Museo Frost de Ciencia: los tiburones llegan al centro de Miami
Por Gloria Shanahan
Fotos: Edgar Cadena
En este moderno edificio, en el corazón de la calurosa metrópoli de Miami, es posible ver peces y corales a centímetros de distancia sin ser buzo, sentir la húmeda calidez de los manglares sin el ataque de los mosquitos y volar aviones sin ser piloto.
El Museo Frost de Ciencia, en Miami, acaba de inaugurar su nueva sede, acuñada entre la última hilera de rascacielos del Downtown y los enormes cruceros atracados en la plácida Bahía de Biscayne. Durante más de cincuenta años estuvo alojado más al sur, en el área del Museo y Jardines Vizcaya. No obstante, en busca de un nuevo lugar acorde con sus crecientes necesidades de espacio y tecnología, la entidad encontró un nuevo hogar en el corazón de la ciudad.
La apertura de este nuevo centro cultural refuerza la transformación que vive el centro miamense, pues fue erigido junto al Museo de Arte Pérez y a una corta caminata del Centro de Artes Escénicas Adrienne Arsht y de la Sala de Conciertos Knight. A un malecón de por medio está el coliseo American Airlines, y el Museo de los Niños queda a un par de cuadras sobre la Autopista MacArthur, en la ruta hacia Miami Beach.
El resultado deja boquiabierta a la mayoría, especialmente el acuario, ya sea al contemplar las manchas abdominales del tiburón blanco que pasa nadando sobre la cabeza del visitante —en la sección Deep—, mirándolo a los ojos mientras se mueve en su hábitat —en la sección Dive— o divisando su aleta desde la superficie —desde el nivel superior Vista.
Este y otros tiburones son parte del gigantesco acuario Corriente del Golfo, que tiene tres niveles y una capacidad de 500.000 galones, eje central del Museo, el cual replica el hábitat de la vida marina del sur de Florida. En el nivel Deep, en el fondo del acuario, hay una lente de casi diez metros de circunferencia —llamada el óculo—, a través de la cual se puede mirar a los peces en una cómoda sala. Especies de mar abierto circulan indiferentes arriba del lente mientras los visitantes los observan fascinados desde abajo.
En este mismo nivel hay un salón oscuro con tres acuarios independientes colmados de medusas fosforescentes. También tiene una inmensa pantalla interactiva que proyecta cardúmenes de peces, tortugas y otras especies, cuyo rumbo cambia de dirección al toque de la mano del visitante.
Un piso más arriba, en Dive, es posible acercarse al arrecife de coral y apreciar, desde una cápsula que se asoma dentro del acuario, grupos de meros, pargos, róbalos y otras especies que se refugian en las raíces de las plantas. En este mismo nivel hay más de una docena de coloridos acuarios pequeños que exhiben corales y peces. Al lado, mesas interactivas ofrecen entretenimiento con juegos relativos a la pesca industrial. El visitante recibe información sobre las especies que se hallan en peligro; de esta manera, si aún decide pescarlas, sabrá cuál es el costo de su carga y qué tan responsable y sostenible es.
En el nivel de la terraza, conocido como Vista, está la superficie del acuario, donde los expertos del Museo alimentan a diversas especies. Otro tanque exhibe mantarrayas pequeñas y amigables que aceptan ser acariciadas. Hay una réplica viva del ecosistema del parque Everglades que permite ver, mediante una pared transparente, la interacción de los corales, peces, aves, plantas y caimanes de la zona. Tenga su cámara a mano, pues desde la terraza se aprecian magníficas vistas del centro de Miami, el puerto y la bahía.
De regreso al primer piso, dentro del Planetario, la sensación es como estar volando hacia las imágenes, casi totalmente rodeado por ellas, con sonido envolvente. Las presentaciones absorben su atención de inmediato, bien sea que elija “Asteroide Misión Extrema en 3D” o “Tierra Dinámica”, que explora el sistema climático del planeta narrado por el actor Liam Neeson. La razón del asombro es la gigantesca pantalla en forma de cúpula que tiene una inclinación diferente a la de otros planetarios: 23,5 grados, lo cual genera una sensación visual de casi 360 grados. A esto se suman el sonido con tecnología de punta y el sistema óptico de 16 millones de colores en 8k, procedentes de seis proyectores 3D.
Al Museo hay que dedicarle al menos medio día, pues cada rincón ofrece algo que escuchar, tocar o con lo cual jugar. Está compuesto por cuatro edificios interconectados. Los dos principales son el Planetario y el Acuario. En el ala norte se destaca la exhibición “Alas a las Estrellas”, con narración y herramientas interactivas que explican desde la anatomía de las aves y los dinosaurios alados hasta los viajes espaciales. Entre la variedad de objetos y juegos se destaca un dispositivo con instrucciones para hacer aviones y helicópteros de papel, con sus respectivas rampa y chimenea de vuelo activadas con viento.
Los niños pueden divertirse en el Me Lab, cubierto con un atractivo piso de luces LED, que reaccionan a los pasos, y divertidas zonas interactivas donde aprenden sobre cosas relacionadas con comer, moverse, descansar y aprender. La exhibición itinerante “Luz, Color y Geometría” formó parte de la apertura del Museo, con una gigantesca máquina que explica la física de la luz láser. En el ala oeste hay tres robots que pueden dibujar la cara de quien se siente frente a ellos, gracias a los algoritmos independientes. Una granja solar, un techo viviente y una estación de meteorología son algunas de las exhibiciones que se inaugurarán próximamente en el sexto y último piso del Museo.
El Museo Frost continuará creciendo a la par de Miami. Esta nueva atracción enorgullece a sus habitantes, ávidos de mostrar a los visitantes algo más que su soleada cara frívola y su fastuosa vida nocturna.
¿Por qué Frost?
La obra, de financiación mixta pública y privada, recibió una donación de 35 millones dólares de Phillip Frost y su esposa Patricia, mecenas de las artes y la cultura en el sur de Florida. De allí surge el nombre Museo de Ciencia Phillip y Patricia Frost. El costo total de construcción del Museo y el Planetario fue de 305 millones de dólares. El Museo abrió sus puertas el 8 de mayo de 2017.
Cómo llegar
Copa Airlines ofrece cinco vuelos diarios a Miami desde Norte, Centro, Suramérica y el Caribe a través de su Hub de las Américas en Ciudad de Panamá.
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