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ExperienciasCulturaLos Santos, del Carnaval y otras hierbas

Los Santos, del Carnaval y otras hierbas

Aunque no se le pueda comparar en magnitud con otros carnavales como el de Río de Janeiro, Trinidad y Tobago o Barranquilla, el Carnaval de Los Santos tiene encantos peculiares y únicos. Panorama de las Américas te propone que lo vivas, pero de un modo que permita disfrutar otras atracciones turísticas de la región.

Por Juan Abelardo Carles R.

El Carnaval es parte de la idiosincrasia panameña, un placer aprendido, un jolgorio ininterrumpido que comienza en la víspera del Sábado de Carnaval, con reinas coronadas, y termina en la madrugada del Miércoles de Ceniza, con las tunas contrarias enfrentadas en el duelo de pirotecnia llamado El Topón (de toparse).

Si no eres panameño, probablemente no has sido entrenado desde niño en esta maratón festiva, ¿qué tal un tour mixto por la provincia de Los Santos, uno de los santuarios de esta fiesta, dedicando un par de días a disfrutar del Carnaval a la manera panameña y los días restantes a descubrir otros secretos naturales y culturales de la región?

Viernes, víspera del Carnaval – Las Tablas

Gravita junto a los simpatizantes de las tunas hacia las respectivas sedes: Calle Arriba, en el barrio Bolívar, en el llamado Palacio de los Tulipanes; Calle Abajo, en el barrio de Punta Fogón, en la sede de Las Gemas del Barrio. Otros pueblos tienen sendas coronaciones, pero la de Las Tablas es la más reconocida. Mezcla de solemnidad y jolgorio, la ceremonia incluye discursos con veladas invectivas hacia la tuna contraria, música de murga y pirotecnia.

Carnaval Los Santos

Sábado de Carnaval, rompe la fiesta – Las Tablas

El primer día es explosivo: ambas tunas compiten por sacar las alegorías más fantásticas y lujosas. Es 2023 y, tras dos años en blanco, se anticipa un rompimiento apoteósico. Espero hayas dormido bien, porque participarás en un culeco. Aplícate bloqueador solar y lleva sombrero, ropa fresca y líquido. Adéntrate en la inmensa humanidad que abraza, palpita y repta perezosamente alrededor del parque Porras y calles aledañas, rociada de agua desde carros cisterna y amenizada con música de murgas. Si es tu primera vez, no exageres. Tras el mediodía, encamínate al vecino puerto de Guararé.

Este pueblo no celebra Carnaval y muchos visitantes pernoctan aquí durante la fiesta para reponer energías en paz. El puerto de Guararé tiene numerosos y pintorescos restaurantes playeros para comer mariscos mientras la brisa marina te refresca la mente y una buena cerveza fría, el cuerpo. Ya sosegado, regresa a tu alojamiento para descansar un par de horas, antes del desfile nocturno, en el que ambas tunas sacarán varias carrozas alegóricas para medirse en lujo y esplendor, hacia las 10 p.m.

Domingo de Carnaval – Costa sur de Azuero

Aunque estés cansado, despierta temprano. Momo dormita, pero no demorará en activarse y entonces no podrás salir de Las Tablas. Te aguarda un día de excursión a través de algunas de las comarcas más pintorescas de la provincia de Los Santos. Sal por la carretera hacia Tonosí. Pasarás por pueblos acogedores como El Muñoz, Valle Rico, La Miel, Flores y El Carate, donde, de seguro, encontrarás alguna fonda para desayunar. Detente en Flores a fotografiar el valle de Tonosí y el océano Pacífico, que baña la costa sur de la península de Azuero.

De allí, baja hasta el pueblo de Tonosí, donde se celebra un Carnaval mucho más pequeño y familiar, o prosigue hacia playas hermosísimas como Los Buzos y Cambutal, contiguas y de arena gris perlada, o bien playa La Marinera, donde puedes correr con suerte y toparte con una eclosión tardía de un nido de tortugas. Pasa el resto del día a la sombra de las palmeras. Quizá quieras pernoctar allí mismo (hay cabañas), en Tonosí, o moverte hacia playa Venao, más turística y cercana a los sitios que visitarás al día siguiente.

Costa Sur Azuero

Lunes de Carnaval

En cualquiera de las playas mencionadas que hayas elegido para pernoctar, despertarás con el Sol ascendiendo sobre el mar; uno de los pocos sitios de la costa Pacífica americana donde sucede, gracias a la geografía de Panamá. Si elegiste Venao, disfrutarás de uno de los mejores oleajes para la práctica del surf del país, si eso es a lo que deseas dedicar el día. Si no, te sugiero que salgas hacia Pedasí, más hacia el este, donde también celebran carnavales, pero hay otras opciones.

Primero, puedes contratar un bote para una excursión de pesca diferente, en la que el pargo y la sierra son premios usuales, o bien navegar hasta isla Iguana, hogar, como su nombre lo indica, de una gran población de estos saurios, así como de aves marinas y batallones de cangrejos que no dejarán de vigilarte mientras permanezcas en la isla. Si navegar no es lo tuyo, puedes ir hacia Oria Arriba, donde cooperativas agroturísticas te permitirán experimentar cómo es la vida campesina en la región.

Martes de Carnaval, una versión más tradicional

Sal de Pedasí hacia Santo Domingo de Las Tablas, un poblado pequeño donde el Carnaval se celebra de un modo más íntimo y familiar. Tradicionalmente, el último día de la fiesta se dedica a la pollera, uno de los trajes típicos panameños más conocidos. Las mujeres saldrán ataviadas con pollera u otro atuendo tradicional, siendo las más lujosas de telas espléndidamente laboreadas, abigarrados tocados y valioso joyero, para las reinas de las tunas. El desfile en Santo Domingo de las Tablas termina pasada la medianoche. Regresa a Las Tablas cabecera y espera El Topón: tras más de cien horas de agitación continua, las reinas empolleradas lideran a sus exhaustas tunas durante la competencia pirotécnica final, envolviendo al pueblo en una nube olorosa a pólvora que solo se disipará con las primeras luces del amanecer, el Miércoles de Ceniza.

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