El hombre y el manglar
Surinam tiene más bosques de manglar que toda la costa norte de Suramérica combinada: abarcan casi 40.500 hectáreas que se extienden por más de 86 kilómetros, con un ancho que varía de tres a catorce kilómetros. La cercana desembocadura del río Amazonas arroja tanto sedimento a las costas de este país suramericano que sus playas están compuestas de un lodo multimillonario en nutrientes. El lodo alimenta al manglar que, a su vez, sirve de refugio y alimento a especies de peces, crustáceos, aves marinas y aves migratorias, conformando un inigualable y abundante ecosistema. Al final de la cadena, está el ser humano.