Turismo respetuoso y sostenible: la propuesta de Luis García Cordón
Luis García Codrón, fundador de Europamundo Vacaciones, mereció el premio de Ética de la Organización Mundial del Turismo gracias a su compromiso por un turismo de calidad, sostenible, de enfoque cultural y que fomente la paz y la tolerancia entre los pueblos.
Por Gladys Arosemana
Fotos: Javier Pinzón
En 1973, el joven barcelonés Luis García Codrón tenía muy claro lo que deseaba hacer en la vida: comerse el mundo. Para ello, nada mejor que mostrárselo a los demás. Hoy, en la época de la globalización e internet, eso parece tarea fácil, pero en los años 70 la situación era muy distinta. La competencia era dura, pero eso nunca amedrenta a un joven lleno de ilusiones y proyectos.
Luego de trabajar en agencias de viajes, el objetivo de crear rutas lo llevó al siguiente paso: organizar viajes en autocar, primero en su natal España y luego en Europa. Así iniciaría la apuesta más ambiciosa de García Codrón en el turismo: un campo en el cual se ha desempeñado como pez que nada en aguas a veces apacibles, otras turbulentas, como fue el caso de la pandemia que hace poco afectó a
la humanidad.
La ocasión es propicia para conversar sobre su visión del turismo sostenible y los circuitos culturales que lo apasionan.
¿Cuáles cree usted que pueden ser los principales aportes de la industria del turismo para un mundo en armonía?
Ciertamente, mi trabajo de cerca de cincuenta años en la industria de los viajes me ha permitido comprobar que el turismo aporta más que ninguna otra actividad a los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En Europamundo Vacaciones tenemos viajeros de los cinco continentes, de 110 nacionalidades, con todas las razas, religiones e idiomas.
Se fomenta así una cultura de paz. Siempre comento que en los viajes conocerás el mundo no solo por el destino que vas a ver, sino por los viajeros con los cuales vas a convivir.
¿Sirve entonces el turismo para fomentar la paz?
Claro. Demasiadas veces tenemos miedo al que es distinto, lo despreciamos porque no lo conocemos. El turismo permite recibir otras sonrisas, abrazar otras culturas y fomentar una cultura de paz.
Europamundo Vacaciones pasó de trabajar en España a expandirse con una red de aliados en más de 800 agencias de viajes alrededor del mundo. ¿Cuál es el secreto?
A nivel de viajes siempre hay que innovar, crear, abrir caminos y liderar. Pero para mí fue fundamental buscar un estilo propio, sumar talentos, pero, sobre todo, asociarse con operadores locales serios, con valores humanos y que sintieran el producto como algo propio.
¿Cómo logró su empresa destacar en medio de un mercado tan competitivo?
Marcando diferencias: creamos circuitos flexibles, en los que el viajero pudiera comprar una parte y no necesariamente el paquete completo; facilitamos el cambio de divisas cuando existían más de cincuenta monedas en Europa. También ofrecíamos garantía de salida: eso suena muy fácil en la actualidad, pero en aquella época las confirmaciones de espacio dependían de un fax y de esperar días por una respuesta.
Pero su visión es innovadora también en cuanto a la ética del turismo.
Sí. Siempre hemos buscado trabajar por la convivencia, la tolerancia, la paz y el respeto a quien sea diferente. Buscamos beneficiar a las comunidades locales. Creamos, en 2011, la Fundación Europamundo: para crear desarrollo sostenible a través del turismo.
Ciertamente, el turismo favorece otros aspectos como la salud y la creación de empleo.
Exacto. La salud es un término mucho más amplio que recibir atención médica. La salud es bienestar y viajar es bienestar. Soy un firme defensor de la inmensa contribución del turismo al empleo, al crecimiento de la mujer, la protección de los recursos naturales y de los recursos arqueológicos. Apoyo los valores del turismo y me siento orgulloso de haber creado una empresa que no solamente busca vender viajes.
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