Al ritmo de Sylvie Simmons
Por Jacobo Celnik
En marzo de 2013, Sylvie Simmons se reunió con los agentes de publicidad de su casa editorial en Los ángeles. Debían establecer las acciones para promocionar el libro I’m Your Man: The Life of Leonard Cohen. Ella propuso hacer lecturas del libro acompañadas de canciones de Cohen en iglesias, sinagogas, bares, restaurantes, centros comunitarios y colegios. A la editorial Ecco le pareció arriesgado; preferían un par de lecturas en librerías reconocidas de las grandes ciudades de Estados Unidos. “Sabemos de tus cualidades, pero necesitamos vender libros”, le dijo uno de sus agentes. Pero Sylvie, mujer de armas tomar que ha sorteado a lo largo de su vida todo tipo de dificultades, tomó su ukelele y se fue de gira por su cuenta a Estados Unidos, Canadá, Europa y Oceanía.
Al final logró un reconocimiento mundial que no estaba buscando. Diarios como The New York Times, Los ángeles Times, The Telegraph y Clarín, además de la revista The New Yorker, catalogaron el libro como uno de los mejores que se han escrito sobre la vida y obra del poeta canadiense y una de las biografías más importantes de ese año.
“Recuerdo cuando, poco antes de lanzar I’m Your Man al mercado, Leonard me preguntó cómo iba todo el proceso relacionado con la publicación; un libro que él no me había pedido. Me estaba dando a entender que esperaba que el libro no se convirtiera en una especie de hagiografía o que yo no pasara necesidades por cuenta de un proyecto que no estaba en la mente de nadie. Le dije que todo iba por buen camino. Sonrió y me ofreció un café en señal de tranquilidad. Pensé mucho en su pregunta y tomé la decisión de hacer algo completamente revolucionario para presentar el libro”, recuerda la escritora británica desde su casa en California.
Durante la gira de presentación de I’m Your Man, Sylvie leyó largos fragmentos del libro, habló sobre Cohen, contó anécdotas que solo ella, como testigo privilegiado, conoce de primera mano. También cantó temas como “Suzanne” y “Anthem”. La biografía de Cohen había logrado su principal cometido: la satisfacción plena del cantautor canadiense. “Escribir una biografía, especialmente de una persona viva, es sumergirse en la vida de esa persona de una manera algo enloquecida. Sin la tolerancia, confianza, franqueza y generosidad de Leonard, este libro no sería lo que es”, manifiesta la autora en su libro, donde decidió incluir unas notas de agradecimiento.
De vuelta en Estados Unidos, tras un breve paso por Australia, Simmons sintió que era el momento de dejar la labor a la cual se había dedicado desde 1977. Dado que se sintió bien cantando temas de Cohen, pensó que era el momento de componer más canciones y, por qué no, cantarlas en los espacios donde tantas veces se deleitó observando a los grandes artistas del rock que ayudaron a formar su pluma fina y exquisita. Esa pausa significaba repensar todo lo que había vivido en los últimos treinta años, donde lidió con estrellas del rock en todos los ámbitos soñados. Atrás quedaban horas y horas de entrevistas a músicos como Robert Plant, Mick Jagger, Neil Young y David Bowie, entre otros, para dedicarse a lo que más le gusta: cantar.
Todo había comenzado a finales de los años 70, cuando el punk lideraba los cambios sociales de la escena musical del momento: Simmons decidió que quería escribir sobre rock, algo inusual para una mujer. Tuvo que sortear todo tipo de dificultades, incluso sobrevivió a la última gira de Ozzy Osbourne con Black Sabbath. Sus textos dejaron una importante marca en revistas como Creem y Kerrang!, desaparecidas del mercado, pero fundamentales en aquellos años para los lectores del rock. Hoy Simmons es una de las plumas más representativas de revistas como Mojo y diarios como The Guardian y el San Francisco Chronicle, donde sus textos objetivos y rigurosos sobre el rock nutren las páginas de cultura con información privilegiada.
Sylvie creció en Londres oyendo a grandes bandas como The Beatles, The Who, The Kinks y The Rolling Stones. También sentía una fascinación por los jóvenes trovadores del momento como Donovan, Bob Dylan y Tim Buckley, entre otros. “La música siempre fue parte de mi vida. Cuando vivía en Inglaterra, recuerdo que las primeras canciones que escuché eran tristes y melancólicas. Tengo muy viva la imagen de mi padre cantándome lullabies, o viejas canciones de blues y jazz, con su voz suave y profunda. ‘St. Louis Blues’ y ‘Strange Fruit’, de Billie Holiday, y ‘Brother, Can You Spare a Dime’, eran recurrentes en su repertorio. Ahora entiendo por qué siempre tuve una inclinación por esas melodías melancólicas y mi gusto por escribir canciones que nos hagan derramar una que otra lágrima”.
El ukelele es el instrumento que dio forma a Sylvie, su disco debut, lanzado en noviembre de 2014. El álbum está lleno de referencias a Van Morrison, Billie Holiday, Bob Dylan, Leonard Cohen, Joni Mitchell, Marianne Faithfull y Jane Birkin. Tiene diez composiciones originales y una reinterpretación del tema “Rhythm of the Rain”, de la banda californiana The Cascades. Cada canción evoca la melancolía de su época en Londres y el privilegio de haber crecido durante los años de la Invasión Británica. “Las canciones del disco están inspiradas en el amor, el desamor y la imposibilidad de sostener firmemente a lo largo de nuestra vida algo en qué creer. También debo decir que la dulzura del ukelele ayudó a dar forma a las canciones del disco. Es un instrumento modesto y delicado que suena como un arpa o una guitarra a la que le han roto el corazón y lucha por mantenerse en pie, como me ha pasado a lo largo de mi vida”.
El gran reto para la cantautora inglesa es dar acertadamente el salto de la crítica musical a ser parte del entretenimiento activo. Los papeles se invierten en su vida y ahora deberá soportar con mesura la crítica de su obra. No quiere dejar de lado su labor como periodista y escritora, pero espera dedicarse de lleno al canto. “Lo más complicado de este paso es convertirte en figura visible para el público, enfrentar un escenario, los comentarios de la gente y los medios. Me emociona estar de este lado”.
Simmons estuvo en enero en Cartagena con motivo del Hay Festival, sin duda una de las invitadas más esperadas. Presentó su disco y habló de la vida y obra de Leonard Cohen, de quien difícilmente podrá desprenderse y al cual le debe mucho, pues la influencia del poeta canadiense es absolutamente notoria en su disco, clave para dar forma a una de las grandes novedades que nos dejó el 2014. “No puedo decir que el álbum esté marcado conscientemente por Leonard Cohen, es más una influencia inconsciente en mi música a pesar de que varias canciones del álbum fueron escritas cuando trabajé en I’m Your Man. Me halaga la comparación y creo que nadie en este mundo se puede poner bravo por eso”.
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