores migratorios. El CMAR busca mejorar la conservación de la biodiversidad marina en acción coordinada con los países vecinos. Para ser consecuente con su rango de Patrimonio de la Humanidad, Panamá ha sido más rígido en las regulaciones que lo protegen y por ello existe un área de no extracción de una milla alrededor de cada isla o islote.
La cadena de manglares que bordea el golfo es responsable de filtrar los sedimentos que bajan del continente. Gracias a su existencia, las aguas del golfo son cristalinas, tal como los arrecifes lo requieren.
Turoperadores para recorrer el golfo
Step by Step Travel, Boca Chica
+507 6144-2277
Costatripspanama, Moisés Botero, Chorcha Abajo
+507 6770 3805
Pacific Adventure Tours
+507 6673-0256
info@pacificadvent.com
Reserve éstas y otras experiencias en gotuuri.com
TRES HOTELES BOUTIQUE PARA VISITAR EL GOLFO DE CHIRIQUÍ
SEAGULL COVE RESORT
Bocachica
Este es el hotel de más fácil acceso, ya que está en el continente en el puerto de Boca Chica y cuenta con todas las facilidades para desplazarse por el golfo. Tiene habitaciones tipo bungalow con ventanas frente a la bahía, balcón privado, muelle privado y Tiki Bar sobre el mar.
Una de las actividades más especiales que se pueden hacer desde el hotel es el remo costero (único en la región) y, con expertos, surcar las tranquilas aguas aledañas, observando de cerca la flora, fauna marina y aves de las cercanas islas y manglares.
También se puede hacer avistamiento de aves y fauna en bote, stand up paddle board, island hopping con avistamiento de ballenas, clases de cocina panameña, pesca deportiva y paseos en el atardecer para avistamiento de delfines, aves y manglares.
En su restaurante Luna Azul sirven ocean to table y el menú varía según la temporada. Los ingredientes son obtenidos de proveedores locales, resaltando la fusión de todas las culturas gastronómicas que coexisten en Panamá.
El resort tiene trabajo con la comunidad para capacitación de guías locales en conservación y sostenibilidad, asegurando que los ecosistemas frágiles de la zona sean preservados para las generaciones futuras.
ISLAS SECAS
Islas Secas, reserva y resort, nombrado por su homónimo archipiélago de catorce islas protegidas en el golfo de Chiriquí, es la base perfecta para experimentar el increíble paisaje marino. Islas Secas ofrece actividades emocionantes, tours inspirados en conservación y todo el apoyo logístico para las experiencias marinas. Sus instalaciones y operaciones están basadas en la sostenibilidad: su energía es solar al 100%, sus aguas son reutilizadas para regar sus jardines y todos los desperdicios de comida son compostados.
Su oferta de hospedaje incluye Casa Cavada: para ocho huéspedes, con cuatro habitaciones y seis baños, en casi sesenta millas náuticas de protección marina; y casitas de una, dos o tres habitaciones.
El hotel ofrece restaurante gourmet, spa, yoga, buceo con tanque y esnórquel, caminatas guiadas, observación de aves y todo lo necesario para experiencias marinas.
Además de su oferta hospitalaria, Islas Secas sirve como estación biológica de monitoreo de largo plazo para indicadores biológicos, claves para entender la salud ambiental de sus bosques y mares. Se invita a los huéspedes a participar en proyectos
de investigación científica, interactuar con biólogos marinos cuando están en la isla y en proyectos científicos ciudadanos, incluido el monitoreo de especies marinas y aves del plan de conservación de la isla.
La Fundación Islas Secas apoya con fondos privados los esfuerzos de conservación de la fauna silvestre y marina en la región, incluyendo proyectos de la Fundación Marviva, la Sociedad Audubon de Panamá, el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales y Wetlands International. También desarrolla proyectos para la educación local y el servicio comunitario.
HOTEL ISLA PALENQUE
Muy cerca del puerto de Bocachica está isla Palenque, con una extensión de 140 hectáreas que incluye bosques naturales y ocho playas de aguas tranquilas y transparentes. En ese contexto se desenvuelve el Hotel Palenque, un complejo adscrito a la cadena Cayuga Collection, lo que garantiza una simbiosis de lujo con sostenibilidad.
El hotel tiene ocho casitas frente a la playa para cuatro huéspedes y una villa con seis habitaciones en una locación totalmente privada. Desde allí es posible tener experiencias como pesca, kayak, paddle board y caminatas naturalistas.
En su cocina se respeta la cuchara panameña con ingredientes locales y frescos. Y, como nos explica su vocero, Felipe Fernández, procuran siempre seleccionar su personal en las comunidades donde operan al igual que los proveedores, a quienes capacitan para que puedan darles un servicio con los estándares de calidad esperados. Como parte de esta nueva generación de hoteles, en los que hay un desarrollo empresarial consciente del entorno, el hotel apoya iniciativas que generen impacto positivo en las comunidades, como asilos de ancianos, escuelas y áreas protegidas.
Para lograr un manejo sostenible, miden los desechos generados por el hotel, para generar métricas que les permitan descubrir oportunidades de mejorar. Realizan también conteo de especies de flora y fauna, limpieza de las playas, apoyo en construcción o remodelación de senderos de áreas protegidas y tienen presencia en las cámaras locales de las comunidades donde operan.
2 Comments
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Adriana Forero Rubio
Que artículo tan interesante, ya quiero conocer Chiriquí, era maravilloso ir leyendo y transportarse al lugar, muchas gracias por eso artículos tan maravillosos y muy buena la fotografía