La vuelta al Eje en siete asombros
Texto: Iván Beltrán Castillo
Fotos: Andrés Mayr y Margarita Navas
Durante una semana de finales de 2024 —volcánica y emotiva—, periodistas de Colombia, México, Argentina, Chile, Nicaragua, Estados Unidos, Panamá y Costa Rica entraron en contacto con el folclor, la calidad humana y la hermosura natural del Eje Cafetero colombiano.
A medida que avanzaban en un Big Bus, de los que recorren las principales capitales de los Estados Unidos y Europa, los comunicadores se percataron de que, aunque popular y difundida, la región, como las bellas mujeres, conserva siempre un hálito de misterio irreductible; descubrieron que
la región es un dadivoso surtidor de asombros.
El asombro del lugar
El Eje Cafetero tiene, para decirlo en lenguaje pictórico, una infinita paleta de colores, cuyas tonalidades pasan del rojo escarlata al verde esmeralda, del azul reflexivo a los grises nostálgicos, del blanco enigmático al negro reverencial. Todo allí parece recién nacido, irremplazable e intensamente lírico.
Las tres capitales —Pereira, Armenia y Manizales—, las poblaciones acogidas ya por el furor turístico expresado en grandes romerías, como Filandia y Salento, o aquellas otras que, por menos publicitadas, conservan una discreción grandiosa —Calarcá, Salamina, Neira, La Tebaida, Circasia, Montenegro o Quimbaya— irradian una asombrosa presencia.
El asombro de la nieve
El Nevado del Ruiz es un portento natural, y tiene, como un mantra protector, algunos nombres que aluden a su magia: El Valle de las Tumbas, casi esotérico y muy literario, pero también los precolombinos Kumanday, Tabuchía y Tama.
Aunque no siempre se encuentra tomado por la nieve, el volcán —centinela, cómplice, testigo mudo y en ocasiones (como en noviembre de 1985, cuando borró de la faz de la Tierra la población de Armero) letal adversario— deja su impronta subjetiva en el visitante.
El asombro del agua
Desde finales del siglo XIX y principios del XX, la sabiduría popular del entonces llamado “Viejo Caldas” fijó su atención en las entrañas de la tierra y el agua natural de comprobadas cualidades curativas.
Las procesiones de viajeros, algunos en pos de mejorar su salud, no se hicieron esperar, y los baños termales se convirtieron en símbolo, plan de vacaciones y solución médica. Santa Rosa de Cabal es el epicentro de esta forma de sano esparcimiento, recibiendo a cientos de bañistas anualmente.
El asombro de los mitos
Pródiga en bellas historias, leyendas y fábulas, poesía popular, folclor e ingenio verbal, la región cafetera carga de significado aquellas cosas y personajes que, merced a su valía y a estar siempre presentes en la molienda de los calendarios, se hicieron íconos, metáforas e ilustraciones de una epopeya: las mulas, los arrieros, los jeeps Willys, el tango y los personajes sacados de la ficción literaria y televisiva, como la Gaviota de la telenovela Café, ícono melodramático de la dramaturgia latinoamericana.
El asombro de los cielos
Las iglesias parecen naves de piedra encalladas en las plazas de los pueblos, y asistir a sus misas es hacerse parte de un devocionario. Por si esto fuese poco, para reforzar la cuasicinematográfica o teatral opulencia de las iglesias, el Eje tiene unos cielos de belleza conmovedora, capaces de evocar toda la mitología, al atardecer, al mediodía o en la tarde radiante. Para los periodistas del encuentro, este detalle, de gran carga simbólica, no pasó inadvertido.
El asombro del camino
En el pasado, las rutinas de transporte de los pereiranos eran extenuantes. Para ir a ciertos barrios y zonas de la ciudad se debían hacer largos trayectos, en tiempos pretéritos a lomo de mula y más tarde en bus, lo que alargaba dramáticamente las jornadas. Pero el 30 de agosto de 2021 fue inaugurado el Megacable de Pereira, sistema de transporte público de tipo teleférico, que transformó la concepción de la vida de la gente al cambiar su noción del paso de tiempo.
El asombro de la naturaleza
Cuando despunta el viaje, los viajeros del Eje han visto, con ojos alucinados, el Valle de Cocora, donde se yerguen altivas las palmas de cera más altas de Colombia, su árbol nacional; el Parque del Café, en el corazón del Quindío, con su paisaje cafetero coronado por atracciones mecánicas; el parque Ukumari, de Pereira, que también es un santuario; el Recuca, sigla de “recorrido cultural cafetero”, de Calarcá, y ahora destaca la experiencia en el Parque Internacional de la Fruta, receptáculo de vastos peregrinajes.
La naturaleza vive y vuela, y es otro asombro resplandeciente en el Eje.
LOS LÍDERES
El inventor y promotor de esta travesía fue José Fernando Ballesteros, director de la revista Enfoque del Café, junto con su esposa, Lucía Rivera, y los promotores turísticos Luz Patricia Hurtado, de Armenia, Juan Carlos Zuluaga Cardona, de Manizales, y Andrés Valencia, de Pereira.
PANORAMA EN EL EJE CAFETERO
Estos son los prestadores de servicios turísticos que apoyaron la visita de Panorama al Eje Cafetero:
Restaurantes
• Restaurante Bosque Lluvioso
Caldas, Colombia
Vía Manizales-Chinchiná, km 13
@restaurantebosquelluvioso
• Restaurante Campo Alegre Bailador
Santa Rosa de Cabal, Quindío
@campoalegre.bailador
• Restaurante El Roble
Vía Armenia-Pereira, km 12. Circasia
@r_de_roble
• Restaurante Giovanni
Manizales
giovannirestaurante.com
• Restaurante Icónico Terraza
Armenia
Carrera 14 n.° 30 N-1 a 30 Norte-121
@iconicoterraza
• Restaurante José Fernando
Filandia
@josefernando.filandia
• Restaurante O’Brasileiro Rodizio
Pereira
obrasileirorodizio.com
• Restaurante San Isidro
Dosquebradas
@sanisidrorestobar
Hoteles
• Hotel Barranqueros Soledén
Quindío, Colombia
soleden.co/hotel
• Hotel Casa Tuirak
Pereira, Colombia
@casatuirak
Sitios para explorar
• Parque del Café Quindío
parquedelcafe.co
• Parque Recuca Calarcá
recuca.com
• Termales San Vicente Santa Rosa de Cabal
sanvicente.com.co
Risaralda
• Termales El Otoño
termaleselotono.com
TUROPERADORES
• Living Trips TOUR Operator
Colombia
• BigBus Tours
Estados Unidos
Deja una respuesta