Miami, en plena ebullición
A partir del surgimiento y éxito del Design District de Miami creció una bola de nieve que poco a poco ha ido influenciando a otros barrios vecinos. En segundo lugar fue Wynwood y ahora la ciudad observa asombrada la rápida metamorfosis de Allapattah, mientras obras civiles como el Underline y el Signature Bridge transforman el centro de la ciudad.
Por: Margarita de los Ríos
Fotos: Edgar Cadena y Javier A. Pinzón
¿Qué es posible lograr cuándo se piensa en transformar un sector deprimido de una ciudad agregándole arte público, moda y diseño de fachadas? Pregúntele a Craig Robins, emprendedor inmobiliario estadounidense que hace unos veinte años se dedicó a comprar edificios abandonados o en mal estado en los alrededores del Downtown de Miami, convenció a diseñadores y artistas para que se trasladaran allí y se asoció con L Catterton Real Estate, fondo global de inversión especializado en crear destinos de compras de lujo.
El Departamento de Asuntos Culturales de Miami-Dade incentivó a los artistas a intervenir espacios públicos.
Con su iniciativa no solo había originado el que desde entonces se conoce como el Design District, el barrio más trendy de Miami, sino también una bola de nieve que corrió rápidamente hacia los alrededores. Muy pronto surgió Wynwood como una iniciativa del idealista Tony Goldman y, ahora, el barrio vecino, Allapattah, vive su metamorfosis de barrio deprimido a lo que ya todos prevén como un nuevo polo cultural, turístico y gastronómico de Miami y, por supuesto, inmobiliario.
Recorrido por el Design District
La fórmula fue perfecta: Un emprendedor con dinero e ideas revolucionarias, una administración pública interesada en intervenir espacios públicos con obras de arte y un grupo de arquitectos de todos los orígenes interesados en crear edificios de vanguardia. El fenómeno muy pronto se convirtió en destino turístico y rompió todos los techos de valorización inmobiliaria.
Para realizar un recorrido por el barrio, comience en la Plaza Palm Court, en la calle 39, al pie de la famosa cúpula Fly’s Eye Dome, que el inventor y científico Buckminster Fuller ideó en 1965 como una “máquina de vivienda autónoma”. Tome un café allí en compañía de Le Corbusier, a quien se le rinde homenaje con un busto blanco sentado al descuido en la plaza. Siga luego el paseo peatonal Ponti, trazado por entre las vidrieras de las tiendas más emblemáticas, y camine hasta la entrada de Paradise Plaza en la calle 41. No se sorprenda cuando se encuentre de repente con un llamativo estacionamiento, y es que no es solo eso: el Miami Museum Garage es el resultado del trabajo de cinco artistas que adelantaron sus obras de manera simultánea, sin saber qué hacían los otros.
El Instituto de Arte Contemporáneo de Miami (ICA), el edifico Moore y el Haitian Heritage Museum son apenas algunos de los centros culturales del Design District.
Justo en frente del curioso museo está el Instituto de Arte Contemporáneo de Miami(ICA). Deténgase un poco pues, tras su innovadora fachada, esconde obras de artistas renombrados y un jardín de esculturas. No deje de ver en el edifico Moore la instalación permanente Elastika, de la arquitecta iraquí Zaha Hadid, y su colección temática en el Haitian Heritage Museum. Para la noche, elija entre una increíble oferta gastronómica.
El barrio de los grafitis
Al igual que el Design District, Wynwood surgió de un sector deprimido de la ciudad. Durante los años 50 se conocía como Little San Juan, pues gran parte de sus vecinos eran de origen puertorriqueño, aunque luego hubo cubanos y colombianos, y las áreas públicas fueron tomando nombre de celebridades latinas. Luego vino el desempleo y no tardó en llegar la decadencia.
Durante los años 90, un grupo de emprendedores del mundo del arte apoyaron algunas iniciativas de los vecinos del barrio. Y en 2009 llegó Tony Goldman, quien ya se había hecho célebre por su influencia en la recuperación del Distrito Art Decó de Miami Beach y el SoHo de Nueva York.
Con la inauguración de la aún hoy célebre exposición Wynwood Walls, que comprende unos cuarenta murales de artistas de renombre mundial, el barrio selló su destino.
Hoy, Wynwood tiene más de ochenta galerías de arte, entre ellas el Nader Art Museum Latin America, con la mayor colección de arte moderno y contemporáneo de la región. Tiene también tiendas de moda indie y hípster, restaurantes, cervecerías artesanales y cafés especiales y se ha mantenido como el barrio de moda por más de una década.
El Underline
En 2013, Meg Daly, una residente de Miami, se rompió ambos brazos y para ir a la fisioterapia debía caminar bajo las vías del tren. Ahí tuvo una visión: transformar los terrenos infrautilizados —desde el río Miami hasta la estación Dadeland South— en un parque lineal de veinte kilómetros, con sendero urbano y arte público. Daly creo la fundación Friends of The Underline, que en 2020 se convirtió en la asociación público-privada The Underline Management Organization The Underline Conservancy.
Con la reciente inauguración de las dos primeras fases, el Brickell Backyard, con 800 metros, y el “Hammock Trail”, con 3,45 kilómetros, ese sueño es realidad. Más de cuatro kilómetros de caminos separados para ciclistas y peatones, gimnasio urbano, campos deportivos, comedor al aire libre y jardín botánico. La tercera fase, de doce kilómetros, estará lista el 2026.
Al proyecto actual de 16 kilómetros del Underline podrían unirse el Miami River Greenway, al norte, y el futuro Ludlam Trail, al sur, para conformar el Miami Loop, con un total de 35 kilómetros de senderos para caminar y montar en bicicleta
Lo nuevo: Allapattah
Si Wynwood fue en sus orígenes un enclave puertorriqueño, Allapattah, el barrio vecino, reunió a la diáspora dominicana. Su nombre significa “cocodrilo” en seminola, pero en sus bares y restaurantes se escuchan los ritmos del Caribe hasta el amanecer. Aunque aún deprimido e incluso con problemas de seguridad sobre todo en la noche, el barrio conjuga una suma de factores que está llamando la atención de artistas e inversionistas inmobiliarios: su tradición étnica, su cercanía a Miami Design District y Wynwood y su fácil movilidad gracias al acceso a Metrorail y Metrobus.
Hoy, algunos de los nombres más importantes del mundo del arte de Miami ya están ahí, incluido el Museo Rubell, con la preciada colección de arte contemporáneo que han reunido en los últimos cincuenta años Don y Mera Rubell; El Espacio 23, del coleccionista Jorge M. Pérez, ubicado en seis antiguos edificios industriales que ahora están conectados y reinventados, y el Superblue, un espacio de arte interactivo con laberinto de espejos, exhibiciones de luces y arte digital.
Inversionistas inmobiliarios, coleccionistas y galeristas se han dejado seducir por tres importantes características de Allapattah: su tradición étnica, su cercanía a Wynwood y su accesibilidad gracias a Metrorail y Metrobus.
Con las nuevas ofertas de arte, también han llegado nuevos bares y restaurantes. Muy nombrada es la sucursal miamense del Hometown Barbecue, original de Brooklyn, que tiene seguidores de culto por su carne de res ahumada. Aunque la oferta tradicional del Club Típico dominicano, con su rabo de buey guisado y tamales de pollo, continúa abierta, así como los famosos sándwiches de Papo Llega y Pon. En Allapattah es posible presenciar la transformación en tiempo real.
¿Le gusta lo auténtico? Aún queda el Pequeño Haití
Mimetizado en la transformación de Wynwood, Little River y otros populares vecindarios, el Pequeño Haití creció entre las calles 54 a 87 bordeado por la autopista I-95 y la carrilera del tren. El inmisericorde crecimiento vertical de la ciudad rápidamente ha reducido su entorno, pero su corazón comercial late durante los fines de semana, a partir del mediodía, en la avenida 2 del NE.
Sus colores, música y sazón no se encuentran en las vallas de las autopistas ni se anuncian en la publicidad habitual. Pero quien quiera encontrar la esencia de la diáspora haitiana en Miami puede participar, el tercer viernes de cada mes, de los Sonidos del Pequeño Haití, celebración de carácter familiar en el Centro de Cultura Haitiana en la 212 NE 59 Terrace.
¿Interesado en los rituales y ceremonias? El 9 de noviembre hay una Experiencia Lakou en Choublack Gardens (5556 NE 2nd Ave.). Entre tanto puede encontrar las obras de sus destacados escritores y leer sobre sus ceremonias espirituales en la librería Mapou (5919 NE 2nd Ave.).
En las mañanas se requiere un desvío por un buen café en Panther Coffee (5540 NW 2nd Ave.) y pastelería en la panadería Piman Bouk (46 NW 62nd St.). De regreso en el centro cultural se puede disfrutar la galería de arte o tomar clases de danza mientras abren el mercado, la librería y los demás establecimientos adyacentes, que cobran vida sábados y domingos a las 12 m. En materia de almuerzo, uno de los más populares es Chef Creole (200 NW 54 St.).
El Puente Insignia (Signature Bridge)
Miami desarrolla un millonario proyecto vial que busca mejorar la movilidad, seguridad y conectividad en tres de los corredores más transitados del condado y el corazón de ese proyecto es el Signature Bridge (Puente Insignia), que se extenderá 312 metros sobre Biscayne Boulevard y Northeast 2nd Avenue. Sus seis arcos de cien metros de altura simbolizan la confluencia de personas de todos los orígenes que viven en armonía. Debajo de su imponente estructura irá el Heritage Trail, más de doce hectáreas de espacios comunitarios.
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