Bogotá: la cerveza artesanal se tomó la noche bogotana
La noche bogotana se anima y mucho tiene que ver en ello el gusto recién adquirido por la cerveza artesanal. No solo son sus sabores disruptivos elaborados con elementos locales, sino también sus bares que compiten con ambientes indies, punks, clásicos o juguetones.
Por Margarita de los Ríos
Fotos: Demian Colman
Mucha agua ha corrido debajo del puente desde que nacieran, hace ya cerca de 25 años, las pioneras. Fue tal el éxito de la Bogotá Beer Company o el de 3 Cordilleras, que fueron adquiridas por grandes compañías cerveceras. Pero su trabajo no fue en vano, el consumo de cerveza artesanal ha aumentado de manera exponencial en Colombia y nuevos sabores y mejores mezclas han cultivado paladares.
Según Teddy Peluffo de Errante, el mote de cerveza artesanal no se debe al tamaño de la planta, sino al cuidado en el detalle en el proceso de producción y el uso de ingredientes locales como café, cacao, panela y frutas propias del trópico o de la selva, como pueden ser el corozo o el azaí. Y para distinguirlas de las que han sido absorbidas por las marcas industriales, ahora se habla mejor de las cervezas artesanales independientes.
He aquí siete de las más de 250 cervecerías que están marcando tendencia en Bogotá.
PARQUE DE LA 93
Birrería Macha
Cra. 13A n.° 93-91
“Macha” es una palabra colombiana que expresa una actitud de valentía o “verraquera” que pueden tener con igual intensidad tanto hombres como mujeres. Con ese nombre funciona, frente al Parque de la 93, un local fresco, iluminado y alegre, lejos de la estética masculina de las cervecerías tradicionales. Allí, Pablo Bermúdez —bisnieto de quien fuera el dueño de la Cervecería Andina, la última cervecería independiente que hubo en Colombia— quiso contar su historia después de trabajar en Bavaria varios años.
Según Bermúdez, la Macha es de las pocas cerveceras artesanales independientes de Colombia que producen cervezas tipo lager. Son cervezas fáciles de tomar, universales y, según dice, de las que el colombiano está acostumbrado a consumir. La estrella de la casa es la Helles lager, una cerveza rubia con malta y lúpulo alemanes, con buen cuerpo. “Llegamos a este estilo porque nos gustó por igual a mi esposa, que no era cervecera, y a mí, que sí lo soy”. Tienen además una pilsner con lúpulos de Nueva Zelanda, una California lager con notas de caramelo y lúpulo americano, una dunkel lager (negra), una Witbier de trigo y naranja, una Hazy IPA y una West Coast IPA.
La de la 93 es la más grande de sus tres sedes. En la calle 80 con 9 reproducen una cervecería de barrio y en Chapinero alto está Macha Récords, pensada para el gusto alternativo del barrio, con tienda de vinilos y tornamesa.
El Mono Bandido
Cra. 12 n.° 93-08
Los hermanos Mariana y Simón Vallada iniciaron su emprendimiento en 2016 y hoy son un referente de la noche bogotana. No es gratuito, sus cinco sedes son disruptivas, juguetonas, diseñadas especialmente para divertirse y pasarla bien. Mariana la describe como una empresa indie, artesanal y un poco bizarra.
“Queremos crear una experiencia diferente que rompa con el concepto clásico del lúgubre pub irlandés”, explica Mariana. Por ello tienen playa, o piscina de pelotas, rodaderos y columpios. Pero además promueven el juego entre las mesas, “romper el hielo” para facilitar “el levante” (como llaman en Bogotá al flirteo).
La oferta de cervezas propias incluye la Belgian Strong 7%, rubia con notas especiales, fuerte pero refrescante; la Hoppy Red 5%, roja de cuerpo medio y gran presencia de lúpulo, y la Ginger Ale 5%, roja y dulce, con notas a jengibre. La carta incluye hamburguesas con carnes certificadas o picadas, con salsas tan propias como cremoso de aguacate o tamarindo.
Irish Pub
Cra. 12 n.° 93-43
El Irish Pub de la 93 hace parte de una cadena de doce establecimientos, algunos muy clásicos, como el de la zona T y Usaquén, y otras versiones un poco más modernas, pero que guardan la esencia de la marca.
Fue fundado en 2001 por Berny Silberwasser y Christiane Wassmann, los más importantes emprendedores cerveceros del país. Su Pola del Pub es la única cerveza colombiana que ha obtenido medalla en la World Beer Cup, la competencia cervecera más importante del mundo.
La historia nos la cuenta Tomás Delfino, un Certified Cicerone (sommelier de cerveza), quien inició como Homebrewer y hace seis años es también socio del proyecto. Según Delfino, su factor diferenciador son cervezas con carácter y buena tomabilidad, usando 100% maltas alemanas y lúpulo tanto de Alemania como de Estados Unidos. Sus cinco cervezas de línea son la Golden Ale, American Pale Ale, Witbier, IPA y Coffee Milk Stout.
USAQUÉN
Brew Pub Roof Top
Cra. 7 n.° 123-35, piso 11
En la cervecería “más alta de Colombia”, ubicada a 42 metros de altura, nos recibe Fernando Céspedes, quien nos invita a su terraza para que podamos presenciar el atardecer. Y es que el Brew Pub es un lugar para “tardear” (pasar la tarde mientras el cielo bogotano se tiñe de colores), escuchar música en vivo, tomar exquisita cerveza y cenar con excelentes carnes.
El término inglés brewpub se refiere a los establecimientos que producen la cerveza en el mismo sitio en que se vende y, para lograrlo, los hermanos Óscar y Álvaro Ballesteros tuvieron que subir los tanques de una tonelada cada uno con la ayuda de una grúa petrolera.
Su oferta cervecera incluye cuatro clases, todas son de tipo ale entre los 4,7 y 5 grados de alcohol: amber, golden, brown y passion fruit. Su preparación está bajo la dirección de la maestra cervecera Leiddy Rincón Infante, jueza certificada de la Beer Judge Certification Program (BJCP).
Hanna Hops
Cra. 6 n.° 119-24
Más que destacar su cerveza artesanal, en Hanna Hops lo que desean es hacer un homenaje a los emprendedores que han luchado por sus sueños y han sabido perseverar. Por ello la 940-Blone Ale recuerda sus comienzos: 9-40 es la dirección de su primer bar en Quinta Camacho. La Tribu – Amber Ale recuerda que “juntos llegamos más lejos” e invita a compartir momentos especiales con las personas que nos importan. Eureka – NEIPA es una explosión de sabores cítricos que lo inspiran a hacer lo que creía imposible y recuerda la satisfacción de haber creado algo que solo existía en su mente.
SAN FELIPE
Errante
Cra. 20A n.° 74-55, piso 12
Teddy Peluffo explica que en Errante desean mostrar la identidad colombiana y contar historias de los diferentes territorios tanto en la cerveza como en la comida. Por ello, sus cervezas tienen el fruto de campesinos que trabajan con la sustitución de cultivos en Putumayo o se elaboran con cacao de Tumaco, otra de las zonas del país cuyos habitantes han sido víctimas del conflicto.
Se destacan las notas dulces de la Acaí Red Ale (5%), una cerveza con base en azaí y miel, tipo Irish Red Ale; la Pepper Strong Ale (7,7%) a base de pimienta y semillas de mostaza tipo Belgian Strong Ale, y la IPA Mango Biche (6%) tipo Indian Pale Ale, que trae historias del Caribe colombiano. Su carta también incluye historias y tradiciones: el exquisito aborrajado caleño, el curioso wafle con almidón de yuca y mayonesa de hogao y la tilapia en salsa de encocado son sabores que evocan colombianidad. Es un espacio de coworking y gastropub que combina lo mejor de dos mundos: trabajo y diversión.
Statua Rota
Cra. 22 n.° 74-31
La gran estatua de Nabucodonosor ha caído y junto a sus escombros nace la posibilidad de echar a contracorriente con lo establecido. Los hermanos Alejandro y Missac Torres Cuervo y su amigo de la infancia Kiro basan la retórica de su cervecería en esta historia bíblica.
Paredes oscuras iluminadas por velas, taburetes rústicos, paredes pintadas con tiza y carteles de conciertos. El ambiente de Statua Rota es disruptivo y muy punk. También sus cervezas pretenden alejarse de los estándares establecidos.
Entre sus cervezas con más poder y carácter está la Antorcha, una imperial rye, que es básicamente un whisky joven y sin madurar, que destaca lo mejor del centeno y el lúpulo. La mítica Piernas de Fuego, una double red IPA, tiene flor de Jamaica, que le aporta acidez, color y aroma, y chiles dulces peruanos, que le dan poder y vigor. Agua Bendita, Lymantria o Immortal Soul son menos amargas y más livianas.
Sus botellas son piezas de colección: negras con ilustraciones especiales y tipografía celta. Su tapa es recubierta con cera oscura.
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