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Esquiar en Denver

Denver, esquiar por primera vez

Si le gusta la aventura, pasar tiempo al aire libre y probar cosas nuevas, esta temporada invernal es perfecta: póngase unos esquíes, atrévase a ir cuesta abajo y sienta el viento en la cara; ¡eso es disfrutar de la tan anhelada libertad!

Por Javier A. Pinzón

Fotos: Javier A. Pinzón, Snowmass Tourism y Getty Images

Aunque es cierto que para el latino promedio (exceptuando a los vecinos del Cono Sur) los deportes de invierno son algo que solo pasa en las películas, los “resorts” de esquí de Estados Unidos se democratizan cada día más y preparan paquetes especiales para los novatos. Además, el vuelo directo de Copa Airlines Panamá-Denver nos acerca de manera extraordinaria a algunas de las mejores pistas del mundo.

Así fue como yo, hombre del trópico, llegué durante la temporada pasada a Snowmass. Quería aprovechar la baja generalizada a causa del covid y tenía la certeza de que los “resorts” implementarían las medidas de bioseguridad necesarias. Aspen Snowmass es uno de los complejos de esquí más grandes de Estados Unidos; tiene 336 pistas y 46 “lifts” repartidos en cuatro montañas que abarcan 5.303 hectáreas.

Mi aventura comenzó en Snowmass, una de las cuatro montañas que componen el complejo, la cual dispone de 20 “lifts”, abarca 1.351 hectáreas y tiene 96 pistas, entre las cuales hay para todos los niveles: está el área familiar, la zona para la escuela de esquí, pistas entre los árboles, pistas con obstáculos, parque extremo y pendientes pronunciadas, para los expertos (incluyendo terreno EX o “extreme”), “terrain parks” y gran variedad de pistas amplias para los niveles intermedios.

Lo primero que me sorprende al llegar es lo cerca que queda todo. En Snowmass el 95% de alojamientos son “ski-in – ski-out”; es decir que usted sale del hotel con los esquíes directo a las pistas sin necesidad de estar en una suite de lujo. Basta caminar un poco y encontrará la tienda de renta de esquíes, donde personal calificado le ayudará a elegir el equipo necesario para poder iniciar la aventura invernal. Un consejo: si es principiante, lo más recomendable es tomar uno o dos días de clase. Los profesores son multilingües y, sobre todo, altamente calificados, así evitará metidas de pata, golpes innecesarios y aprovechará mucho mejor sus días de esquí. Las pistas verdes, especialmente la Fanny Hill saliendo del “lift” Village Express, son muy buenas opciones. Esta última lo llevará a Sam’s Smokehouse, un restaurante que sirve deliciosa comida italiana con una hermosa vista a los picos nevados. 

Si ya es un esquiador con cierta práctica, puede empezar por la góndola escénica, que lo llevará a Elk Camp. Allí podrá comer algo en el restaurante, apreciar la magnífica vista, subir a una montaña rusa o lanzarse por los rodaderos de goma, para finalmente descender con gran estilo por alguna de las pistas azules. Estas son anchas y seguras, de tal forma que puede ir recobrando la confianza poco a poco, si es que ha pasado tiempo desde su última esquiada. Una de las pistas de esta zona que más disfruté fue Sandy Park, porque es muy amplia, tiene un hermoso paisaje y hasta mesitas de picnic para descansar en medio del recorrido. También hay pistas azules en los “lifts” Sheer Bliss, Big Burn y Alpine Springs. Ya para los más intrépidos y avanzados están las pistas negras.

Esta es una de las pocas montañas para esquiar donde se puede empezar desde la cima y bajar 1.343 metros hasta llegar a la base.  Si usted tiene un nivel medio o avanzado no deje de subir a Hanging Valley, adonde se llega en el “lift” Cirque, el cual lo llevará al pico de la montaña. Para bajar, hay pistas negras y azules, así que este panameñito pudo llegar a la cima, observar el impresionante paisaje, y bajar en sus esquíes. Una recomendación, si baja por la pista azul Rocky Mountain High, tome la primera intersección a la derecha, hasta UP 4 Pizza, donde no solo se podrá deleitar con una pizza, sino con unas exquisitas galletas recién horneadas y calienticas. 

Para quienes les gusta madrugar y ser los primeros, pueden unirse al personal de profesores para la primera bajada del día, sobre polvo recién arreglado y fresco, antes de que la montaña abra oficialmente y se llene de gente. Esta primera bajada es de cortesía y disponible para esquiadores y practicantes de “snowboard” de nivel intermedio superior, mayores de once años. Se ofrece los lunes, miércoles y viernes a partir de mediados de diciembre. Debido al espacio limitado, se requiere reserva anticipada.

Además de todas estas pistas en bajada, también se puede realizar esquí de fondo, donde podrá deslizarse con tranquilidad por prados nevados y silenciosos bosques de pinos y álamos, y, por fin, sentirse el protagonista de su propia película, como si fuera un espía internacional o una estrella del “jet set”. Es el sistema de senderos gratuitos más grande de Estados Unidos, con 97 kilómetros de senderos nórdicos de todos los niveles, accesibles desde el campo de golf Snowmass. Así que basta con rentar el equipo adecuado y salir a admirar el paisaje a sus anchas. También se puede realizar un recorrido guiado con raquetas de nieve de dos horas con un naturalista de ACES, comenzando en el parte superior de la góndola Elk Camp, todos los días a las 10:00 a.m. y a la 1:00 p.m. Es importante saber que esta actividad es muy personal: es usted y la montaña, así que uno poco habla con su compañero. Solo hay tiempo para contemplar los maravillosos paisajes que se abren sobre el amplio horizonte. 

Cuando el día comienza su declive, viene el “after ski”; entonces, ya sea en el “mall” o en la villa, las personas se reúnen en los bares o frente a las fogatas a tomar una bebida y contar sus aventuras. Emprenda una caminata por Snowmass Village, con sus esculturas de hielo y sus tiendas “boutiques”. Mire cómo evolucionan las esculturas a lo largo de la temporada; por ejemplo, los miércoles hay demostraciones en vivo a cargo del escultor y artista multimedia Thomas Barlow, quien realiza divertidas actividades con luces de neón, arena de colores y, por supuesto, hielo y nieve.

Al caer la noche, las cosas de verdad se iluminan con Snowmass Luminescence, una exhibición interactiva de arte y luz presentada por Snowmass Tourism y Aspen Snowmass. Todos los huéspedes y miembros de la comunidad se pueden sumergir en un deslumbrante mundo de luz y arte, ubicado entre Snowmass Base Village y Snowmass. Después podrá llegar a su hotel y tomar una ducha o relajarse en una piscina caliente rodeada de nieve y así terminar su día bajo la luz de las estrellas en vestido de baño en medio del invierno.

Todos los caminos conducen a (y salen de) Denver

Colorado valida su reputación como meca del esquí y ya está recibiendo de vuelta a miles de turistas aficionados al deporte, con las debidas medidas sanitarias. Estas son otras opciones para practicar el deporte de temporada.

Winter Park es un “resort” propiedad de la ciudad de Denver. Se alcanza en solo dos horas a bordo del tren expreso que parte del aeropuerto internacional y fue reinaugurado para esta temporada. Winter Park ofrece más de 1.200 hectáreas de pendientes nevadas para esquiadores. 

A-Basin, como se le conoce, es famosa por sus pendientes, paisajes y vibra relajada. Gran parte de las pendientes están sobre la línea de crecimiento forestal, así que se presta para todo tipo de esquiadores. 

Ubicado a poco más de 2.900 metros de altura, Cooper abrió a mediados de diciembre pasado. Enclavado en las montañas Rocosas, su nieve es famosa por su suavidad, por lo que es un destino indicado para principiantes (aunque también tiene pendientes para veteranos). La propuesta se complementa con otros deportes invernales y senderismo. 

Muy cerca de Cooper está Breckenridge, al que no solo se puede ir a disfrutar deportes invernales, sino también descubrir la historia de uno de los pueblos de montaña más antiguos de Colorado. Breck tiene un pintoresco distrito con casas del siglo XIX, vibrante vida nocturna y excelente oferta gastronómica. La ciudad abrió nuevas telesillas, anticipándose a la demanda en esta temporada.

Vail, muy reconocido entre latinoamericanos, aprovechó el receso de pandemia para agregar casi 80 hectáreas a las casi 174 de terreno nevado que ya poseen. Además, se han hecho adecuaciones a la pista de Black Forest para hacerla más accesible a todo tipo de esquiadores y para enseñanza del deporte.

Otro destino popular entre latinos, Steamboat ha reorganizado sus espacios para proveer experiencias al aire libre y mayor comodidad al acceder a las góndolas de ascenso. Se han hecho innovaciones en las instalaciones y los programas de aprendizaje para niños y adolescentes. 

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