El Cangrejo: el culto a lo disruptivo
No hay un barrio en Ciudad de Panamá como este. Con la Vía Argentina como protagonista, el Crabtown (como le dicen los locales) reúne en unas cuantas cuadras diversidad gastronómica, la mejor escena nocturna de la ciudad, cafeterías de especialidad y espacios creativos. ¿Lo especial? Además, de ser un sitio caminable, cada local allí tiene un toque de rebeldía y autenticidad. El Cangrejo guarda a los disruptivos.
Por: Alexa Carolina Chacón
Fotos: Luciano Salazar
Usted dirá que todo lo arriba listado se consigue en muchos sitios en Panamá. Le doy la razón; sin embargo, nada como en El Cangrejo. Lo que hace único a este barrio, ubicado en el centro de Ciudad de Panamá, es cómo convergen diferentes estilos de vida en un sitio relativamente pequeño y cómo se ha creado comunidad gracias a que la Vía Argentina es una calle amigable para el peatón. Todo con una esencia disruptiva que se siente en el ambiente. Los negocios están bien pensados y la oferta es vasta, pero nada está hecho con un molde que se repite en otro barrio de la ciudad; cada propuesta tiene identidad propia.
Lo podrá comprobar haciendo el ejercicio simple de ver quiénes caminan en sus aceras. En el Parque Andrés Bello, ubicado estratégicamente en el centro de la Vía Argentina, verá desde un skater, a una pareja joven paseando al perro, hasta un grupo de niños jugando basquetbol. Para Lyann Leguisamo, directora de Open Arts Panamá, iniciativa que impulsa el impacto cultural y creativo del país, este ha sido el resultado de mucho trabajo comunitario y de la integración del arte y la cultura, no solo como entretenimiento, sino como una forma de realización personal y colectiva.
Ubicado a treinta minutos del Aeropuerto Internacional de Tocumen, y conectado al resto de la ciudad a través del metro y su estación Vía Argentina, El Cangrejo cuenta también con variedad de hoteles.
Para mí, que tengo el lujo de llamar a este sitio mi hogar, lo que se vive hoy en El Cangrejo es el resultado de cómo este barrio ha sido nicho creativo desde su fundación, en 1950. Sus calles siempre han albergado librerías, teatros, cafeterías y bares, lo que lo ha convertido en el espacio bohemio en Panamá por excelencia. Renovaciones como la creación de amplias aceras y el moderno Parque Andrés Bello le dieron un aire nuevo en los últimos años.
Un barrio para todos
El Cangrejo recibió su nombre debido a un riachuelo que se ubicaba en la zona del Colegio La Salle donde había abundancia de estos animales. Fue aquí donde arquitectos como Richard Holzer y Gustavo Schay construyeron uno de sus más emblemáticos edificios: el PH Esses (1963), referencia de la arquitectura moderna tropical en el país. La mayoría de los edificios de esa época responden al clima de Panamá: grandes balcones y ventilación cruzada.
Giancarlo Effio, copropietario de Mentiritas Blancas, una de las cafeterías más respetadas y gustadas del Crabtown, asegura que su éxito se debe a que es un barrio para todos. “Este es un barrio muy orgánico. Lo que lo hace bonito es que hay propuestas para gente joven, para gente contracultura y otra más avant-garde. Es un sitio atemporal. Además, aquí siempre ha convergido mucha juventud. Es como La Candelaria, en Colombia. Eso hace que siempre se mantenga fresco, evolucione y que sin saberlo siempre estemos viviendo lo que pasa en la actualidad”, nos cuenta. Esto logró que Mentiritas Blancas encontrara un público con sed de algo íntimo y orgánico. Si los visita, no deje de probar sus famosas galletas “gorditas” y un buen coctel hecho con café panameño.
La mezcla eclécticadel barrio se ve desde los peatones hasta los establecimientos. Aquí hay tattoo shops, pasando por bares de vino orgánico, hasta un izakaya tradicional japonés.
Donde se come, bebe y rumbea
Otro local único de El Cangrejo es Izakaya Kabuki. Inspirado en los tradicionales izakayas japoneses (bares pequeños e informales), ofrece un ambiente acogedor y auténtico donde los comensales pueden disfrutar de la verdadera gastronomía japonesa. Su popularidad se puede medir fácilmente por la fila en la entrada todas las noches. Sin reserva, sentarse es casi imposible.
Si lo suyo no está en ninguno de los sitios anteriores, tal vez encuentre lugar en el Salón del Té Chino, donde podrá sumergirse en esta cultura a través de la tradicional ceremonia del té. Además de ser tienda, donde se consiguen desde jarrones hasta vajillas, la experiencia está en sentarse en una de sus mesas y recibir la explicación histórica de lo que significa el té para los chinos mientras degusta de su amplia variedad y algunas boquitas. En las calles del Crabtown hay restaurantes de comida de todas partes del mundo.
La agenda cultural del Crabtown está llena todas las semanas. En cervecerías como Tres Gatos se escucha jazz en vivo, mientras que Casa 25 hace conversatorios de temas actuales y de interés social. En Cervecería Central hay noches de comedia, en Olivo Wine Bar hay catas de vino orgánico que no se consiguen en ningún otro sitio de la ciudad y en Mentiritas Blancas siempre podrá vivir una experiencia de café Geisha de alta calidad. Estos son solo algunos ejemplos de la movida que se vive en sus calles.
Un sitio que cambió la escena de la fiesta de música electrónica local fue el Cangrejo Radio. Ubicado debajo de Taberna 21 (restaurante español donde se puede disfrutar de guitarra acústica en vivo y, si tiene suerte, ver al campeón mundial Roberto Durán disfrutar con sus amigos), el Cangrejo Radio es un bar de una planta que ubica al DJ al nivel del público. Frente a él, una cámara que está haciendo streaming del set en Twitch; atrás de él, la pista de baile. Esta distribución, popular en la escena internacional de la música electrónica, democratizó y relajó la fiesta en Panamá. Buena música sin grandes estructuras ni tediosas filas.
El nacimiento del Crabtown
No hay visitante, local ni propietario de comercio que hayamos conocido en este recorrido que no se sienta orgulloso y emocionado del caldo de cultivo cultural que es El Cangrejo hoy. El Crabtown late al ritmo del espíritu de sus calles, donde se entrelazan historias, culturas y sabores de todo el mundo. Es un barrio que desafía el paso del tiempo, conservando su espíritu bohemio y su esencia de comunidad, mientras sigue reinventándose como un epicentro de arte, gastronomía y encuentro.
Ya sea degustando el té en una ceremonia china, saboreando tapas japonesas o perdiéndose en las texturas y los colores de su arquitectura, El Cangrejo invita a quienes lo visitan a no solo transitar por sus calles, sino a vivir su diversidad.
LA GUÍA PANORAMA DE LAS AMÉRICAS PARA DISFRUTAR EL CANGREJO
CAFETERÍAS
• Feel Good.
• Máncora.
• Café Unido.
• Siete Granos.
• Mentiritas Blancas.
• Súcaro Café.
• Casa 25.
BARES
• Olivo Wine Bar.
• La Vinería.
• La Rana Dorada.
• Tres Gatos Cervecería.
• Cervecería Central.
• El Boticario.
• Pedro Mandinga.
RESTAURANTES
• Taberna 21.
• El Trapiche.
• Del Prado.
• Churrería Manolo.
• Sen Vietnam.
• Izakaya Kabuki.
• Salón del Té Chino.
• Taquería Monterrey.
• Lucca Panamá.
• Restaurante Siete Mares.
• Katané Pizza.
• Esa Flaca Rica.
• The Raj.
• Gut Vía Argentina.
• Russian Foodies.
• Matsuei Sushi Bar.
• Panadería Los Venezolanos.
VIDA NOCTURNA
• Cangrejo Radio.
• BierGarten, en el Riande Urban Hotel
HOTELES
• Hotel Milán.
• Ramada by Wyndham Panama Centro.
• Grand Evenia Panamá.
• Hotel El Panamá.
• Riande Urban Hotel.
• TRYP by Wyndham Panama Centro.
ESPACIOS CREATIVOS
• Wild Tattoo Society.
• Gato Gifty Shop.
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