24 horas en Miami
Miami, el camaleón perfecto, funciona de sol a sol. El llamado de sirena del amanecer avisa a algunos que es hora de regresar a casa tras una noche de parranda. A los otros, los adoradores del sol, les inyecta la energía necesaria para pedalear en bicicleta por el puente que conecta la ciudad con Key Biscayne o remar en canoa por los manglares que rodean la bahía.
Por Gloria Shanahan
Fotos: Edgar Cadena y Getty Images
7:30 a.m.
Para recargar energía después del ejercicio y conectarse con la vibra bohemia, el área de Wynwood (avenida 2 NW con calle 26 NW) es escala obligatoria. El desayuno es en Zack the Baker, el pastelero preferido en el área (cerrado los sábados). Si no llegó suficientemente temprano y ve la fila muy larga, en un radio de seis cuadras hay varias deliciosas alternativas.
Caminar temprano permite visitar las últimas novedades de grafiti en el ecléctico distrito que ahora alberga anticuarios, galerías, modernos apartamentos y artículos de lujo. En las paredes de Wynwood ahora hay que pagar la entrada y tienen horario, pero la escala garantiza encontrar varias obras nuevas estrenadas para la Semana de Arte de Miami versión diciembre 2022. Después de deambular un rato es hora de ubicar la parada del trolebús.
A quienes aún predican que Miami no tiene sistema de transporte, hay que presentarles el entramado de rutas del sistema gratuito de trolebuses que permite desplazarse por una docena de vecindarios. Encuentre el mapa de los trolebuses e inicie su recorrido hacia el centro de la ciudad junto a la bahía.
10:30 a.m.
Su nuevo vecindario es el Distrito de Arte y Entretenimiento. En esta zona encuentra el Microteatro y el Centro de Artes Escénicas Arsht, integrado por la Casa de Ópera Ziff y la Sala de Conciertos Knight. Siga hacia el sur por Biscayne Boulevard rumbo a la zona verde que limita con la bahía: el parque Maurice Ferré. Aquí cohabitan el Museo de Ciencia Frost, con su acuario gigante y su planetario con proyección cenital de 270 grados, y el Museo de Arte Pérez, con su patio exterior de jardines colgantes. Para una experiencia más urbana en el centro de la ciudad con una charla amena llena de datos, planifique un recorrido con el profesor e historiador local Paul George. Es hora de tomar su medio preferido de transporte rumbo a Coconut Grove para almorzar.
1:00 p.m.
Coconut Grove es un microcosmos de Miami. Bohemios, naturalistas, aventureros y emprendedores coexisten en un ambiente a la vez vivaracho y bucólico. El otrora puesto de comercio entre indígenas seminoles y colonizadores continúa reinventándose. Cocowalk, el centro comercial, está estrenando su nuevo capítulo con renovados almacenes, teatros de lujo y variados restaurantes. Justo en diagonal la competencia es con comerciantes independientes como el librero de Books & Books, la proveedora de café Panther, boutiques con piezas originales y restaurantes por doquier en varias cuadras a la redonda. Uno de los más lindos se llama Peacock Garden. Entre otros favoritos se cuentan Atchana’s, de comida tailandesa; Ariete, con un chef premiado muchas veces y estrella Michelin; Le Buchon, un bistró francés… donde elija posiblemente le vaya muy bien con la selección. Después del almuerzo es hora de huir del calor por unas horas.
3:00 p.m.
Si entre las tiendas del área no está lo que busca, hay varias alternativas. Hacia el norte está Brickell City Centre; un poco al oeste está Village of Merrick Park, en Coral Gables, y más al sur está Dadeland. Aunque hay muchas otras opciones, no se vaya muy lejos porque el atardecer está próximo y la mejor vista es en Key Biscayne.
5:30 p.m.
Para la hora dorada poco compite con el parque estatal Bill Baggs, en la punta de Key Biscayne. Bordeando el malecón del Fondeadero Sin Nombre, The Cleat es un bar todavía a medio descubrir, ideal para sentir la arena mientras observa el ocaso. Si prefiere algo más sofisticado, de regreso sobre el Rickenbacker Causeway deténgase en Rusty Pelican para tener una vista espectacular de la silueta de Miami. Hora de cambiar las chanclas de playa por zapatos de bailar. El siguiente destino es la Pequeña Habana.
8:30 p.m.
El hogar espiritual de la comunidad cubana se siente plenamente en la calle 8 SW y la avenida 15. Antes de bailar deténgase a ver cómo se enrollan los tabacos, descubra el lugar correcto de los bolsillos de una guayabera y tome un cafecito. Si oye tamboras, Ball & Chain está cerca. Un poco más hacia el este, La Trova también tiene música en vivo, platos de la chef Michelle Bernstein y bebidas del premiado cantinero Julio Cabrera. Si no es lunes o no llega temprano, vuelva con reservación o inevitablemente deberá esperar.
10:30 p.m.
¿Necesita quemar más calorías en un ambiente de club? Entonces hay que averiguar el sitio de moda en Miami Beach y enfrentar el tráfico, a ver si lo dejan entrar… En el centro de Miami los más nombrados son Club Space y E11even. De allí no lo sacan antes de las 10 de la mañana del día siguiente. Pero para ese entonces sus 24 horas en Miami habrán terminado y con suerte se habrá acordado de salir con suficiente tiempo para tomar su vuelo.
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