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NorteaméricaEstados UnidosPor los pantanos de Louisiana

Por los pantanos de Louisiana

Texto y fotos: Javier Pinzón

La cultura de Luisiana tiene un lazo especial con sus tierras pantanosas y sus humedales. Es lógico, el estado tiene más de un millón de hectáreas inundadas. Estos pantanos han sido un ecosistema extremadamente importante para el grupo étnico cajún y los nativos americanos, quienes han vivido en armonía con estas tierras durante siglos. Sin embargo, su experiencia no fue suficiente para evitar la debacle. Los pantanos fueron drenados durante muchos años con el fin de proporcionar tierra adicional para la agricultura. Muchos pantanos también se han sometido a una tala intensiva, la cual requiere la construcción de zanjas y canales de drenaje. Y el drenaje, a lo largo de la costa, permitió que el agua salada ingresara a tierra, convirtiendo pantanos en marismas o incluso en aguas abiertas. 

Ahora estamos recorriendo uno de los pantanos de Luisiana para ver de primera mano todo lo leído sobre estos lugares especiales. Y digo especiales no solo por sus valiosos servicios ecológicos, que incluyen control de inundaciones, producción de peces, filtración de agua, almacenamiento de carbono y hábitat de vida silvestre; sino también, por ser lugares de contemplación y a la vez de emociones diversas, gracias a los animales y las plantas que habitan aquí. 

Un pantano es todo terreno bajo, normalmente saturado o cubierto de agua, donde crecen árboles y vegetación acuática. Existen en casi todo el mundo, con excepción de la Antártida, y suelen localizarse en zonas bajas, cercanas o asociadas a ríos o lagos que les proveen agua. Hay pantanos “verdaderos” o bosques pantanosos y “transicionales” o pantanos de arbustos. Los hay de agua dulce y de agua salada; estos últimos, por lo regular, a lo largo de las áreas costeras tropicales. 

Mientras serpenteamos por los canales en busca de caimanes, el guía explica que estos pantanos, junto con los humedales costeros, se entrecruzan con sabanas de pino de hoja larga, que sostienen muchas especies raras e inusuales. Los pantanos, junto a los humedales, albergan una gran variedad de árboles, tales como el ciprés calvo, el tupelo y el álamo. Otras plantas, como la palmera enana, el mirto de cera y las plantas acuáticas sumergidas como la Vallisneria y la Ruppia, son nativas de los humedales de Luisiana. Las plantas de estos lugares actúan como filtros naturales y ayudan a eliminar metales pesados, residuos y pesticidas del agua contaminada antes de llegar al Golfo de México. Hay también animales propios de estos pantanos, especies nativas como el águila pescadora, pero también ibis, garzas, manatíes, caimanes, tortugas de tierra y castores. 

El valor económico de los pantanos es incalculable. Tan solo la pesca comercial representa más de 300 millones de dólares en la economía del estado. Más del 70% de esa cantidad proviene de camarones, ostras y cangrejos azules, que en los humedales costeros tienen un vivero para sus crías. Anualmente, Luisiana vende más de 330.000 licencias de caza y 900.000 de pesca a personas que dependen de los humedales. Además, en las zonas húmedas se pueden realizar actividades recreativas como paseos en bote, natación, campamentos, caminatas, observación de aves, fotografía y pintura. 

Uno de los factores que propiciaron la disminución de las zonas pantanosas fue la tala extensiva de bosques de cipreses, a principios del siglo XX. Muchos de estos cipreses de Luisiana fueron usados para construir botes destinados a la Segunda Guerra Mundial. Nuestro guía explica que antes de la construcción de diques en el río Misisipi, los humedales se mantenían en equilibrio debido a las inundaciones ocasionales, que llenaban el área con sedimentos. 

Debido a esto, la costa oriental de Luisiana es mucho más susceptible a la erosión que la occidental, porque gran parte fue creada por depósitos de limo del río Misisipi. Este proceso natural de deposición de sedimentos ha sido bloqueado por un extenso sistema de diques que redirige el agua de inundación a través de los pantanos y humedales, causando erosión y ocasionando el declive y debilitamiento de estas zonas, al ritmo de un campo de fútbol cada hora, disminuyendo la protección contra huracanes.

Después del paso catastrófico del huracán Katrina, el cual destruyó aproximadamente 562 kilómetros cuadrados de humedales costeros en Luisiana, quedó en evidencia la importancia del buen manejo de los pantanos y humedales, así como su rol en la prevención de inundaciones.

El 23 de enero del 2008, el gobernador del estado firmó la orden ejecutiva n.° BJ 2008-7, creando la Autoridad de Protección y Restauración Costera (CPRA), que implementó el Plan Integrado de Restauración de Ecosistemas y Protección contra Huracanes, que se conoce como el Plan Maestro. Además, la Fundación de la Cuenca del Lago Pontchartrain ha desarrollado un plan de manejo integral para las regiones del este de la costa de Luisiana, poniendo énfasis en la restauración de hábitats fluviales, pantanos de cipreses y marismas. 

Se ha implementado una fuerte campaña para que los residentes y los visitantes conozcan en persona este bello lugar, con el fin de que entiendan su valor natural y económico, y contribuyan a su preservación y buen manejo. 

A eso vinimos y la travesía, en la que pudimos ver muy de cerca los caimanes, admirar la belleza de estos ecosistemas y comprender su valor nos reportó una aventura en medio de un paisaje bellísimo y un gran aprendizaje.

Cómo llegar

Desde Norte, Centro, Suramérica y el Caribe, Copa Airlines le ofrece tres vuelos a la semana a Nueva Orleans a través de su Hub de las Américas en Ciudad de Panamá.

Qué hacer

Para visitar los pantanos puede contratar con los diversos tour-operadores del área. Panorama de las Américas contó con el apoyo de Cajun Encounters 

www.cajunencounters.com

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