Panamá apuesta por las industrias creativas y culturales
Por Winnie T. Sittón
Fotos: Javier Pinzón
El desarrollo de la creatividad como forma de trabajo y sustento ha cobrado gran valor en el siglo XXI. Este cambio de paradigma ha provocado un auge del concepto de industrias creativas y culturales alrededor del mundo. Pero, a ciencia cierta, ¿qué son las industrias creativas y culturales y cuál es su importancia? Existen muchas definiciones, pero tomemos como referencia la definición que brinda la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco por sus siglas en inglés): “Aquellos sectores de actividad organizada que tienen como objeto principal la producción o la reproducción, promoción, difusión o comercialización de bienes, servicios y actividades de contenido cultural, artístico o patrimonial”.
Esto abarca actividades artísticas como música, pintura, teatro y literatura; así como otras expresiones culturales que hasta hace muy poco eran consideradas rubros de negocio no tradicionales o, incluso, ni siquiera del todo rentables, como diseño de modas, artesanías, gastronomía e innovación tecnológica; pero esos prejuicios son cosa del pasado. Gracias a diversos estudios realizados, se sabe que el desarrollo de las industrias creativas conlleva beneficios económicos y sociales para un país; pues contribuyen a forjar la estructura social de una ciudad, fomentan la diversidad cultural, mejoran de la vida diaria, refuerzan sus comunidades y ayudan definir una identidad común.
Y para que esto sea posible se requiere que el sector público ejerza un papel activo en su promoción. Es por eso que el Ministerio de Cultura de Panamá está impulsando el proyecto Crea en Panamá 2030: el Programa Nacional de Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible, que ha sido creado con el fin de proteger y promover los emprendimientos, empresas y ecosistemas culturales y creativos del país. La iniciativa busca desarrollar y aplicar marcos regulatorios para el fortalecimiento de las industrias creativas y culturales panameñas, con un enfoque de desarrollo sostenible basado en las necesidades que plantea el siglo XXI y los retos de esta nueva era pos-COVID-19.
Esta propuesta arrancó con el pie derecho. En 2020, fue seleccionada entre los beneficiarios del programa de cooperación técnica creado por la Unesco y la Unión Europea, para recibir un asesoramiento técnico que apoyase a la nación istmeña en la formulación de un sistema participativo y transparente de gobernanza para la cultura. “Tomando en cuenta los importantes pasos que recientemente ha dado Panamá para modernizar y robustecer sus políticas culturales, se consideró que la propuesta cumplía con los requisitos de elegibilidad del programa. El tiempo nos ha dado la razón y en la Unesco estamos muy satisfechos con los logros alcanzados hasta ahora”, puntualizó Caroline Munier, especialista del Programa de Cultura de la Oficina Multipaís de la Unesco en San José (Costa Rica).
En palabras de Maru Gálvez, directora nacional de Economía Creativa del Ministerio de Cultura, es de suma importancia que Panamá esté atravesando por este proceso de regulación y ordenamiento. Esto fortalece aún más la institucionalización del ministerio al que ella pertenece, ya que fue creado hace apenas dos años, en agosto de 2019. Y, de paso, visibiliza y promueve el gran valor de las industrias culturales y creativas en todo el mundo, al crear también la Dirección Nacional de Economía Creativa y una Comisión Coordinadora de Industrias Culturales y Creativas.
Por su parte, Lázaro Rodríguez, miembro del Banco de Expertos de la Unesco que ha acompañado al Gobierno panameño en la gestación de Crea en Panamá 2030, destaca que todo el proceso de consultas para diseñar el programa ha sido enriquecedor. “Lo interesante de tener por primera vez un programa como este en el Ministerio de Cultura de Panamá es que articula todos los procesos de la economía creativa en el país. Y esto es inédito, porque, aunque sí hubo esfuerzos de hablar al respecto, nunca se creó un programa de economía creativa en la historia del país, mucho menos con un enfoque de desarrollo sostenible. Lo cual significa responder a todos los compromisos que, de por sí, Panamá ha adquirido para proteger y promover su patrimonio cultural”, señala el especialista.
Metas y beneficios de Crea en Panamá 2030
Gracias a Crea en Panamá 2030 se han identificado unas 365 acciones claves, a corto, mediano y largo plazo.En esta hoja de ruta ya se evidencian los beneficios que ofrece el programa a corto plazo. Y la respuesta a las convocatorias realizadas ha sido muy buena. Por ejemplo, según datos proporcionados por la Dirección Nacional de Economía Creativa, se presentaron más de 2.500 trabajadores culturales al programa de capacitaciones, de los cuales fueron seleccionadas 1.200 para recibir cuatro cursos especializados en Economía creativa, Marketing digital, Tiendas digitales y Mercados para bienes y servicios culturales. Cuando hayan completado la etapa de capacitación, podrán optar por fondos no reembolsables dependiendo de la firmeza de su emprendimiento.
Además, como resultado del programa Crea Artesanías, sesenta mujeres recibieron capacitación sobre plataformas de comercialización locales e internacionales. También fue lanzado el Concurso Nacional de Cooperativismo Marta Matamoros, que incentiva la asociatividad como plataforma de formalización y trabajo en las industrias culturales y creativas.
“A mediano y largo plazo, estamos desarrollando MiCulturaApp: plataforma digital para comercializar bienes y servicios culturales de emprendedores y artistas; y un centro cultural interactivo en el Aeropuerto Internacional de Tocumen, con toda la oferta de turismo creativo y cultural para la promoción de literatura, piezas audiovisuales, artes escénicas, festivales, museos, exposiciones, artesanías, cine y mucho más”, puntualizó Maru Gálvez.
Finalmente, Caroline Munier destaca que todo lo que está ocurriendo es muy favorable para el surgimiento de una economía creativa sólida. “Nuestra esperanza es que Crea en Panamá 2030 dará un nuevo impulso al sector cultural de Panamá, que es ya muy dinámico, y contribuirá a generar nuevos y mejores medios de vida para quienes se dedican a la cultura y las artes a lo largo de todo el país, concluyó la especialista de la Unesco.