Álvaro de Marichalar: El caballero de los mares
Álvaro de Marichalar Sáenz de Tejada, explorador español con alma de Quijote, navega en una moto acuática tras los pasos de Fernando de Magallanes y su compatriota Juan Sebastián Elcano, quienes en conjunto completaron la primera vuelta al mundo hace 500 años.
Por Equipo de redacción
Fotos: Cortesía Álvaro de Marichalar, archivo de Fundación La Mar y José Rovira
Como un caballero andante, Álvaro de Marichalar (Pamplona, Navarra, España, 1961) galopa por los mares del globo sobre una moto acuática, rompiendo récord tras récord. Este navegante posmoderno, que fue piloto de aviación y prestó servicio en el Ejército del Aire durante dos años, realiza una expedición alrededor del mundo, navegando en solitario y de pie, en la embarcación más pequeña de la historia.
Explorador como sus antepasados, aventurero, deportista y amante de la historia, Marichalar publicó el libro: Rumbo al horizonte azul, relato de la única travesía del océano Atlántico a bordo de una embarcación de tres metros de eslora (2002). Dicta conferencias en escuelas y universidades y realiza una campaña mundial sobre la alarmante contaminación del mar.
Aprovechamos su estadía en Panamá para escuchar en primera persona el relato de su aventura.
Hay personas a quienes les gusta hacer cosas difíciles, pero recorrer la ruta de Juan Sebastián Elcano ya es en extremo difícil. ¿Por qué en un jet ski, a la intemperie y en un vehículo que lo obliga a navegar de pie?
Navegar en solitario a bordo de una pequeña embarcación de tres metros de eslora es la experiencia más completa y edificante.
Es verdad que asumo muchos riesgos y que no resulta nada cómodo afrontar el frío y la soledad constantes. Pero también hay esos poderosos aspectos positivos que me permiten superar lo negativo y difícil, viviendo la experiencia mística que supone visitar al creador en su horizonte azul.
¿A qué edad inició sus actividades extraordinarias? ¿Siempre le atrajo la exploración?
Inicié la navegación a bordo de este tipo de embarcaciones con 16 años y nunca lo he dejado. Me gustó y me gusta toda actividad en el exterior, en la naturaleza; por eso promuevo que se la conozca, respete y cuide lo máximo posible.
¿Ese impulso de experimentar cosas nuevas y arriesgadas nació con usted o tiene antecedentes familiares?
Los grandes exploradores españoles y portugueses de los siglos XV y XVI son una fuente de inspiración constante. Hablamos de las personas que lograron los grandes descubrimientos que unieron la humanidad, iniciando el intercambio cultural y comercial global que conocemos hoy. ¡Hablamos de la primera globalización!
En la familia hay grandes exploradores, como fueron mis antepasados san Francisco Javier, primer europeo que llegó a Japón, y Tristán de Luna, que navegó desde Veracruz a Florida para fundar, en 1559, Pensacola: la primera ciudad en los actuales EE. UU.
¿Cuánto puede durar una jornada de navegación? ¿Por qué dormir en una nave tan incómoda?
Suelo navegar doce horas al día; de sol a sol, aunque también lo hago por la noche, sobre todo en travesías entre islas, por estar la mar más calmada y ser más fácil orientarme con las estrellas a mar abierto.
Estoy acostumbrado a dormir a la deriva tumbado sobre mi pequeña embarcación Numancia. Muchas veces me veo forzado a descansar así, aunque cuando puedo intento alcanzar la costa para dormir “en seco”.
Siento que tiene una cruzada con respecto a los plásticos en el océano: ¿cómo espera que su expedición llame la atención al respecto? ¿Cuáles son las acciones concretas para lograrlo?
La codicia humana destruyó todas las civilizaciones y está destruyendo también la nuestra. La contaminación de los mares y océanos por el exceso de basura plástica o de sargazo es una muestra de ello y representa un drama parecido a la pesca ilegal o la deforestación.
La misión principal de mi expedición alrededor del mundo es crear conciencia, denunciando el millón de toneladas de plástico que se vierten a los ríos y mares cada día. Para ello estoy dando conferencias en universidades y colegios de los puertos de recalada y filmando todo lo que estoy viendo en la mar.
De igual modo, promuevo soluciones sostenibles para sacar el sargazo (vivo) del agua en altamar antes de que llegue al litoral y utilizarlo como materia prima para fabricar SAF (Sustaina- ble Air Fuel) para uso en la aviación comercial, junto a otros productos resultantes de su procesado. Además, he creado el movimiento Guardianes del Mar, para que todas personas se comprometan en el cuidado del medio ambiente marino.
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