Centro Cultural Néstor Kirchner
Por Julia Henríquez
Fotos: Diana Martínez Llaser
Las puertas del monumental edificio Palacio de Correos y Telégrafos de Argentina han vuelto a abrirse, para dar vida en sus pasillos a la música, el teatro, la literatura, la plástica, el cine y demás artes.
En 1888, el arquitecto francés Norbert August Maillart entregó su propuesta al entonces director de Correos y Telégrafos, Ramón José Cárcano. Tras realizar varias modificaciones, en 1928 por fin fue inaugurado y se convirtió en el edificio más moderno de la época. Debido a las joyas arquitectónicas que reposan en su interior, en 1997 fue declarado Monumento Histórico Nacional, hasta que la entidad recibió su última carta en 2003 y cerró sus puertas.
Pero un patrimonio arquitectónico tan importante no se podía abandonar, así que en 2005 se abrió una licitación para valorar el edificio. Cinco años después, como parte de la conmemoración del bicentenario de la Independencia, se dieron a conocer los planos y comenzó una odisea para desempolvar el granito, completar los ladrillos, remplazar las maderas y dar nuevo brillo a este palacio que poco a poco recobró vida.
Al fin, en 2015, con el nombre Centro Cultural Néstor Kirchner y el lema: “Vengo a proponerles un sueño”, el Palacio de Correos y Telégrafos abrió de nuevo sus puertas a todas las personas que se atrevan a entrar en un mundo donde impera el arte.
El edificio
Desde 1880 ‚Äïcuando Buenos Aires fue declarada capital del país‚Äï hasta 1920, Argentina presenció el desarrollo de un ambicioso plan de obras públicas: escuelas, hospitales, puertos, oficinas administrativas y sedes gubernamentales. En ese contexto, el entonces presidente Miguel Juárez Celman nombró director de Correos y Telégrafos a Ramón José Cárcano, quien llevó a cabo importantes reformas en el sistema postal del país e impulsó la construcción del edificio.
El proyecto fue encargado al arquitecto francés Norbert Auguste Maillart, quien se instaló en Buenos Aires en 1887 y presentó una primera propuesta un año después. En 1911 y 1912 se produjeron avances en la obra, pero también se le hicieron notables modificaciones al proyecto. Los trabajos finalizaron en 1928, cuando fue inaugurado por el presidente Marcelo T. de Alvear.
La restauración
Los trabajos de restauración y puesta en valor incluyeron las cuatro fachadas del edificio y todo su interior. Estas obras comenzaron en 2009 y abarcaron los amplios salones ceremoniales y la recuperación de sus luminarias, ascensores, teselas francesas, herrería y carpintería en general. El costo por metro cuadrado de la reconstrucción y adecuación del centro cultural fue de 2.346 dólares.
“La Ballena Azul”
La máxima obra del lugar es esta gran sala de conciertos, con capacidad para 1.750 espectadores y unos 110 músicos, que quita el aliento al ver su estructura de madera y granito. Decorada con un órgano tubular Klais de tamaño intimidante, brinda la acústica perfecta y el escenario ideal para conciertos, sinfónicas, óperas e incontables eventos. Aquí, artistas nacionales e internacionales de distintas disciplinas arrancan ovaciones de un público que no se cansa de pedir más.
La cúpula
Alguien dijo que “ponerle cúpula a los edificios era como ponerse sombrero”. No en vano, los más grandes, prestigiosos y ostentosos edificios de la ciudad de Buenos Aires decoran sus alturas con cúpulas de distintos tamaños y colores. El Correo Central no es la excepción, pues su nueva cúpula tiene 496 vidrios y constituye un mirador sorprendente.
Adaptada como sala de usos múltiples, en sus quinientos metros cuadrados hay un escenario levadizo, cortinado, montacargas, parlantes y luces escénicas. La iluminación LED en los vidrios dibuja la bandera argentina todas las noches en lo alto del edificio; pero cuando algún mandatario extranjero está de visita, se decora con la bandera correspondiente. Desde sus miradores se aprecia Puerto Madero y el río, por un lado, y la Casa Rosada y la Aduana Taylor por el otro.
El Chandelier
Desafiando a la gravedad y evocando las grandes lámparas que solían decorar los elegantes salones de época, el Chandelier es una estructura de vidrio de dos niveles que levita en pleno corazón del edificio, abarcando novecientos metros cuadrados. Esta sala de exposición desafía tanto a los artistas que expondrán allí como a las leyes de la física.
Sala Néstor Kirchner
Mediante una instalación que invita a vivir una experiencia sensorial, la exposición permite al visitante tomar contacto con el paisaje que acompañó el camino de Néstor Kirchner, y también con las voces y la presencia de sus compañeros de ruta más cercanos, de sus afectos personales y de las experiencias que forjaron su carácter.
Sala Eva Perón
Siendo aún Palacio de Correos, Evita dio vida a su célebre fundación en esta oficina en 1946. Un escritorio rodeado de cartas, juguetes, mantas y libros es el escenario que recuerda a los miles de seguidores que día a día la contactaban en busca de ayuda con la esperanza de que ella no les fallaría.
Salón de los Escudos
Uno de los espacios que no ha sido intervenido ahora es utilizado para distintas muestras fotográficas e invita al disfrute de su arquitectura.
Sala Argentina
Ubicada en el subsuelo, esta sala de cámara revestida en madera con capacidad para 534 personas es considerada pequeña al lado de su gigante hermana “la Ballena Azul”.
Auditorios
Seis auditorios multimedia con capacidad para 104 personas están disponibles a lo largo y ancho del centro cultural, dotados con tecnología de punta para el desarrollo de diversas actividades y talleres.
En los pisos cuarto, quinto y sexto, áreas en desuso que fueron oficinas fueron transformadas en nuevos espacios para reuniones, proyección de videos, conferencias, exposiciones y antesalas. Se construyeron seis auditorios con capacidad para 104 espectadores cada una, salones de usos múltiples y vestíbulos que conservan el esplendor del edificio. A su vez, en el piso séptimo se realizó un trabajo de carpintería para restaurar la biblioteca y la hemeroteca.
Eventos
Son tantas las actividades del centro, que al estar de visita en Buenos Aires uno no quisiera salir de allí. En un solo día es posible ver a los niños que se divierten en la puerta con burbujas de jabón, un concierto de León Gieco con la Banda Sinfónica de Ciegos Pascual Grisolía, una obra de teatro de alta calidad y a los geniales narradores que hablan al oído de los asistentes a través de un parlante tradicional.
Consulte la programación en www.culturalkirchner.gob.ar
No se olvide que para obtener las entradas a los espectáculos de la cúpula, La Ballena Azul, la Sala Argentina y la Sala Federal debe hacer su reservación previa los lunes y martes de diez a 18 horas antes del espectáculo en el teléfono (011) 684 16400 o en la página www.culturalkirchner.gob.ar, sección “Entradas”.
Cómo llegar
Desde Norte, Centro, Suramérica y el Caribe, Copa Airlines ofrece dos vuelos diarios hacia Buenos Aires de lunes a jueves y tres vuelos diarios los viernes, sábados y domingos a través de su Hub de las Américas en Ciudad de Panamá.