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Cultura en Costa Rica y artesanías.

Costa Rica con los brazos abiertos

Texto y fotos: Demian Colman

Con cuidados especiales, protocolos de bioseguridad y, sobre todo, con sus espectaculares paisajes y su gente siempre dispuesta a ofrecer su mejor sonrisa, el país del “pura vida” vuelve a invitar a todo aquel que escuche el llamado de la selva centroamericana, y la revista Panorama se une a la invitación, recordando estas seis razones por las cuales vale la pena visitar Costa Rica.

1. Sus playas

Surf, buceo, playas de arena blanca, marrón o perfectamente negras. La oferta playera del país centroamericano es tan amplia que abarca todo tipo de viajeros. Las playas de Jacó, por ejemplo, en la costa Pacífica, reúnen lo mejor de la fiesta; sus bares y restaurantes son conocidos por aquellos turistas que buscan poco sueño y mucha actividad nocturna; además, Jacó es la entrada a varios parques naturales, lo que lo convierte en la mezcla perfecta de diversión, naturaleza y aventura. 

Tortugas en Costa Rica

En la costa Caribe, Tortuguero ofrece una experiencia que conecta con la naturaleza. El Parque Nacional es conocido a escala mundial por la preservación de tortugas marinas. Allí científicos y público en general tienen la oportunidad de ver desovar a las tortugas verdes y estos meses son perfectos para ir a contar los cientos de huevos que pone cada una de ellas. En unos meses, las recién nacidas estarán llenando las playas con sus minúsculas huellas. 

Por otro lado, Guanacaste, conocida por sus lujosos hoteles y villas vacacionales, ofrece kilómetros de playa rodeada por selva para quienes buscan el lujo, el confort y la privacidad en sus vacaciones pospandemia. 

2. Su selva

Aunque, según el Instituto Costarricense de Turismo (ICT), el 68% de los turistas que llegan al país aterrizan en búsqueda de sol ardiente, arena y mar, sus playas no son lo único que Costa Rica tiene para ofrecer. 

Araña de Costa Rica

En este país centroamericano han sabido explotar el bosque, y de buena manera. La selva húmeda tropical es lugar de entretenimiento, conservación, aventura y ciencia. Si por algo es conocida Costa Rica es por su alta preocupación por la conservación del medio ambiente, lo que para ellos no quiere decir dejar de usarlo como atracción, pues el turismo de aventura también es una de sus banderas. 

En Sarapiquí, provincia de Heredia, por ejemplo, se encuentran Tirimbina y Pozo Azul, dos conceptos opuestos y complementarios. Tirimbina es un complejo dedicado a la ciencia, y el personal residente en el lugar se dedica a estudiar cada centímetro de bosque, así los huéspedes pueden disfrutar de unos días de relajación y aprovechar los tures especializados que dirigen los mismos científicos.

A unos cuantos kilómetros está Pozo Azul y su “glamping” (campamento con glamur), que permite disfrutar del entorno de una manera más extrema: mientras haces “rafting” y el río te golpea en la cara, vuelas en un “canopy” extremo o haces una tranquila cabalgata. 

3. Sus volcanes 

Este pequeño país ubicado en la mitad del planeta está atravesado por un cinturón de más de cien volcanes, que hacen de su geografía un espectáculo tan abrupto como de espectacular belleza. Entre tantas formaciones volcánicas, son siete las que llaman la atención de los turistas, pues son volcanes activos, vivos y humeantes. 

Vista del Volcán Arenal
Volcán Arenal

Los más populares son el Arenal y el Poas, que invitan con sus amenazantes chimeneas a relajarse en sus faldas y tomarse un delicioso café tico mientras el paisaje decide si sorprender o permanecer oculto. Gracias a los cráteres convertidos en lagunas, los senderos llenos de monos, aves, bichos y ardillas de estos volcanes son un símbolo y tesoro turístico.

Están también el Irazú, Rincón de la Vieja, Turrialba, Chato y, en especial, las turquesas aguas del volcán Tenorio, que hipnotizan mientras corren hacia abajo en un río celeste. 

4. Su sentido de aventura

Costa Rica es extrema en paisajes, fauna y colores; también es el lugar ideal para ir en busca de adrenalina, pues las experiencias que ofrece son también extremas.

Aventura en Costa Rica

En estos momentos en que nos han mantenido tan encerrados, es el destino perfecto para que la vida te dé un golpe de aire, en paracaídas, parapente, “canopy” o “bungee”, o tal vez para experimentar otra manera de conocer el mundo: haciendo barranquismo, montañismo extremo, colgando de puentes delgados y altísimos en medio de la selva de fantasía o montando en bicicleta de montaña, para luego refrescarte en el agua de un rápido, surfeando olas kilométricas, o buceando en las profundidades marinas. 

Como decidas hacer sentir tu palpitar, Costa Rica lo tiene, de manera segura y, ante todo, divertida. 

5. Su cultura

Costa Rica ha sido un país muy próspero desde los inicios de la república. Como pueblo, han sabido reconocer la importancia de la educación y la cultura, lo que los ha llevado a las listas de los países con mayor índice de alfabetización de Latinoamérica y tener una cultura rica en historia, arte y música. 

En San José, la capital, se pueden ver las muestras de aquella bonanza económica que llevó a una revolución educativa y cultural. El Centro Nacional de Cultura, el Teatro y el Museo Nacional son los lugares perfectos para bañarse en la cultura tica, esa cara no tan oculta que guarda este destino. 

Sus rincones indígenas, cafeteros y campesinos también son muestras de aquellas tradiciones que convierten al país en un oasis en medio de la locura del continente. Sarchí es un perfecto lugar para conocer esta cultura en su forma más tradicional. Es un calmado y pequeño pueblo, cuna de las famosas carretas, símbolo del trabajo obrero y artístico del país. 

6. Y el bono

La mitad de las razones por las cuales Costa Rica le hace honor a su nombre tienen que ver con la naturaleza, pero nada sería de ella sin las políticas de conservación y la dedicación de su pueblo al servicio. Entonces, la sexta razón para visitar Costa Rica es ese sentimiento profundo que se respira allí, el sentimiento “pura vida”. Basta con aterrizar para darse cuenta de que se ha llegado a un país de donde es posible llevarse más que recuerdos. Entonces, en cuanto puedas, empaca tus maletas, ponte el tapabocas y dirígete cuanto antes a este cautivador y, a la vez, liberador destino.

Palacios y edificaciones en Costa Rica

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