Descubriendo Costa Abajo
Existe un lugar en Panamá tan extenso como inexplorado, que estuvo desconectado por años y apenas ahora, con la inauguración de una carretera, hace unos meses, invita a explorar y descubrir.
Por Margarita de los Ríos
Fotos: Javier A Pinzón
Iniciando
Se siente la emoción del camino nuevo. El viento choca en la cara al abrir el sunroof del carro para sacar la cámara y hacer tomas inéditas. Estamos atravesando uno de los puentes atirantados de concreto más largos del mundo. El más, dijeron los ingenieros en 2019 cuando lo inauguraron. Pero no solo es eso, presenciamos desde arriba al mar Caribe a un lado y las bocas de las esclusas de Gatún y las de Agua Clara al otro. Grandiosas obras de ingeniería las tres. Las esclusas de Gatún, con cien años de historia, revolucionaron el comercio mundial en su momento. Las de Agua Clara son las del Canal ampliado: una obra titánica en la que se embarcó Panamá para evitar que la vía perdiera vigencia tras un centenar de años de estar a la vanguardia. Y el puente: una obra que en su conjunto mide cuatro kilómetros y tiene cuatro carriles, a setenta metros de altura, con 530 metros en el arco de luz principal.
Y pese a todo, la emoción que sentimos es por la conquista de territorios nuevos: Costa Abajo, un pedazo de Panamá que hace 120 años quedó “al otro lado” y siempre tuvo que comunicarse con el resto del país a través de un puente rodante dentro de las esclusas. Un puente que daba prioridad a los barcos.
Este es sin duda un recorrido panorámico, que sorprende a cada kilómetro por las inigualables vistas que ofrece. Después del Puente Atlántico se abre una explanada verde y ondulada que da vista al lago Gatún y a la enorme Represa de Gatún, dos de las grandes obras de infraestructura que complementaron el conjunto del Canal de Panamá. Provoca tirarse allí en el prado y hacer un picnic memorable frente a las grandes embarcaciones.
La ruta reúne costas quebradas, altos acantilados, playas con olas bravías, ríos límpidos, bosques intocados y un paraíso de las aves. Además, un monumento histórico, Patrimonio de la Humanidad, y la maravilla del Canal de Panamá.
Después vendrá el bosque “siempre verde”: 14.000 hectáreas de árboles, lianas y enmarañadas ramas que se entrecruzan, conformando el bosque protector y paisaje protegido de San Lorenzo. Un territorio no conquistado por el hombre, apenas tímidamente dividido por la carretera que ahora atravesamos y es hogar de casi cuatrocientas especies de aves, pero también de monos aulladores, monos cariblancos y monos arañas, además de perezosos, ñeques y gato solos. Después viene el tramo nuevo de carretera, inaugurado apenas hace cinco meses, que conectó por fin a Gatún con Salud, Piña, Palmas Bellas y al final, dormido a orillas del río, el remoto pueblo de Miguel de la Borda.
En el Camino de Achiote habitan casi 400 especies de aves, de las cuales al menos 62 son muy difíciles de ver en otro lugar.
Es notoria la característica de esta costa compuesta por altos acantilados contra los cuales choca un mar bravío. Nuestra primera parada es en Palmas Bellas, en Casa Bao, conjunto de cabañas construidas sobre los acantilados. Allí nos recibe Robert Reese, quien no solo está dispuesto a ofrecernos los platillos propios de la gastronomía afroantillana, sino también a contarnos acerca de la región.
El atardecer nos toma entre palmas —no es gratuito el nombre de este corregimiento—, mirando al océano y saboreando una cerveza fría, mientras la noche se toma finalmente el paisaje.
Pueblo de pajareros
Nuestra segunda jornada es en Achiote, donde nos esperan los líderes comunitarios del grupo Los Rapaces, resultado de una comunidad que decidió tomar el mando de sus recursos naturales. Hasta aquí llegamos con el apoyo de la Red Sostur (sostur.org), organización que apoya la creación y el fortalecimiento de empresas turísticas rurales y comunitarias en Panamá. El objetivo es que los habitantes del pueblo encuentren recursos económicos a través de su más valioso recurso: la abundancia de pájaros.
Y es que Achiote se hizo célebre hace ya muchos años entre la sociedad de observadores de aves como uno de los sitios más privilegiados del planeta por su abundancia de aves. Allí, la sociedad Audubon, que suele hacer el Conteo Navideño de Aves en diversos lugares del mundo, contó 357 especies en 24 horas; un verdadero récord.
El grupo de líderes comunitarios Los Rapaces ha luchado durante años por mantener habilitado el sendero el Trogón.
El bosque a lo largo de la carretera (Achiote Road, entre los aficionados) es conocido por el avistamiento de trogones, momotos, chochines de cabeza blanca y de pecho rayado y las oropéndolas de Moctezuma. Los aficionados tienen en su lista al menos 62 especialidades de Achiote, entre ellas 22 difíciles de encontrar en cualquier otro lugar y diez solo posibles en este sendero.
Por más de veinte años, los líderes Los Rapaces se han capacitado para ser guías naturalistas. Felipe Martínez, uno de los mayores, quien entrena a una nueva generación, nos atiende en el restaurante Cascá y nos enseña el proceso del café orgánico mientras nos cuenta la historia de la comunidad
Tercera jornada, el fin del camino
Luego de 150 kilómetros de recorrido (dos horas y media desde Panamá si nos hubiéramos ido en una sola jornada), llegamos a Miguel de la Borda, en cuya extensa y tranquila playa las grandes olas que vimos kilómetros atrás parecieran dar una tregua. Tiene quioscos a orillas del mar y alguna oferta de restaurantes y hostales. Allí nos encontramos con la representante Ahiza Meneses, quien nos ofrece un recorrido por el río con la guianza de su hijo.
Caminamos por la playa hacia la desembocadura del río y tomamos la embarcación en el puerto para navegar río arriba en el silencio de la tarde. La abundancia de pájaros y los sonidos del bosque nos acompañan en este fin de la jornada.
CASTILLO DE SAN LORENZO
El Ministerio de Cultura terminó hace poco las obras de restauración de este importante Patrimonio de la Humanidad, con senderos interpretativos, vallas informativas, video y un museo repartido en tres bóvedas que da razón del carácter histórico de este Patrimonio. Si usted ya había visitado el castillo, es hora de regresar. No olvide las playas Diablo y Tortuguilla que, cuando la marea está calma, ofrecen excelentes oportunidades de darse un baño.
Ubicación:
A 19 kilómetros (25 minutos) del Puente Atlántico entrando por la base de Sherman.
Horario:
Boletería abierta hasta las 3:30 p.m. entre semana y hasta las 4:30 p.m. el fin de semana.
CENTRO DE VISITANTES DE AGUA CLARA
Además de muy escenográfico, el Centro de Visitantes de Agua Clara permite conocer el funcionamiento del Canal ampliado. Allí le explicarán la razón de ser de las enormes tinas adjuntas a la esclusa, el proceso de reciclaje de agua de las nuevas esclusas (reciclan el 60% del agua de cada esclusaje) y la enorme capacidad del Canal ampliado, que logró cambiar los buques panamax (con capacidad para 5.000 TEU) por los neopanamax (con capacidad para 14.000 TEU). Tiene un camino campestre y un sendero interpretativo que lo acercará a las maravillas naturales de la cuenca del Canal.
Ubicación:
Antes de tomar el Puente Atlántico, siga las señales a mano izquierda.
Horario:
De 8:00 a.m. a 5:00 p.m., la taquilla cierra a las 3:30 p.m.
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DÓNDE DORMIR
SALUD
Finca Agroturística Villa Verde
6429-4813
PALMAS BELLAS
Casa Bao
6644-2473
MIGUEL DE LA BORDA
Hostal don Oscar
6571-3082
6418-8351
ENTRE RÍO INDIO Y GOBEA
Glamping del Caribe
(Reinaugurado recientemente)
6775-2120
ENTRE GOBEA Y MIGUEL DE LA BORDA
Glamping Nature Beach
Comida española, caribeña y carnes.
DÓNDE COMER
SALUD
Finca Agroturística Villa Verde
6429-4813
Algunas de sus especialidades:
• One Pot: arroz con coco, rabito, ba
calao, camaroncito seco, zapallo.
• Fufu: sopa de pescado en leche
de coco.
PALMAS BELLAS
El Pargo Lunar
Turismo comunitario (OBC)
Solo con reserva previa
6459-8837
Especialidad: Muestra gastronómica
local.
FUERTE SHERMAN
The Dock Restaurante
6938-9428
Especialidad: Internacional
ACHIOTE
Restaurante Cascá
Grupo de líderes Los Rapaces
Turismo Comunitario
6212-7307
Especialidad: panameña.
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