Los Carruajes: nuevo mercado gourmet en Buenos Aires
Tras un largo proceso de reconversión y licitaciones, el Mercado de los Carruajes, en Buenos Aires, aspira a convertirse en un hito gastronómico mundial. Tras su apertura oficial, el 15 de febrero, ya tiene 43 locales y pronto se incorporarán más propuestas.
Por Paula Ríos
Fotos: Paula Caffaro y Demian Colman
La historia
El aroma a café mezclado con chocolate inunda el lugar, así como los rayos de sol se filtran por los vitrales antiguos, imponentes, en el marco de un edificio restaurado, declarado Patrimonio Histórico de la Ciudad de Buenos Aires. El ladrillo visto reluce en una arquitectura que data de fines del siglo XIX, en la que también se destacan paredes azulejadas y recubiertas en mayólicas, marcos de bronce y una majestuosa cúpula central.
Ubicado en el barrio porteño de Retiro (av. Leandro N. Alem 852), este nuevo y delicioso polo gastronómico, que tiene dos pisos y una elegante fachada, fue construido en 1899 a pedido de Julio Argentino Roca, con la intención de alojar las caballerizas y los carruajes de la presidencia, dado que quedaba cerca de la casa de gobierno. Con el transcurso de los años, esta obra, que estuvo a cargo del arquitecto italiano Emilio Agrelo, se siguió utilizando como garaje para varias flotas de automóviles presidenciales.
Hoy día, tras un largo proceso de reconversión y licitaciones de por medio, el Mercado de los Carruajes aspira a convertirse en un hito gastronómico mundial. Tras su apertura oficial, el pasado 15 de febrero, ya tiene 43 locales, teniendo en cuenta que en corto y mediano plazo se incorporarán más propuestas: “Fue pensado para competir con el Mercado San Miguel de Madrid… o el Chelsea Market de Nueva York”, afirma sin timidez Horacio Blanco, presidente del directorio del mercado.
Las propuestas gastronómicas
La luz del día ilumina cada rincón de este polo gastronómico, que ofrece las más variadas propuestas. Desde una pâtisserie francesa, embutidos y quesos deliciosos, vinos de excelencia, una verdulería orgánica, cocina japonesa, platos de fusión latinoamericana, enormes crepes (salados o dulces), parrilla al paso con carnes suculentas, hasta una florería y una barra de tragos emplazada en una terraza, donde el verde predomina tanto en los tonos de sus muebles como en las plantas vivas que ayudan a oxigenar el lugar.
Situado en una esquina del mercado se encuentra uno de los locales más atractivos y golosos. Hablamos de la antigua chocolatería española San Ginés, que data de 1894 y es famosa por sus churros y porras delgadas y crocantes. Lo que sale sin pausa es el menú de tres churros, con la particularidad de que no tienen azúcar y se untan en un chocolate espeso y placentero; todo un ritual. Pero en su carta también podemos encontrar la cafetería más variopinta y jugos naturales, así como bocatas de jamón serrano, pollo, atún y veganas.
Si doblamos hacia la izquierda, ingresando por la entrada principal, una vitrina colorida llama la atención por su pâtisserie: brownies, canelés crocantes con ron, eclaires, macarons, tartelettes… Gontran Cherrier es un pedacito de Francia en Buenos Aires, pues nos transporta derecho a la torre Eiffel, a esos cafecitos parisinos donde también podemos comer croissants, pain au chocolat y viennoise.
Si se nos antoja algo salado, imperdibles la baguette mediterránea, la de salmón ahumado con cheese cream y la veggie. Las ensaladas, que contienen ingredientes parecidos, completan el encanto para los paladares más frugales.
En el primer piso, las carnes asadas se hacen presentes en La Cabrera al Paso, la famosa parrilla argentina con aval del chef Gastón Riveira. Más allá de poder degustar algún corte típico de carne, el plato estrella es el choripán. Un sándwich de chorizo acompañado de morrón picado, lechuga, tomate, papas fritas y una bebida. Es un sentimiento.
Siguiendo el recorrido, podemos observar una decoración minimalista de madera y a un chef cocinando en vivo. Nozomi es una opción de cocina nipona que posee un menú de cinco pasos, que funciona bajo la metodología omakase: el itamae es quien propone el menú al comensal; pero también ofrece platos típicos como el usuzukuri (láminas de pesca blanca con huevas de trucha), el isobe ague (salmón envuelto en algas estilo tempura, guacamole y salsa ponzu); hasta los más variados sahimis, nigiris y rolls.
Entre plantas agrestes asoma el must del mercado: Amazonia Brasas, un espacio de fusión latina que se destaca por sus ceviches: el selvático, con salmón, cebolla morada y maracuyá; y el amazónico, que lleva corvina, leche de tigre con frutas tropicales y chips de plátano. Tampoco falta el anticucho de pulpo y tragos característicos como el pisco y el mojito.
Otros mercados
Patio de los Lecheros
Av. Donato Álvarez 175, CABA.
A inicios del siglo XX, a diario llegaba un tren con leche de los tambos de todo el país. En este lugar, los lecheros recogían la materia prima fresca y la repartían con sus carros. Tras años de desuso, en 2016 este enorme predio se convirtió en el Patio de los Lecheros, un polo gastronómico que impulsó al barrio de Caballito. Con un estilo despojado, al aire libre, su oferta incluye parrilla, cocina peruana, asiática y mexicana; además de pizzas y empanadas, fiambrería y bebidas de todo tipo.
Mercat Villa Crespo
Thames 747, CABA.
Con una impronta urbana y diseño moderno, el Mercat Villa Crespo alberga más de treinta locales gastronómicos distribuidos en tres plantas. Entre ellos de dulces, una pastelería, verdura orgánica, pasta italiana, comida oriental, vinos y una cervecería. También posee un auditorio, donde se llevan a cabo clases de cocina, talleres, degustaciones y festivales de comidas, entre otras cosas.
Mercado Gastronómico de San Telmo
Defensa y Carlos Calvo, CABA.
instagram.com/elmercadosantelmo
Declarado Patrimonio Histórico Nacional, este viejo y bello edificio de estilo europeo fue inaugurado en 1897 para abastecer los víveres de la nueva ola de inmigrantes. El edificio conserva su estructura interna original y acoge una oferta gastronómica que va desde los típicos cafecitos, clásicos de la comida porteña como asado y el choripán; menú suizo, francés, y vietnamita, así como también hay una carnicería y productos orgánicos de todo tipo. Una propuesta diversa y ecléctica, ubicada en uno de los barrios más antiguos y tangueros de la ciudad.
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