Vias ferratas, escalar riscos sin ser experto
Las vías ferratas, muy populares en Europa desde hace tiempo, son instalaciones en la montaña que permiten que escaladores aficionados accedan a lugares privilegiados antes solo al alcance de los más experimentados. Hoy en día se encuentran al menos 18 a lo largo de Estados Unidos. Aquí reseñamos cinco que usted puede explorar ya.
Por Cindy Hirschfeld / The New York Times Syndicate
Fotos: The New York Times
Me apoyo en una saliente rocosa, muy arriba del suelo, y observo el panorama a mi izquierda. Sobre el horizonte se asienta la montaña Fairchild —con algo más de 4.114 metros de altura— , otros picos en la cordillera Mummy y varias altas cumbres en la parte norte del Parque Nacional de las Montañas Rocosas. En primer plano, el lago Mary como una astilla azul brillante y, frente a mí, una pared vertical de gneis punteado. Es el tipo de vistas que Tommy Caldwell, renombrado escalador profesional de rocas que vive cerca de Estes Park, en Colorado, experimenta con regularidad.
A diferencia de Tommy Caldwell y otros escaladores experimentados, no necesité una técnica precisa, fuerza excepcional ni un estante lleno de equipos de escalada. Usé la vía ferrata Escalera de Nube, formada por peldaños de refuerzo permanentes atornillados a la roca mientras iba atada, todo el camino, a una serie continua de cables de acero fijos de grado aeronáutico. Esos peldaños hicieron que fuera relativamente fácil y, aun así, muy emocionante escalar la pared de roca.
Las vías ferratas (expresión italiana que significa camino de hierro) han sido populares en Europa, especialmente en los Alpes, desde hace largo tiempo. Las idearon en Italia para que los soldados se trasladaran a través de las montañas durante la Primera Guerra Mundial y más tarde fueron adoptadas por intrépidos excursionistas para ascender por terrenos escarpados. Ahora, son más conocidas en Estados Unidos, donde hace poco han instalado nuevas rutas en las cumbres, los desfiladeros e incluso en los complejos turísticos de alta gama orientados a los deportes al aire libre.
“Quería que la gente experimentara ascender a lugares a donde solo llegaban los escaladores”, dijo Harry Kent, fundador y director del Kent Mountain Adventure Center en Estes Park, que opera la Escalera de Nube, abierta desde julio de 2021, en una propiedad privada pocos kilómetros al sur de la ciudad. El sitio está abierto todo el año, si el tiempo lo permite, para huéspedes mayores de doce años. Las visitas guiadas cuestan entre 174 y 330 dólares por persona, según el número de escaladores. A través de su otra empresa, Via Ferrata Works, Kent y su equipo también están construyendo la primera vía ferrata urbana del país en el Quarry Trails Metro Park de Columbus (Ohio), en una cantera de piedra caliza abandonada. Se espera que la ruta, en un acantilado de 45,72 metros de altura, esté lista este otoño. El acceso será gratuito.
Con unos 182 metros de ascenso sostenido en la mayor parte de su recorrido, la Escalera de Nube es la vía ferrata más empinada de Estados Unidos. Si hubiera sido mi primera vez, habría optado por el adyacente y más fácil Arete Peregrino, pero sentí que ya estaba lista y abordé el segundo de los dos puentes colgantes más exigentes, así que me descolgué por un cable de cuerda floja que cruzaba 13,7 metros sobre un abismo de 61. Debo confesar que lo pensé varias veces, a pesar de que estaba asegurada a otros dos cables a la altura de los hombros.
El equipo incluía un arnés en la cintura con una cuerda de seguridad que sujetaba dos grandes mosquetones (llamados pinzas de langosta) y un dispositivo de absorción de energía, que atenúa el impacto en el improbable caso de una caída. Los mosquetones se enganchan y se fijan en los cables y se van deslizando a lo largo de la escalada, excepto cuando se llega a alguno de los pernos de anclaje que hay en la ruta.
Aunque escalar una vía ferrata pueda parecer una salida temeraria, es más asequible de lo que uno cree. Los retos son más psicológicos que físicos. “Vemos con frecuencia a personas que superan sus propios límites”, afirma Sean Kristl, director general del servicio de guías Alpenglow Expeditions, que ofrece recorridos por vías ferratas en Olympic Valley (California).
Hay vías ferratas abiertas al público en al menos 18 lugares de todo el país. Aquí reseñamos cinco de ellas.
Adventure Trail – Ausable Chasm, Nueva York
Mientras el río Ausable se agita a través de una sima de arenisca tallada en una roca de quinientos millones de años, Adventure Trail, 19 kilómetros al sur de Plattsburgh (Nueva York), lleva a los escaladores de un lado a otro del agua por seis puentes colgantes intercalados con travesías por los estrechos salientes del barranco. Desde 1870, gente de todas partes ha visitado esta propiedad privada dentro del Parque Estatal de Adirondack para ver elementos como la Cabeza del Elefante y las Cataratas del Arcoíris, pero en 1996 algunos de los senderos inferiores fueron destruidos por inundaciones. En 2013 se construyó en su lugar esta vía ferrata, que incluye los puentes, un cable de casi 23 metros de largo (con “pasama- nos” a los que se enganchan los escaladores) y un tramo tipo escalera con listones de madera.
Red River Gorge Vía Ferrata – Campton, Kentucky
El cañón del río Rojo, situado en el centro-este de Kentucky, ha sido designado Área Geológica Nacional y es muy apreciado por sus fantásticas formaciones rocosas y sus abundantes arcos naturales. A poco más de tres kilómetros de distancia, en terrenos privados, se encuentra Red River Gorge, de 1,2 kilómetros de longitud. Es el primer recorrido operado comercialmente en Estados Unidos desde que fue inaugurado, en 2001. También es una de las pocas vías ferratas no guiadas del país, aunque los instructores de Southeast Mountain Guides, un operador local, están allí para asesorar o incluso acompañar a un grupo (esto último previa reserva).
Ouray Vía Ferrata – Ouray, Colorado
La vía ferrata de Ouray —pequeña ciudad del suroeste de Colorado en las escarpadas montañas de San Juan— fue construida como un activo de la comunidad y una alternativa recreativa a las populares rutas en coche de cuatro ruedas de la zona. Lleva a los escaladores hasta 45,7 metros de altura, en el estrecho desfiladero del río Uncompahgre. “Intentábamos pensar en una forma de diversificar la economía turística local con una actividad que fuera impulsada por el hombre y siguiera estando orientada a las familias”, dijo Mark Iuppenlatz, copropietario de San Juan Mountain Guides, quien ayudó a concebir y construir la vía.
El proyecto fue financiado con donaciones y cedido a la ciudad. El acceso es gratuito y los usuarios competentes pueden ir sin guía; un guardabosques comprueba el equipo y da una charla sobre seguridad. La ruta de cerca de diez kilómetros, río abajo, se inauguró en 2020 con ochocientos peldaños para ayudar a los escaladores a trepar por las paredes de granito. Incluye una sección vertical continua, llamada la Escalera del Cielo, y un puente de 21 metros de largo con una inclinación de 33 grados sobre un tramo de aguas turbulentas.
Tahoe Vía Ferrata – Olympic Valley, California
Abierta desde 2019, esta Tahoe vía ferrata añadió un nuevo componente veraniego a Palisades Tahoe, la estación de esquí de North Lake Tahoe, famosa por sus pendientes. Sin embargo, a diferencia de la experiencia que se requiere para descender por las pistas de esquí en forma de pozo de ascensor, no es necesaria alguna preparación especial para escalar por la Tram Face, una roca única, visible desde la zona de la base.
Cuatro rutas, de 122 a 243 metros verticales, permiten a los escaladores navegar por el granito erosionado y nudoso. Además, la construcción especial de esta vía ferrata permite deslizar un mosquetón bloqueado en el arnés sobre cada punto de anclaje permanente sin tener que separarlo del cable. Esto hace que el proceso sea especialmente fácil para los niños y las personas nerviosas al escalar.
Taos Vía Ferrata – Taos Ski Valley Valley, Nuevo México
Taos está ubicada entre antiguos espolones de granito, campos de taludes y abetos subalpinos de dulce aroma bajo la zona de esquí y el pico Kachina, de 3.800 metros. La vía ferrata ofrece vistas elevadas de la zona silvestre del pico Wheeler, del norte de Nuevo México, que es la montaña más alta del estado. Las excursiones guiadas comienzan con un paseo en telesilla por praderas cubiertas de flores silvestres hasta la cuenca que hay debajo del Kachina.
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