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SuraméricaBrasilLa vibrante naturaleza brasileña de Chapada Diamantina

La vibrante naturaleza brasileña de Chapada Diamantina

Por: Camila Fróis
Fotos: Tom Alves

 

En el corazón de Bahía, uno de los estados más bellos y vibrantes de Brasil, el Parque Nacional Chapada Diamantina posee atracciones naturales que sobrepasan sus límites y se riegan por villas que tuvieron su apogeo al final del siglo XIX, cuando la región era famosa por sus enormes minas de diamantes.

Con el final de la minería, este lugar quedó detenido en el tiempo hasta que fue redescubierto por viajeros que, al pasar por las antiguas rutas de los mineros, se enamoraban de sus paisajes cinematográficos. Para comprender los encantos de este lugar que hoy combina de forma singular la naturaleza con la cultura y la hospitalidad, es mejor que planee unas vacaciones largas. Las pintorescas ciudades históricas, que reciben a visitantes provenientes de todas partes del mundo, están rodeadas por una infinidad de cañones, sierras y diversos ríos que nacen en las cimas, se deslizan, caen en cataratas y forman piscinas naturales transparentes, inundando cavernas con su agua azul turquesa. 

La mejor manera de conocer estos atractivos naturales es realizando caminatas, mientras disfruta del aire puro, ya sea en caminos cortos o travesías largas. Bañarse en la catarata, remar, cabalgar, practicar rápel o ciclismo de montaña, escalar, zambullirse en grutas inundadas o visitar comunidades esotéricas también son alternativas para explorar esta región. Si prefiere no realizar caminatas exigentes, quédese tranquilo: algunas agencias de turismo ofrecen paseos off road hacia algunos sitios típicos de las tarjetas postales más impresionantes. Las operadoras disponen de guías bilingües y de instructores para los deportes más radicales. 

Lençóis, principal portón de entrada hacia Chapada Diamantina, queda a cuatrocientos kilómetros de Salvador (capital de Bahía). Además de las agencias especializadas en eco-turismo, la ciudad posee bellas casas del siglo XIX, calles de piedra y los mejores restaurantes y hoteles de la región, incluyendo opciones lujosas con excelente gastronomía y vistas de ensueño, como el Hotel Canto das Águas. 

Lugares imprescindibles

Chapada Diamantina es un destino con muchas atracciones, pero algunas visitas son imprescindibles. De Lençóis parten caminos que van hasta algunos de esos puntos importantes en ciudades vecinas y en el Parque Nacional, como la montaña Morro do Pai Inácio (con su sorprendente vista panorámica), las refrescantes piscinas naturales de Serrano, las grutas da Pratinha (con aguas transparentes y peces de colores) o las cataratas Cachoeira da Fumaça, en el Vale do Capão, cuyas aguas se dispersan formando una nube espléndida. Al fondo, la vegetación es siempre exuberante, compuesta por especies de climas semiáridos, como cactus y siemprevivas, mezcladas en el bosque Floresta Atlántica, repleto de bromelias y orquídeas. Escoja alguno de estos sitios de tarjeta postal y planee su propio viaje. 

Cachoeira da Fumaça

En el místico poblado Capão, comunidad a orillas del Parque Nacional, se halla la segunda caída de agua más grande de Brasil. Si desea visitarla, tendrá que abordar un vehículo de expediciones hasta el comienzo del sendero y luego caminar siete kilómetros. Desde lo alto, acostado en una piedra, podrá contemplar la impresionante vista de las aguas que se precipitan desde una altura de casi cuatrocientos metros, formando una cortina de niebla. Otra opción es llegar por la parte de abajo de la catarata, pero eso implica tres días de caminata y camping en medio de la densa selva. 

Morro do Pai Inácio

Otra aventura consiste en escalar esta montaña de 1.120 metros de altura, principal mirador natural de Chapada, que proporciona el mejor espectáculo del atardecer y una vista panorámica de 360 grados. En la cima de esta montaña de más de mil millones de años se ven los contornos de muchas de las sierras y curvas de la Serra do Espinhaço (la más grande de Brasil) en un horizonte azulado. Una bella ruta de 18 kilómetros conduce hasta el Morro do Pai Inácio, recorrido que toma un día entero. Otra opción más cómoda es ir en carro hasta la base de la montaña y recorrer a pie los últimos cuatrocientos metros hasta la cima. 

Mundo subterráneo

Las cavernas de la región son prueba de que Chapada Diamantina es tan fascinante bajo la tierra como en la superficie. Gruta da Pratinha es una parada indispensable para quien desea relajarse y darse un baño. Es permitido zambullirse o remar en la parte externa de la gruta, en su río de tono azul transparente en el que se refleja un brillo plateado. Vale la pena visitar la Gruta Azul para observar los rayos del sol que invaden la caverna y cortan las aguas con una extensa faja de luz que permite ver el fondo de la gruta. A la caverna Poço Encantado también llegan aguas de color azulado que forman una piscina bellísima. La luz del sol produce fascinantes efectos al iluminar el agua. 

Camino al Vale do Pati

Esta caminata es una opción excelente para quienes tengan energía y tiempo disponible, pues dura de tres a cinco días recorriendo setenta kilómetros. Al cruzar su bellísimo valle, los visitantes se quedan a dormir en las casas de los moradores, con comida casera preparada en el fogón de leña, luz de lámpara antigua y mucha conversación. En esta ruta, el caminante podrá admirar maravillas naturales como mesetas, caídas de agua, ríos, valles, pozos y grutas. El punto más sorprendente del camino y quizá la vista más interesante de Chapada Diamantina es el Cachoeirão, un enorme y profundo valle donde se forman decenas de cataratas a 280 metros de altura, en época de lluvia, creando pozos de agua oscura rodeados por la densa vegetación atlántica. 

Sobre la verde inmensidad, las mariposas sobrevuelan con sutil delicadeza ajenas al vértigo. Si usted no desea realizar la travesía completa, puede contratar a una agencia de paseos para que lo lleve hasta ese punto por un camino más corto. 

Además de los atractivos de acceso más fácil alrededor del municipio de Lençóis, Chapada Diamantina posee lugares más alejados pero no menos cautivadores. Ciudades fantasma, ruinas, cementerios bizantinos, iglesias seculares y municipios como Mucugê, Andaraí, Igatu, Ibicoara y Caeté-Açu ofrecen posadas elegantes y mantienen la historia del Ciclo de Diamantes. Los caminos que se extienden alrededor de estas ciudades conducen a otros grandiosos paisajes de la región. 

Cachoeira da Fumacinha

Entre las atracciones al sur de Chapada Diamantina, esta catarata de cien metros de altura es una de las preferidas de la región. Para llegar a la parte superior, se sale desde la ciudad de Mucugê en una tranquila caminata de catorce kilómetros; mientras que por el camino de abajo se sigue el curso del río durante 18 kilómetros, incluyendo una subida bastante empinada para llegar a la cima.

Cachoeira do Buracão

En el municipio de Ibicoara, la Cachoeira do Buracão llena el pozo al fondo de un hueco gigante. La caída de agua, de 85 metros de altura, se alcanza después de una fácil caminata de una hora, la cual lleva al interior del cañón de noventa metros de altura. A partir de ese punto hay dos opciones: utilizar un chaleco salvavidas y nadar, o cruzar un puente estrecho en medio de las paredes del cañón. Así que la dosis de aventura está garantizada. 

Pantanal

El paseo en canoa por el Pantanal do Marimbus, ubicado en una región con tendencia a inundarse en Chapada Diamantina, es para contemplar cómo al atardecer bandadas de aves elevan el vuelo hacia el horizonte. Con un poco de suerte se pueden ver cocodrilos en el río, capibaras y anacondas escondidas bajo las plantas acuáticas del mini-pantanal. En medio del trayecto se pueden dejar las canoas y caminar unos quince minutos hasta el Río Roncador, un lugar realmente especial.

Explorando Chapada Diamantina

Para todos los destinos en Chapada Diamantina es fundamental estar acompañado por un guía, debido a que los caminos no están señalizados. Usted podrá contactarlos localmente en las mejores agencias como Vertical Trip (www.verticaltrip.com.br) o, si prefiere mayor comodidad, podrá contratarlos con anticipación comprando el paquete completo por medio de operadores especializados como Boreal (www.borealturismo.com.br). 

Senhor Cori

Una vez en Lençóis es muy recomendable visitar la mina escenográfica montada en el patio de la casa del Senhor Cori, un antiguo minero que muestra a los turistas cómo era realizada la búsqueda de los de diamantes que abundaban en la región. Con filtros coladores a mano, Senhor Cori realiza demostraciones del oficio que ejerció desde los doce hasta los 78 años. Hoy representa la memoria viva del auge de la búsqueda de diamantes en la región de Bahía. Es un personaje muy divertido.

Apasionado por su antiguo oficio, él construyó un museo en su casa. Escuche atentamente la historia de cómo conoció a Dona María, su esposa, hace cincuenta años; evocación de un tiempo en que el amor era un sentimiento construido pacientemente.

 

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