Serra do Cipó, el jardín de Brasil
Principal destino de aven- tura del estado de Minas Gerais, la Serra do Cipó fue llamada el “Jardín de Brasil”, por el famoso paisajista Roberto Burle Marx.
Por Camila Fróis
Fotos: Tom Alves
La modesta área de este parque nacional, 338 km2, resguarda el mayor número de plantas por metro cuadrado del mundo. Durante casi todo el año, pequeñas y delicadas flores conforman enormes tapetes de diferentes matices. Extensos campos de siemprevivas ocupan el paisaje junto con bromelias, orquídeas y otras 1.600 especies catalogadas.
Además de la enorme biodiversidad, el conjunto natural incluye la más extraordinaria muestra de campos rupestres, una especie de vegetación que solo se encuentra en algunas montañas de Brasil. Con estos coexisten cordilleras, cavernas y numerosos cañones en los que serpentean ríos caudalosos. El relieve accidentado envuelve las aguas de estos ríos y forma con ellas numerosos arroyos, que se convierten en grandes saltos, cascadas y pozos, ideales para tomar baños refrescantes. Al caer la tarde, la sierra se desnuda en matices plateados y encarnados, que tiñen una infinidad de rocas de diferentes formas y tamaños.
Gracias a escenas como estas, el parque es considerado uno de los mejores trechos de la Serra do Espinhaço, la única cordillera de Brasil catalogada Reserva de la Biósfera por la Unesco.
Aventuras en la historia
Las caminadas por estos paisajes cinematográficos fueron famosas en el siglo XVIII, cuando esclavos y bandeirantes (primeros colonizadores que exploraron el interior del país) buscaban oro y piedras preciosas. Hoy, los visitantes recorren estos caminos interesados en otro tipo de riqueza. Los más aventureros se internan por días en largas travesías, practicando escalada, pedaleada y cabalgada rumbo a las cascadas y cavernas más remotas por dentro y alrededor del parque.
Una de las rutas más emblemáticas es la del Vale do Travessão, un peñasco monumental de cerca de 700 metros de altura con un horizonte sin igual, donde la Serra do Cipó se divide en las cuencas hidrográficas del río San Francisco y del río Doce. Son ellas las responsables de una enorme cantidad de agua que chorrea para todos lados, formando un abanico de cascadas.
Algunas atracciones son de fácil acceso, otras son alcanzables tras largas horas de camino. Quien está dispuesto puede enfrentar incluso la famosa caminata de tres días de Lapinha a Cachoeira do Tabuleiro. Al salto, de 273 metros de altura, también se puede llegar por una ruta serpenteante, aunque no tan deslumbrante en paisajes.
El recorrido principal del Parque Nacional es totalmente plano, atraviesa por grandes paisajes del Cerrado (ecosistema de sabana tropical de Brasil) y lleva hasta atractivos como la cascada Los Palmitos y la imponente Cachoeira da Farofa, que tiene tres saltos y 270 metros de altura.
El Cânion das Bandeirinhas es un desfiladero de 80 metros de altura, también dentro del parque, que concentra diversas cascadas y se puede llegar a él por un camino de 12 km en terreno plano. Todos los trayectos pasan por campos floridos, ríos y lagunas, como la Lagoa Comprida, y se pueden realizar a pie, en bicicleta o a caballo.
Para desacelerar el ritmo
Quienes prefieren días de descanso visitan las aldeas del entorno del parque, las cuales proporcionan una deliciosa atmósfera rural. En villas como Lapinha da Serra y Tabuleiro, vale la pena caminar entre las casitas con terrazas floridas, disfrutar de un café o visitar los restaurantes caseros que sirven la irresistible comida local.
Algunos de los distritos de la sierra abrigan también comunidades quilombolas (formadas por descendientes de los africanos esclavizados), que mantienen vivas las tradiciones y fiestas típicas de su cultura original, al son rítmico de los tambores mineiros. Una de las costumbres más antiguas es el congado, expresión cultural y religiosa que mezcla rituales de las fiestas traídas por los africanos con la religiosidad cristiana. Las ceremonias envuelven música, canciones y danzas.
En la comunidad del Açude, en el municipio de Jaboticatubas, es posible participar también del “samba de senzala”, que se realiza las noches de domingo, dirigido por la matriarca Mercês. Ese samba es tocado con conga, atabaque y pandero (instrumentos típicos de la percusión brasileña) mientras el público baila, canta y celebra la vida.
Otras atracciones
Senderismo y cascadas
La Serra do Cipó ofrece diversas opciones de caminata para los visitantes, incluyendo jornadas de medio día, día completo o de algunos días, que casi siempre terminan en increíbles cascadas. Vea a continuación las atracciones más clásicas y sus distancias de camino a pie, de ida y vuelta:
Cascadas Grande, Véu de Noiva y Serra Morena
Son tres bellísimos balnearios privados de fácil acceso y óptima infraestructura para los visitantes.
Cascadas del Gavião y de las Andorinhas
El sendero que lleva hasta los dos saltos de agua, localizados en brazos opuestos del río Bocaina, es un espectáculo con varios paisajes, que sorprenden en cada momento del trayecto.
Cascada Congonhas
Los saltos de agua del Ribeirão Congonhas, con 30 metros de altura, se funden en un pozo de color verdeada y transparente, que obligan a un refrescante baño.
Cascada Bicame
Situada en un área de protección privada, Bicame es considerada una de las más bellas caídas de agua de la región. Para verla, se debe atravesar un largo sendero, siempre adornado de afloramientos rocosos y extensos campos rupestres. Además, esta ruta es un espectáculo para los observadores de pájaros, pues allí se pueden ver las cuatro especies endémicas de la Serra do Cipó: el canastero del Cipó (Asthenes luizae), la remolinera del Cipó (Cinclodes espinhacensis), el colibrí de cola celeste (Augastes scutatus) y el ala de sable del espinhaço (Campylopterus diamantinensis).
Parque Estadual Serra do Intendente
La unidad de conservación localizada en el vecino municipio de Conceição do Mato Dentro posee diversos atractivos singulares, como el Cânion do Peixe Tolo, la cascada Rabo de Cavalo y la del Tabuleiro, el mayor salto de Minas Gerais. Todos ellos hacen parte de un circuito llamado Ruta de las Diez Cascadas, una invi- tación refrescante de contacto con los encantos de la región.
Travesías
Travesía de Alto Palacio a la Serra dos Alves y de Alto Palacio a la Cabeça de Boi
Los dos senderos se inician en la parte alta del Parque Nacional y se dirigen a bucólicas aldeas. El paisaje va cambiando de campos de montaña a fragmentos de bosque, con relieves generalmente accidentados, donde diversos valles y cañones con cascadas surgen por doquier. Cada uno de estos senderos tiene una duración de tres días.
Travesía de Lapinha a Fechados
El punto de partida para la caminada es el municipio de Santana do Riacho, que exhibe grandes rocas de calcáreo; gran atractivo para los escaladores. Después de recorrer algunos kilómetros es posible divisar el Cañón de las Éguas y el lindo riachuelo de la represa Coronel Américo Teixeira. La caminada sigue por campos rupestres e impresionantes vistas de cañones y grandes cascadas.
¿Cómo llegar?
La unidad de conservación contempla diversos municipios; sin embargo, el acceso con mejor infraestructura turística es el distrito de la Serra do Cipó, homónimo del Parque, localizado a 100 km de la capital, Belo Horizonte, y a 70 km del aeropuerto internacional de Confins. Las visitas son permitidas de 8 a.m. a 5 p.m. Hay servicios de alquiler de caballos y bicicletas.
¿Cuándo ir?
En los meses de verano, entre noviembre y marzo, la temperatura es más caliente, lo que hace que bañarse en el río sea muy placentero. La temporada seca va de mayo a septiembre. Los días son más abiertos y fríos, favoreciendo las caminatas y los viajes románticos.
Deja una respuesta